La alternativa m¨¢s joven a las herramientas de Office
Quip permite escribir, crear hojas de c¨¢lculo, listas de tareas o mantener conversaciones.
Una aplicaci¨®n dedicada a la edici¨®n de documentos planta cara a las aplicaciones de oficina de Microsoft. El mercado es demasiado apetitoso para dejarlo en manos de una sola empresa. Bret Taylor (Oakland, California, 1980) no lo expresa de manera deliberada, ni tampoco habla demasiado de dinero, pero sabe que se mueve en un terreno cada vez m¨¢s interesante. Su m¨¢ximo competidor, la plataforma de comunicaci¨®n corporativa Slack, est¨¢ valorada en casi 3.000 millones de euros. Quip, su aplicaci¨®n dedicada al trabajo en equipo, naci¨® en octubre de 2013 y desde entonces no ha parado de crecer.?
En 2013 Microsoft, amo y se?or en el software de oficina, ingres¨® 1.500 millones de d¨®lares por las licencias de Office. Desde entonces ha menguado la cifra. Y no solo por la adopci¨®n de Google Drive, a trav¨¦s de las cuentas corporativas de correo basado en Gmail, sino tambi¨¦n de otras m¨¢s din¨¢micas como Quip, que Taylor ha creado junto a Kevin Gibbs, su director t¨¦cnico y otro veterano que trabaj¨® para Google.?
La aplicaci¨®n sirve para escribir, crear hojas de c¨¢lculo, listas de tareas o para mantener conversaciones. Es decir, las cuatro tareas b¨¢sicas que se comparten en cualquier trabajo. La inclusi¨®n de un chat ha sido clave para su ¨¦xito. Consigue minimizar la cantidad de correos que se escriben y reciben a diario. Su clave es intentar hacer m¨¢s cercana la colaboraci¨®n, tambi¨¦n m¨¢s pr¨¢ctica. ¡°Hemos a?adido mec¨¢nicas sociales dentro de nuestro servicio. Lo asumimos, no podemos ser divertidos, no pretendemos que nadie sea un adicto a las herramientas de trabajo, pero s¨ª que se sientan c¨®modos y sea sencillo revisar algo¡±, apunta.
'Quip' consigue minimizar la cantidad de correos que se escriben y reciben a diario
Funciona tanto en ordenadores como en tabletas y m¨®viles, a los que debe gran parte de su ¨¦xito. El m¨®vil es el gran olvidado por sus competidores. ¡°Las notificaciones son una ventaja, tambi¨¦n poder entrar directamente en materia. Se ahorra tiempo. No hay que abrir un correo, mirar el adjunto y contestar con los cambios, sino que se habla con contexto y se ve la modificaci¨®n en segundos¡±, insiste.
A pesar de las similitudes, evita compararse con el omnipresente Office de Microsoft: ¡°Nosotros somos como un cerebro externo, como un forma de trabajar en equipo. Ellos son un documento m¨¢s cerrado, nosotros nos vemos m¨¢s como una pizarra virtual¡±. A pesar de la confrontaci¨®n comercial, no entra en pol¨¦micas, y se niega a considerarse como un anti-Office: ¡°No venimos a matar nada, sino a reemplazar algo que desde hace a?os es mejorable. Con el PC lo hicieron bien, pero hoy d¨ªa la comunicaci¨®n es m¨¢s y m¨¢s importante y ah¨ª est¨¢ nuestro hueco¡±. En Quip, para citar a alguien e invitarle a contestar o modificar algo, basta con citar su nombre de usuario con una arroba, como en Twitter.
El factor temporal tambi¨¦n se tiene en cuenta: permite asignar tareas, seguir su avance o ver si se ha cumplido el plazo.
Funciona tanto en ordenadores como en tabletas y en el m¨®vil, el gran olvidado por sus competidores
Quip es gratis para usuarios particulares, cuesta 12 d¨®lares al mes por cada empleado en peque?os negocios y proponen precios a medida en el caso de grandes corporaciones, como sucede con sus dos clientes m¨¢s c¨¦lebres, Facebook e Instagram. Aunque se niega a dar el n¨²mero de cuentas particulares, Taylor s¨ª informa de que m¨¢s de 10.000 empresas pagan ya por su herramienta.
Su ¨²ltimo paso es la integraci¨®n con servicios de publicaci¨®n de terceros, de modo que un blogger pueda escribir en Quip y lanzar un post en su blog directamente, o que un periodista suba a la red un art¨ªculo directamente desde la aplicaci¨®n.
Aunque el 40% de sus usuarios est¨¢n en Estados Unidos, cuentan con versi¨®n en espa?ol y portugu¨¦s. Am¨¦rica Latina y Brasil son dos de sus grandes prioridades.
El 'dog food' o c¨®mo predicar con el ejemplo
En Silicon Valley se considera que para que un producto tenga validez, los primeros en usarlo deben ser los creadores. A esta forma de dar ejemplo la denominan dog food y lo cumplen. "Ni tenemos Word, ni email entre nosotros, solo los que nos entran de fuera. As¨ª es como entendemos el futuro del trabajo de oficina, como un lugar en el que se comparte el conocimiento entre personas, no en documentos". ?l tambi¨¦n lo usa en casa, para mantener una lista de la compra con su mujer. "Somos padres de tres hijos, as¨ª que es algo bastante din¨¢mico", bromea.
En la oficina de la calle Market, la gran arteria comercial de San Francisco, rodeados de fruta y todo tipo de tabletas y m¨¢quinas de escribir antiguas, trabajan 25 personas. Piensan doblar pronto la cantidad de empleados. Su ¨¦xito inicial, con Friendfeed y Facebook, cuyo puesto abandon¨® tras la salida a bolsa, le ha abierto las puertas a algunos de los inversores m¨¢s reputados como Benchmark Capital, Greylock Partners o Peter Fenton, uno de los primeros en apoyar Yelp, Twitter o New Relic. "Silicon Valley va mucho de las relaciones que hagas. Ya no siento tanta presi¨®n cuando voy a hacer la presentaci¨®n", se justifica. De momento, cuentan con 15 millones de d¨®lares en capital. No es una gran cifra, pero en el ambiente se comienza a hablar de burbuja con m¨¢s frecuencia. "Nuestra valoraci¨®n no es demasiado alta, todo lo relacionado con el m¨®vil se ve con buenos ojos, pero no creo que haya burbuja. Y, bien visto, del estallido anterior han quedado cosas buenas: Google, Amazon, eBay¡", argumenta.
El directivo tiene un notable ¨¦xito a sus espaldas. Fund¨® FriendFeed, un prehist¨®rico agregador de redes sociales que fue absorbido por Facebook cuando comenzaba a despegar. "Ya no existe pero tuvo una muerte digna. Facebook lo mantuvo dentro de su sitio mientras fue popular", explica. Tras la compra de su creaci¨®n, pas¨® a ser director t¨¦cnico de la red social. En sus manos tuvo la responsabilidad de que nunca se cayese un servicio que sumaba millones de nuevos usuarios a diario. Si de algo se muestra orgulloso es del bot¨®n "me gusta", hoy sigue siendo una de las acciones m¨¢s populares dentro de la red social: "Es un gesto siempre. Cuando pones un comentario, intentas decir algo inteligente. Con el bot¨®n de "me gusta", no hace falta".
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