La doble cara del acceso gratuito a Internet
El programa Internet.org, de Facebook, que ofrece conexi¨®n gratis en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, genera pol¨¦mica en Am¨¦rica Latina
El sue?o del due?o de Facebook, Mark Zuckerberg, de llevar Internet a todos los habitantes? genera pol¨¦mica. Tanzania, Zambia y Kenia han sido los elegidos en ?frica para conectarse a la red a trav¨¦s del m¨®vil, gratis. El sureste asi¨¢tico tambi¨¦n est¨¢ en el punto de mira. En Am¨¦rica Latina, zona prioritaria, funciona en Colombia, Guatemala y Panam¨¢. Brasil y M¨¦xico son los siguientes en la lista. A largo plazo quieren llegar a proveer de conexi¨®n gratis a 2.700 millones de personas. Sin embargo, el plan, que lidera el espa?ol Javier Oliv¨¢n, suscita reticencias en algunos colectivos de activismo digital.
Se espera que este mes de junio se active en Brasil, donde se ha pedido a la presidenta Dilma Rousseff que reconsidere su postura.?Se siente especialmente molesto por las cr¨ªticas en este pa¨ªs dadas las cifras en Am¨¦rica Latina: ¡°El 55% de la poblaci¨®n est¨¢ fuera de Internet. En Brasil, el 45%, ?no es motivo suficiente?¡±.
Chris Daniels, vicepresidente de Internet.org, aclara la finalidad del proyecto: ¡°Queremos que se pruebe el acceso a la Red, que se conozcan sus bondades. No queremos suplantar a nadie¡±. El directivo valora de manera muy positiva la labor de las operadoras: ¡°Han hecho un trabajo excelente, el 90% de la superficie del planeta est¨¢ conectada a 2G (redes de segunda generaci¨®n, de velocidad baja) y el 75% a 3G¡±. Estas cifras no impiden que sigan promoviendo alternativas para llegar donde no lo hacen a trav¨¦s de los drones y sat¨¦lites de bajo coste.
El programa contempla tres barreras de entrada, que quiere derribar. La primera, ya citada, la de las infraestructuras. La segunda, la del precio. ¡°M¨¢s de mil millones de personas no tienen capacidad econ¨®mica para coste¨¢rselo¡±, apunta el directivo. La ¨²ltima, la m¨¢s dif¨ªcil, tiene que ver con concienciar a los posibles beneficiados de las bondades de Internet: ¡°M¨¢s de dos mil millones de personas que est¨¢n fuera no comprenden el valor que les aportar¨ªa¡±.
Un s¨ªmil con la desigualdad entre el acceso gratuito a Internet y el de pago: alguien que pagase por un canal de televisi¨®n ver¨ªa los goles antes que el que no pagase
Las acusaciones m¨¢s graves se?alan a Facebook por poner en riesgo la neutralidad de la Red, uno de los principios fundacionales de Internet. Esta ley defiende que un mismo usuario tenga el mismo acceso que otro en condiciones similares, al margen del tipo de informaci¨®n que est¨¦ consultando. Un s¨ªmil para entenderlo mejor podr¨ªa ser que si alguien paga por un canal de televisi¨®n, vea los goles antes que el que lo hace gratis, o que la red el¨¦ctrica diese prioridad a lavadoras frente a lavavajillas o el secador de pelo. En este sentido, las cr¨ªticas se centran en que se crea una Internet de dos velocidades, la de pago y la gratuita que ofrece Internet.org. La que da acceso a cualquier contenido y la que solo puede ver lo que han acordado entre proveedores de contenido, gobiernos y Facebook.
Daniels se muestra tajante: ¡°Facebook est¨¢ a favor de la neutralidad de la Red. La apoyamos, pero pensamos que tiene que coexistir con programas como el nuestro. Lo importante es que entren en Internet los que hasta ahora no han podido hacerlo. Puede que en India no puedan ver los v¨ªdeos de una web pero s¨ª leer su contenido¡±.
Convertir la experiencia de navegaci¨®n en un jard¨ªn vallado es otra de las cr¨ªticas m¨¢s recurrentes: ¡°Consultar Wikipedia, hacer un tr¨¢mite con el ayuntamiento, saber las medidas de higiene b¨¢sicas o estar alerta en caso de cat¨¢strofe meteorol¨®gica no parece un jard¨ªn vallado, sino una experiencia positiva. Lo mismo si se consultan los medios locales con los que llegamos a acuerdos, o se consulta una duda con un amigo a trav¨¦s de Facebook. Conectamos personas y reconocen el valor de comunicarse entre s¨ª. No me parece algo cerrado, de verdad¡±.
Queremos que se pruebe el acceso a la Red, que se conozcan sus bondades. No queremos suplantar a nadie¡±? Chris Daniels, vicepresidente de Internet.org
El directivo niega que vayan a subir la velocidad: ¡°No vamos a competir por ello, sino ofrecer una buena experiencia [de usuario]".
Otro de los puntos de fricci¨®n est¨¢ en la factura, ?qui¨¦n paga por los datos que se ofrecen gratis a los navegantes de nuevo cu?o? ¡°No pagamos por el uso de los datos a las operadoras, sino que cada uno de los miembros pone lo que est¨¢ en su mano¡±, matiza.
Daniels invita a los desarrolladores de Am¨¦rica Latina a proponer ideas de aplicaciones para incluir en su programa. Educaci¨®n, salud, inclusi¨®n femenina y acceso a gestiones con gobiernos estatales y locales resultan prioritarias. ¡°La clave est¨¢ en que sirvan para mejorar de manera notable la calidad de vida de los reci¨¦n llegados¡±, insiste.
Facebook no pretende que este programa se extienda para siempre, sino que, a la larga, los nuevos navegantes comiencen a pagar por tener el acceso completo que ofrecen las operadoras. ¡°Acabar¨¢ cuando todos est¨¦n online. Si es cinco a?os, cinco a?os, si es m¨¢s, seguiremos¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.