Raviolis por la impresora

Esta vez la innovaci¨®n tecnol¨®gica se ha metido en un ¨¢mbito complicado al intentar cambiar una tradici¨®n gastron¨®mica de siglos: la pasta. Los italianos son poco dados a las bromas con el icono sagrado de su cocina. Pero aun as¨ª, la principal empresa alimentaria del pa¨ªs se ha propuesto llevarlo al futuro. Barilla est¨¢ ultimando una impresora 3D que consigue dar a la tradicional mezcla de s¨¦mola de trigo y agua formas y texturas imposibles de lograr con las maquinarias industriales. De momento es solo un prototipo, pero dentro de poco la impresora podr¨ªa ser un electrodom¨¦stico m¨¢s en las cocinas de las casas o de los restaurantes del bel paese.

¡°El proyecto naci¨® hace tres a?os, cuando empezamos a colaborar con TNO, un centro holand¨¦s de investigaci¨®n aplicada a la industria que estaba llevando a cabo estudios sobre c¨®mo ser¨ªa la cocina del futuro¡±, explica Michela Petronio, vicepresidente del departamento de tecnolog¨ªa e I+D de Barilla. ¡°Hemos logrado una m¨¢quina que permite moldear pasta con formas in¨¦ditas, hacer que cada una de ellas pueda tener un ingrediente distinto... Los tiempos de producci¨®n quedan muy lejos de los de las maquinarias industriales actualmente en uso, pero la rapidez no era nuestro objetivo: lo que est¨¢bamos buscando es la posibilidad de personalizar los alimentos¡±, detalla Petronio.

La impresora funciona gracias a una de las tecnolog¨ªas ya en uso, conocida como FDM. Consiste en sobreponer sutil¨ªsimas capas de pasta siguiendo el dise?o enviado por un ordenador. ¡°Normalmente, se aplica a la creaci¨®n de objetos de pl¨¢stico, pero a lo largo de los 25 a?os que llevamos trabajando sobre la impresi¨®n 3D hemos logrado trasladarla tambi¨¦n a la comida¡±, aclara Dani?l van der Linden, responsable del departamento de impresi¨®n 3D de comida de TNO, un centro en el que trabajan 3.500 empleados y que cuenta con una participaci¨®n en su propiedad del Gobierno holand¨¦s.

Para seleccionar las formas de pasta que puede producir la impresora, Barilla se ha aliado con Thingarage, una start-up de Roma especializada en recaudar fondos para proyectos de dise?o industrial, que ha organizado un concurso entre dise?adores de todo el mundo: ¡°Hemos recibido 216 propuestas, una demostraci¨®n de que la impresi¨®n 3D de comida tiene un futuro esperanzador. La producci¨®n de chocolate, por ejemplo, ha cosechado en los ¨²ltimos a?os buenos resultados. El ¨²nico problema sigue siendo la lentitud de las impresoras¡±, asegura Antonello Balestrieri, CEO de Thingarage.

¡°Los plazos para la comercializaci¨®n de esta impresora no son tan largos; en dos a?os podr¨ªamos empezar a ver los primeros aparatos listos para la venta, aunque hay que tener en cuenta que en muchos pa¨ªses las leyes sobre producci¨®n y distribuci¨®n de comida son muy r¨ªgidas¡±, especifica Van der Linden, del TNO. Sobre el tipo de uso que se har¨¢ de esta nueva herramienta, sin embargo, las ideas a¨²n no son tan claras: ¡°Podr¨ªa estar en la cocina de un restaurante, en un supermercado junto a un ordenador en el que escoger las diferentes formas antes de imprimirla, o tal vez hasta en una cocina particular¡±.

Mientras tanto, la responsable de I+D de Barilla ha probado la pasta 3D. La define como ¡°una experiencia gastron¨®mica de alto nivel¡±. Para cerrar el c¨ªrculo y completar el plato, habr¨¢ que encontrar la manera de imprimir tambi¨¦n la imprescindible salsa.