Retos de un futuro posthumano
Chips subcut¨¢neos, m¨¦todos electromagn¨¦ticos para potenciar nuestro cerebro, pr¨®tesis externas. La incorporaci¨®n de la tecnolog¨ªa a nuestro cuerpo y mente abre una nueva era
La ideolog¨ªa transhumanista ¨Csobre la cual se ha debatido poco en nuestro pa¨ªs- pretende ofrecer a nuestras sociedades contempor¨¢neas un relato futurista que d¨¦ una cobertura filos¨®fica, moral e, incluso, espiritual a la dimensi¨®n tecnol¨®gica del proyecto neoliberal postmoderno en este siglo XXI.
Para esta corriente tecno-optimista, tenemos ante nosotros la responsabilidad de conducir el proceso evolutivo de la humanidad y de transformar radicalmente (mejorar) al ser humano, mediante la interacci¨®n e implementaci¨®n en nuestro cuerpo y mente de tecnolog¨ªas emergentes m¨¢s all¨¢ de los condicionamientos y l¨ªmites que nos impone la naturaleza, de la que somos parte inescindible.
Seg¨²n el movimiento transhumanista, y tal como afirma uno de sus insignes or¨¢culos, el ingeniero de Google Ray Kurzweil, la Singularidad ser¨¢ un acontecimiento que suceder¨¢ dentro de unos a?os con el aumento espectacular del progreso tecnol¨®gico, y debido al desarrollo de la inteligencia artificial y a la convergencia de las tecnolog¨ªas NBIC (Nanotecnolog¨ªa, Biotecnolog¨ªa, Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y de la Comunicaci¨®n y Neuro-Cognitivas). Esa situaci¨®n ocasionar¨ªa cambios sociales, culturales, pol¨ªticos y econ¨®micos inimaginables, imposibles de comprender o predecir por cualquier humano anterior al citado acontecimiento. En esta fase de la evoluci¨®n el transhumanismo predice que se producir¨¢ la fusi¨®n entre tecnolog¨ªa e inteligencia humana, dando lugar a una era en que se impondr¨¢ la inteligencia no biol¨®gica de los posthumanos. A lo largo de este proceso el transhumanismo quiere difundir una ideolog¨ªa y una cultura favorables al ¡°mejoramiento humano¡± (del ingl¨¦s ¡°human enhancement¡±) a trav¨¦s de la adopci¨®n de unas mejoras artificiales en el ser humano (gen¨¦ticas, org¨¢nicas, tecnol¨®gicas) con el objetivo declarado de hacerlo m¨¢s inteligente, m¨¢s longevo, m¨¢s perfecto, m¨¢s feliz, incluso para que pueda llegar a alcanzar la inmortalidad cibern¨¦tica y la conquista del universo. No obstante, esta cosmovisi¨®n puede comportar riesgos. ?Estamos preparados para ese cambio radical o bien pensamos que hay que conservar nuestro patrimonio gen¨¦tico y seguir siendo personas humanas, con nuestras limitaciones, pero conservando nuestra libertad y dignidad inalienables?
Constatamos que la aspiraci¨®n de perfeccionarse es intr¨ªnseca a la naturaleza humana, que ha aunado los mecanismos selectivos propios de la evoluci¨®n con la transmisi¨®n del saber cient¨ªfico-t¨¦cnico (desde el fuego, el hacha y la rueda al ordenador, el cohete y el autom¨®vil) y cultural (como el lenguaje, las artes, la religi¨®n). Autores cl¨¢sicos como Ovidio (Metamorfosis) ya so?aban en ¡°mutaciones¡± de los seres humanos que hoy constituyen la pretensi¨®n de los transhumanistas, que auguran as¨ª un ¡°humano mejorado¡± (o ¡°transhumano¡±) primero y de un ¡°posthumano¡± superior despu¨¦s. Como afirmaba G¨¹nther Anders, uno de los padres de la tecno¨¦tica, el ser humano actual padece de ¡°envidia prometeica¡±: se descubre inferior a las m¨¢quinas que ¨¦l mismo ha fabricado y aspira a transformarse radicalmente usando la tecnolog¨ªa a su alcance.
Se quiere difundir una ideolog¨ªa favorable al ¡°mejoramiento humano¡± para hacerlo m¨¢s inteligente, m¨¢s longevo, m¨¢s perfecto, m¨¢s feliz, pero esta cosmovisi¨®n puede comportar riesgos
As¨ª, podr¨ªa definirse el mejoramiento humano como el intento de perfeccionamiento, transitorio o permanente, de las condiciones org¨¢nicas y/o funcionales actuales del ser humano mediante la tecnolog¨ªa. No se trata ya de la loable curaci¨®n de personas enfermas, sino de potenciar de tal modo a las personas sanas, mediante el impresionante arsenal tecnol¨®gico en desarrollo, de modo que se genere un abismo entre humanos mejorados y no mejorados. Tecnolog¨ªas de uso dual como los chips subcut¨¢neos que nos permiten abrir puertas sin usar llaves pero que tambi¨¦n nos geolocalizan, pr¨®tesis externas e internas al estilo de Blade Runner que nos doten de superpoderes, t¨¦cnicas gen¨¦ticas como el CRISPR que sirven tanto para acabar con peligrosos par¨¢sitos como para modificar nuestro ADN de forma eficiente y permanente, m¨¦todos farmacoqu¨ªmicos o electromagn¨¦ticos de aumentar artificialmente ¨Cy sin esfuerzo- nuestras funciones cerebrales como la memoria, la agudeza sensorial o la capacidad de c¨¢lculo, o intervenciones con c¨¦lulas troncales que regeneren nuestros tejidos viejos o da?ados, son algunos de los ejemplos de aumento de nuestras capacidades que nos convertir¨ªan en transhumanos.
Para adelantar el advenimiento de la Singularidad, el transhumanismo nos propone tres elementos fundamentales: la Superinteligencia, la Superlongevidad y el Superbienestar.
Los transhumanistas auguran un ¡°humano mejorado¡± (o ¡°transhumano¡±) primero y un ¡°posthumano¡± superior despu¨¦s
En relaci¨®n con la Superinteligencia, esta corriente de pensamiento insiste en que la explosi¨®n predictiva de la capacidad de computaci¨®n alumbrar¨¢ una inteligencia artificial que, tal vez, llegue a adquirir incluso una consciencia simulada en silicio. Si al final los humanos nos integr¨¢semos ¨Cvoluntariamente- en las tecnolog¨ªas convergentes podr¨ªamos, seg¨²n ellos, llegar a estar en contacto directo con esa inteligencia artificial. El resultado ser¨ªa que nos fusionar¨ªamos efectivamente con ella y sus habilidades se convertir¨ªan en las nuestras. Eso impulsar¨ªa a la especie humana, en opini¨®n del fil¨®sofo transhumanista Nick Bostrom, a un periodo de Superinteligencia
Respecto a la Superlongevidad, Aubrey de Grey, experto en investigaci¨®n sobre el envejecimiento, sostiene, desde una visi¨®n transhumanista, que nuestras prioridades est¨¢n fundamentalmente sesgadas y que tenemos que empezar a pensar seriamente en prevenir la enorme cantidad de muertes debidas al envejecimiento. Algunos transhumanistas van m¨¢s all¨¢ y financian procesos cri¨®nicos, o incluso proyectos de una inmortalidad cibern¨¦tica, que se nos antojan ut¨®picos.
Finalmente, el fil¨®sofo transhumanista David Pearce expone que el Superbienestar tiene como objetivo, en primer lugar, investigar y eliminar el sufrimiento, y en segundo lugar, alcanzar la abundancia y la felicidad para todos, o sea, un nuevo ¡°para¨ªso terrenal¡±.
Debemos evitar que las personas seamos transformadas en un sensor o en un producto tecnol¨®gico que sirva ¨²nicamente a intereses privados de mercado y/o de la guerra
Las propuestas del transhumanismo nos interpelan y no podemos ni debemos huir de nuestra responsabilidad, como seres humanos, de dar una respuesta coherente de acuerdo a nuestra naturaleza, libertad y dignidad. Urge evitar que el mejoramiento sea solo para ricos o para una elite perteneciente a una noocracia no democr¨¢tica que domine el mundo, o que se haga sin tener en cuenta los riesgos asociados a las nuevas tecnolog¨ªas y a nuestra propia ignorancia del ser humano y de la naturaleza. Debemos evitar que las personas seamos transformadas en un sensor o en un producto tecnol¨®gico del capitalismo neoliberal ¨Cle llamen transhumano o posthumano- que sirva ¨²nicamente a intereses privados y a las fuerzas desbocadas del mercado y/o de la guerra. Estos retos no dejan de ser los que han existido a lo largo de toda nuestra historia, pero asumen ahora una dimensi¨®n tal que, por primera vez, se plantea una intervenci¨®n directa en el proceso evolutivo que puede llevar a nuestra desaparici¨®n como especie. ?Qu¨¦ hace al ser humano tan diferente del resto de seres vivos y, nos atrevemos a decir, tan ¨²nico, tan singular? No es la ciencia y la t¨¦cnica, sino la cultura, la educaci¨®n, las humanidades, como afirma el bi¨®logo Edward Wilson en su reciente libro The Meaning of Human Existence (2015). Un ser humano que posee la extraordinaria tarea de cuidar, de forma responsable, el planeta Tierra, y no de contribuir a su destrucci¨®n prematura, de proteger al m¨¢s d¨¦bil y vulnerable y no de menospreciarlo o eliminarlo, de orientar el innegable progreso cient¨ªfico-t¨¦cnico hacia el bien de todos y no solo de algunos privilegiados. Sean o no ilusorias las aspiraciones del transhumanismo la sociedad debe tomar conciencia de las mismas, abrir un amplio debate interdisciplinar y ejercer, desde un pensamiento cr¨ªtico, una aut¨¦ntica democracia real favorable al inter¨¦s colectivo y al bien com¨²n. Construyamos pues, mediante una ¨¦tica global que respete la dignidad inalienable de las personas, y bajo los principios civilizatorios de Libertad, Igualdad y Fraternidad recogidos en la Declaraci¨®n Universal de la ONU (1948), una aut¨¦ntica Humanidad para el siglo XXI.
Albert Cortina, abogado y urbanista. Director del Estudio DTUM.
Miquel-?ngel Serra, doctor en Biolog¨ªa. Gestor de investigaci¨®n en la Universidad Pompeu Fabra.
Coordinadores y autores del libro ¡°?Humanos o posthumanos? Singularidad tecnol¨®gica y mejoramiento humano¡± (Fragmenta Editorial, 2015)
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