As¨ª es como Apple desbloqueaba sistem¨¢ticamente los iPhone
La compa?¨ªa ha enviado a los organismos policiales informaci¨®n extra¨ªda de tel¨¦fonos, como mensajes de texto, fotos y contactos
Durante a?os, los polic¨ªas que quer¨ªan desbloquear un iPhone sab¨ªan lo que ten¨ªan que hacer.
¡°Consegu¨ªas una orden judicial, y luego presentabas una solicitud ampar¨¢ndote en la ley All Writs¡±, explica Michael Yaeger, ex fiscal adjunto a cargo de la oficina de Brooklyn, que supervis¨® las labores para obtener ¨®rdenes judiciales para tel¨¦fonos entre 2012 y 2014. La All Writs Act es una ley muy amplia que los fiscales emplean para conseguir mandatos judiciales para ejecutar ¨®rdenes de registro.
Una vez obtenida la orden, los fiscales enviaban los tel¨¦fonos bloqueados de sospechosos, condenados o terroristas a la sede central de Apple en Cupertino (California). Al cabo de unas semanas, Apple enviaba a los organismos policiales informaci¨®n extra¨ªda de los tel¨¦fonos, como mensajes de texto, fotos y contactos. La empresa incluso ten¨ªa una gu¨ªa que inclu¨ªa el lenguaje aconsejado para las ¨®rdenes. No era ¡°ex¨®tico¡±, explica Yaeger en una entrevista.
¡°Llam¨¦moslo sencillamente?puerta trasera, porque eso es b¨¢sicamente lo que era¡±, dice Adam Wandt, experto en seguridad de la informaci¨®n y forense digital de la Universidad de Justicia Penal John Jay, en Manhattan, sobre el procedimiento de extracci¨®n de datos de la compa?¨ªa.
Llam¨¦moslo sencillamente puerta trasera, porque eso es b¨¢sicamente lo que era
Relaci¨®n tensa
La relaci¨®n entre Apple y las autoridades judiciales en materia de privacidad, que ven¨ªa tens¨¢ndose desde 2014, estall¨® cuando un juez orden¨® a la empresa ayudar al FBI a desbloquear un tel¨¦fono utilizado por uno de los asesinos implicados en el atentado terrorista que tuvo lugar el a?o pasado en San Bernardino, California. El tel¨¦fono est¨¢ equipado con la ¨²ltima tecnolog¨ªa que Apple desarroll¨® para que fuese impenetrable, incluso para la propia empresa.
Desarrollar una herramienta para desbloquear el tel¨¦fono ser¨ªa como crear un ¡°c¨¢ncer¡±, declaraba el mes pasado Tim Cook, consejero delegado de Apple, cuando la empresa lanz¨® su ofensiva legal contra el Departamento de Justicia estadounidense. Cook advirti¨® de que otros criminales y esp¨ªas podr¨ªan utilizar el parche como ¡°puerta trasera¡±. Apple sostiene que la ley All Writs no deber¨ªa usarse para obligarla a desarrollar nuevo software.
Pero los tel¨¦fonos con una encriptaci¨®n dif¨ªcil de descifrar no son los ¨²nicos por los que Apple est¨¢ librando esta batalla por la privacidad. La empresa tambi¨¦n lucha contra las ¨®rdenes judiciales para tel¨¦fonos con una tecnolog¨ªa m¨¢s antigua, los mismos que desbloqueaba sistem¨¢ticamente a petici¨®n de Yaeger y otros fiscales. Eso podr¨ªa parecerle incoherente, e incluso contradictorio, al juez de California, y enturbiar el argumento de Apple de que las exigencias extraordinarias del Gobierno en este nuevo caso van demasiado lejos.
¡°Apple nunca quiso que ese c¨®digo se filtrase, pero s¨ª ten¨ªa una puerta trasera, y mucha gente la usaba¡±, explica Wandt.
Aunque la empresa tenga a su favor argumentos legales y t¨¦cnicos, su postura categ¨®rica en relaci¨®n a la tecnolog¨ªa m¨¢s antigua ¡°afecta a la percepci¨®n¡± que la opini¨®n p¨²blica tiene de sus motivos, en opini¨®n de Scott Vernick, jefe de seguridad de informaci¨®n y pr¨¢ctica de privacidad en el despacho de abogados Fox Rothschild. ¡°El Gobierno defiende el argumento de que el pasado es un pr¨®logo¡±, explica Jeffrey Vagle, director ejecutivo del Centro para la Tecnolog¨ªa, la Innovaci¨®n y la Competitividad de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania.
En su alegato de r¨¦plica a la demanda del tribunal de Riverside (California), Apple se centraba en la tecnolog¨ªa m¨¢s nueva objeto de controversia que llevaba el tel¨¦fono del terrorista.
Obligar a Apple a desarrollar un nuevo programa que degrade la seguridad de sus aparatos es una medida sin precedentes
¡°Obligar a Apple a desarrollar un nuevo programa que degrade la seguridad de sus aparatos es una medida sin precedentes, que no se parece a ninguna de las cargas impuestas hasta la fecha al amparo de la ley All Writs¡±, alega la empresa. Apple sostiene que ha protegido la privacidad y seguridad de sus usuarios mediante ¡°unos sistemas operativos cada vez m¨¢s seguros¡±, y rechaza la idea de haber tenido nunca una puerta trasera.
Otras formas de acceso
Hay formas de entrar en los smartphones, y los investigadores no siempre han tenido que encomendarse a Apple, ni a otras empresas tecnol¨®gicas, para lograr el acceso. La empresa de an¨¢lisis forense de dispositivos m¨®viles Cellebrite vende a las autoridades judiciales sistemas port¨¢tiles de extracci¨®n de datos, y presume de poder ¡°esquivar cualquier tipo de bloqueo en m¨¢s de 300 dispositivos Android bloqueados¡±. Wandt afirma que los sistemas no pueden desbloquear las ¨²ltimas versiones de codificaci¨®n de los iPhone.
En Riverside, Apple sostiene que se necesitar¨ªan semanas de trabajo de programaci¨®n para dar con la forma de desbloquear el iPhone de San Bernardino, que funciona con el sistema operativo iOS 9, y que eso podr¨ªa debilitar la seguridad de todos sus tel¨¦fonos.
Por otro lado, en un juicio contra un narcotraficante de Brooklyn, la empresa alega que la petici¨®n de que desbloquee tel¨¦fonos con sistemas operativos antiguos tambi¨¦n supone una carga excesiva, aunque los fiscales afirman que Apple ha abierto esos tel¨¦fonos ¡°docenas¡± de veces. De los otros 12 dispositivos para los que la empresa se opone a las ¨®rdenes de registro federales, siete funcionan con sistemas operativos iOS 7 o anteriores.
¡°No veo ning¨²n motivo por el que Apple no deba acatar¡± la orden judicial de Broolyn, se?ala Darren Hayes, catedr¨¢tico de ciberseguridad y forense digital de la Universidad Pace de Nueva York. ¡°Han entrado en esos tel¨¦fonos un mont¨®n de veces¡±.
La "fuerza bruta"
En el pasado, cuando los fiscales se enfrentaban a un iPhone bloqueado que no pod¨ªan abrir con la tecnolog¨ªa de terceros o la t¨¦cnica de la ¡°fuerza bruta¡±, que consiste en introducir un sinf¨ªn de claves de acceso, pod¨ªan remitirse a los procedimientos de la gu¨ªa de Apple, donde la empresa informa de que puede extraer datos de dispositivos ¡°que operen con sistemas entre iOS4 e iOS 7¡±.
La extracci¨®n en tel¨¦fonos bloqueados la realizaban t¨¦cnicos de la propia empresa mediante un proceso secreto en la sede central de Apple, explica Yaeger. En la gu¨ªa, Apple solicitaba el env¨ªo del dispositivo junto con una memoria externa, como un USB, y el material extra¨ªdo se devolv¨ªa en ese soporte, a?ade.
No obstante, la empresa cuenta con personal t¨¦cnico y legal para responder a las ¨®rdenes de registro para tel¨¦fonos y otras peticiones de los cuerpos de seguridad. Apple sostiene que esos trabajadores responden cada a?o a miles de peticiones de informaci¨®n presentadas por los cuerpos policiales, aunque no todas conllevan ¨®rdenes de registro.
Pronto ese proceso parecer¨¢ pintoresco: el n¨²mero de iPhones a los que Apple puede acceder con los m¨¦todos actuales est¨¢ menguando. Seg¨²n la empresa, solo un 10% de los dispositivos funcionan con un sistema iOS 7 o anterior.
Petici¨®n preventiva
Los fiscales en el caso de Brooklyn cre¨ªan que estaban siguiendo el procedimiento habitual al solicitar un mandato judicial que exigiera el cumplimiento de la orden.
Sin embargo, el magistrado James Orenstein los puso en aprietos al pedir de forma preventiva, antes de emitir su fallo, la opini¨®n de Apple. En una decisi¨®n celebrada por la empresa, se puso del lado de esta y hall¨® que la exigencia del Gobierno impon¨ªa una carga, y que los fiscales estaban llevando demasiado lejos la ley All Writs.
Un representante de la empresa afirma que Apple aprovech¨® la oportunidad para luchar contra esas ¨®rdenes cuando Orenstein le ofreci¨® la posibilidad de discrepar. Apple considera que el fallo favorece su causa, pues rebaja el list¨®n para lo que se considera una carga.
¡°Nos est¨¢n obligando a convertirnos en un agente de los cuerpos de seguridad y no pueden obligarnos a hacerlo, ni con nuestros dispositivos antiguos ni con los nuevos¡±, aseguraba el abogado de Apple, Marc Zwillinger, al juez durante una audiencia en octubre, al responder a la pregunta de por qu¨¦ la empresa hab¨ªa optado por dejar de ayudar a los fiscales. ¡°La postura de Apple es que no nos dedicamos a acceder a los datos de nuestros clientes¡±.
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