China reprende a su ¡®youtuber¡¯ estrella
Pek¨ªn pone el foco sobre los mensajes de Papi Jiang, una de las v¨ªdeoblogueras m¨¢s famosas del pa¨ªs
Jiang Yilei, conocida como Papi Jiang, es la nueva sensaci¨®n de Internet en China. Hace apenas medio a?o era una desconocida, pero sus mon¨®logos cortos en los que ironiza sobre aspectos de la vida cotidiana han conquistado a los internautas del gigante asi¨¢tico. Ante su enorme y repentino ¨¦xito, Pek¨ªn no ha tardado en darle un toque de atenci¨®n por su lenguaje en ocasiones soez y, de rebote, mandar el mensaje de que las estrellas de la web tambi¨¦n son objeto de escrutinio.
Es dif¨ªcil encontrar un joven en China que no haya o¨ªdo hablar de ella. Tiene m¨¢s de 12,5 millones de seguidores en Weibo -el equivalente a Twitter- y sus v¨ªdeos cuentan con decenas de millones de reproducciones. Papi Jiang, que estudi¨® en la Academia Central de Teatro de Pek¨ªn, habla desde su casa sobre los?peligros de ser una mujer soltera en China, de las relaciones de pareja, de lo dif¨ªcil que es perder peso o del materialismo que impregna la sociedad del pa¨ªs, entre otros temas. Sus mensajes, aunque expresados de forma c¨®mica, esconden un atisbo de cr¨ªtica social. En ninguno de sus mon¨®logos toca temas pol¨ªticos.
"Conecta muy bien con los j¨®venes por varias razones: son la primera generaci¨®n en China que nacieron con Internet, Papi Jiang utiliza un lenguaje y un estilo que encaja mucho con ellos y es una novedad. La vida en Internet en China, comparada con la de otros pa¨ªses, es bastante m¨¢s limitada en cuanto a contenidos. Su aparici¨®n ha sido un soplo de aire fresco y ha atra¨ªdo la curiosidad de muchos", explica Yu Guoming, profesor de Periodismo de la Universidad de Renmin.
"Me gusta mucho. Habla sobre situaciones que uno mismo ha vivido y refleja los problemas de la vida diaria de una forma muy divertida", asegura Feng Wennan, de 18 a?os. "Es cierto que a veces habla mal, pero sus expresiones son habituales en China y nunca las dirige contra ninguna causa ni para humillar a nadie", a?ade. La Administraci¨®n Estatal de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisi¨®n no pens¨® lo mismo cuando recientemente orden¨® retirar las parodias de Papi Jiang de las principales plataformas online por sus "lenguaje y contenido vulgares". S¨ª permiti¨®, sin embargo, que volvieran a estar disponibles una vez corregidos.
Si bien los mensajes que llegan a la opini¨®n p¨²blica -sobre todo a trav¨¦s de los medios y el cine- siempre han estado sujetos a la revisi¨®n de las autoridades, los censores han endurecido este control durante los ¨²ltimos a?os, especialmente en Internet. Los fans de la v¨ªdeo bloguera mostraron su indignaci¨®n en las redes sociales tras conocer el aviso, pero Papi Jiang no tard¨® en entonar el mea culpa: "como figura medi¨¢tica, tendr¨¦ m¨¢s cuidado con mis palabras y mi imagen, responder¨¦ a las peticiones de rectificaci¨®n de los v¨ªdeos y transmitir¨¦ energ¨ªa positiva a todos", se?al¨® en su p¨¢gina oficial.
Que Papi Jiang siga ganando seguidores y popularidad ya no es algo que solamente le afecte a ella. En marzo cuatro fondos de capital riesgo invirtieron en su canal 12 millones de yuanes (1,6 millones de euros) para que siga creciendo. Los anunciantes tambi¨¦n se la rifan: una compa?¨ªa de cosm¨¦ticos china desembols¨® la friolera de 22 millones de yuanes (unos 3 millones de euros) para colocar un anuncio en sus mon¨®logos. El precio es incluso m¨¢s alto de lo que se paga por aparecer durante la Gala de A?o Nuevo de la televisi¨®n estatal, un programa con una audiencia aproximada de 700 millones de personas. Tras el toque de atenci¨®n del Gobierno, uno de sus inversores asegur¨® a la prensa local que la estrella "seguir¨¢ haciendo v¨ªdeos de acuerdo con los valores socialistas", pero algunos de sus fans tienen dudas: "creo que ya no ser¨¢ tan divertida como antes. Todo esto por cuatro palabras ordinarias cuando en realidad tenemos acceso a cosas mucho peores. Ser¨¢ que para algunos es ya demasiado popular", dice Feng.
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