As¨ª detecta YouTube los v¨ªdeos sin derechos de autor
Content ID, la tecnolog¨ªa desarrollada por la empresa de Google, localiza las im¨¢genes y audios robados aunque hayan sido modificados
Los v¨ªdeos tienen huellas dactilares. Cada compilaci¨®n de im¨¢genes y sonido tiene una identidad, una marca que perdura ante modificaciones y copias. En esa premisa se basa el funcionamiento de Content ID, la tecnolog¨ªa desarrollada por YouTube, que se utiliza para detectar v¨ªdeos sin derechos de autor. La plataforma de v¨ªdeos rastrea audios, im¨¢genes y melod¨ªas, y compara las posibles copias con el original. La efectividad es casi del 100% gracias a este carnet de identidad, da igual que hayan sido girados, recortados, oscurecidos o cambiados de color. El objetivo: combatir el robo de derechos para satisfacer a la gran industria musical y cinematogr¨¢fica sin perjudicar hasta perder a los millones de usuarios creadores de un contenido que, en muchas ocasiones, no les pertenece.?
La tecnolog¨ªa de Content ID identifica por separado el audio, el v¨ªdeo y la melod¨ªa para buscar copias sin derechos
Content ID naci¨® en 2007, en estos nueve a?os ha ido a?adiendo nuevas tecnolog¨ªas para poder, primero, identificar el audio, despu¨¦s el v¨ªdeo y por ¨²ltimo la melod¨ªa. Con el crecimiento de las herramientas, crec¨ªa tambi¨¦n el equipo de ingenieros que se ocupaba de ellas. Una gran parte de ellos se encuentra ahora trabajando en Sihlcity Z¨²rich, en un edificio de siete plantas donde se desciende al comedor por un tobog¨¢n y a cada piso por una barra de bomberos. Es la sede que Google tiene en la capital suiza, la m¨¢s grande fuera de Estados Unidos. ?
El equipo de Content ID trabaja en la quinta planta del edificio, llamada?Time Out. Es all¨ª donde, rodeados de palos de hockey, de pelotas de f¨²tbol y de camas para echar la siesta, esta docena de ingenieros ha creado y mejorado una de las herramientas orgullo de la compa?¨ªa. "Hemos invertido m¨¢s de 60 millones de d¨®lares en el desarrollo y mejora de Content ID desde 2007", explica?David Erb, director de Ingenier¨ªa en YouTube.?
El desaf¨ªo: reconocer la copia
Cada minuto se suben a YouTube 400 horas de v¨ªdeo en todo el mundo. Hay 1.000 millones de visitantes cada mes. Una cifra que ha aumentado el 50% en el ¨²ltimo a?o y el 100% en dispositivos m¨®viles. ?C¨®mo se puede controlar si el archivo infringe los derechos? "Ese es el desaf¨ªo al que nos enfrentamos cada d¨ªa: reconocer las copias, hayan sido o no transformadas", reconoce?Fabio Magagna, responsable de Content ID.?
El proceso se divide en fases: fraccionar el v¨ªdeo en fotogramas, sacar las huellas de cada uno y compararlas con las del archivo de referencia
Se encuentran de todo: v¨ªdeos recortados, girados, puestos en blanco y negro, emborronados, cambiados de color, de tono. Todo eso y todo a la vez. Para hacerlo m¨¢s sencillo, el proceso se divide en fases: fraccionar el v¨ªdeo en fotogramas, sacar las huellas de cada uno y compararlas con las huellas del archivo de referencia que han mandado los propietarios del contenido. Ah¨ª entra en juego la incre¨ªble base de datos con la que cuenta Content ID: m¨¢s de 600 a?os de contenido de referencia, m¨¢s de 50 millones de archivos activos enviados por los 8.000 partners (artistas, sellos discogr¨¢ficos, cadenas de televisi¨®n¡) con los que trabajan.?
Cuando los dos archivos coinciden se produce el match. Una coincidencia que se identifica en mapas de calor con puntos brillantes. Todo en cuesti¨®n de segundos. La rapidez se debe a la inteligencia artificial que hay detr¨¢s del proyecto. Desde hace dos a?os utilizan el machine learning, una rama de la inteligencia artificial?dedicada a tomar decisiones e interpretar datos bas¨¢ndose en patrones, que permite detectar identificar los rasgos de forma escalable mucho m¨¢s r¨¢pido.?
Hacemos la prueba en la sala Share, en la planta baja de Google. Subimos un v¨ªdeo donde se oye durante un minuto una canci¨®n de Dr. F. James Clark. En cuanto el v¨ªdeo est¨¢ cargado y subido, un mensaje nos avisa: "No recibir¨¢ ning¨²n ingreso por su v¨ªdeo". El beneficio que den los anuncios que se han colocado a nuestro v¨ªdeo ir¨¢n destinados al creador y propietario del contenido.?
Las copias se identifican en segundos gracias al funcionamiento de la Inteligencia Artificial
El usuario puede reclamar si no le parece justa la soluci¨®n. Bien porque cree que el contenido tambi¨¦n le pertenece o porque no infringe ning¨²n derecho. En ese caso, YouTube deja la escena y la disputa ya se soluciona directamente con el propietario. Eso s¨ª, si un usuario se niega a permitir la monetizaci¨®n y "pierde" tres conflictos de este tipo se enfrenta a que la plataforma le cierre la cuenta y borre todos los v¨ªdeos de su canal.?
?Qu¨¦ ocurre entonces con los youtubers? "Esos suelen ser casos especiales, porque en muchas ocasiones, tienen un n¨²mero muy importante de seguidores por lo que a Nintento o al propietario del videojuego le interesa la difusi¨®n que estos usuarios consiguen. Lo m¨¢s probable es que puedan llegar a un acuerdo para repartir los ingresos", explica un portavoz.?
As¨ª funciona del lado del creador
Para los propietarios del contenido,?el proceso es sencillo: una vez han mandado a YouTube el archivo para incorporarlo a su base de datos y Content ID ha reconocido un v¨ªdeo con el mismo contenido, ofrece al propietario la posibilidad de bloquear el v¨ªdeo, solo rastrearlo o monetizar los beneficios que ese v¨ªdeo genere gracias a los anuncios que se le incorporan.
Cuando el v¨ªdeo infringe los derechos, los beneficios que genera van destinado al propietario del contenido
¡°El 90% de los propietarios decide monetizar su contenido, el resto prefiere bloquearlo y muy poquitos eligen solo rastrearlo¡±, explican fuentes de Youtube. El porcentaje se incrementa todav¨ªa m¨¢s en la m¨²sica: el 95,5% de los artistas lo monetiza, m¨¢s del 4% lo bloquea y apenas unos cuantos le sigue la pista.
Pero esta pol¨ªtica es muy regulable. Se pueden establecer diferencias por zonas geogr¨¢ficas (monetizar los beneficios en unos pa¨ªses y bloquear el contenido en otros), tambi¨¦n por tipo de v¨ªdeo y por duraci¨®n (en algunos v¨ªdeos detectar la similitud a los 10 segundos y en otros a los 35). As¨ª, es posible incorporar una pol¨ªtica diferente para cada v¨ªdeo que est¨¢ en marcha.?
Debate a tres bandas
Un v¨ªdeo de un encuentro con m¨²sica de Ed Sheeran, otro de una fiesta con la voz de Rihanna de fondo o un tutorial de juego con im¨¢genes de Nintento. Son ejemplos de clips sin ¨¢nimo de lucro, de grabaciones dom¨¦sticas, de contenido que se sube a YouTube para compartirlo con amigos y familiares. Pero se trata tambi¨¦n de v¨ªdeos que infringen los derechos de autor. El debate no es nuevo, pero la gran actividad de esta plataforma lo ha hecho todav¨ªa m¨¢s visible. Tampoco es sencillo, con tres bandas en juego: los usuarios, los artistas y YouTube.
Por un lado, dice la empresa de Google, que los usuarios compartan v¨ªdeos aumenta la visibilidad de los artistas y contribuye a mejorar su popularidad. En la otra orilla, los propietarios del contenido exigen su justo rendimiento, el cr¨¦dito que les pertenece. Pero no se enfrentan a los usuarios, sino a la compa?¨ªa: exigen?un reparto m¨¢s "justo" de los derechos digitales.
Los artistas contra YouTube
La guerra por los derechos est¨¢ servida. YouTube lanza las cifras: ha pagado a los artistas m¨¢s de 2.500 millones de euros desde la creaci¨®n de Content ID en 2007. "Ninguna plataforma ha devuelto tanto dinero a los creadores", dec¨ªa Christophe Muller, responsable de las colaboraciones musicales de YouTube.
Los artistas responden: no es suficiente. Hablan de c¨®mo YouTube se est¨¢ aprovechando de su trabajo, c¨®mo est¨¢ recibiendo unas ganancias millonarias gracias a sus v¨ªdeos. Piden, exigen, un reparto m¨¢s equitativo, para ellos que son los creadores.
La empresa de Google no contesta al porcentaje de distribuci¨®n, se?ala que depende de cada v¨ªdeo y de cada partner con sus condiciones. Ante la insistencia concluye: "Los partners siempre se llevan el mayor porcentaje". Sea cual sea esta cifra, no contenta a los artistas ni en Europa ni en Estados Unidos. Los nombres viajan de continente a continente.
Aqu¨ª van desde Pedro Alm¨®dovar a Joaqu¨ªn Sabina hasta sumar 200 profesionales. Todos se han dirigido al presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, para pedirle una propuesta legislativa que les ayude a ?"conseguir un trato justo a cambio del uso de sus obras online".
En EE UU, con Paul McCartney y Taylor Swift a la cabeza, son m¨¢s espec¨ªficos: solicitan al Congreso de los Estados Unidos una reforma urgente de la Digital Millenuim Copyright Act ¡ªregulaci¨®n de propiedad intelectual¡ª aprobada hace 20 a?os, porque "las normas han quedado anticuadas y superadas y favorecen desmesuradamente a las compa?¨ªas tecnol¨®gicas, que no exist¨ªan en el momento de entrar el vigor el texto".
La pelota sigue yendo de tejado a tejado. El ¨²ltimo raquetazo lo ha dado la empresa de Google: "Gracias a Content ID solo en un 2% de los casos de lucha de derechos ha tenido que ser aplicada la DMCA, el 98% restante se ha solucionado con esta tecnolog¨ªa".
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