Cinco cosas de las ciudades inteligentes que nos har¨¢n la vida m¨¢s f¨¢cil

En 2050, el 67% de la poblaci¨®n mundial vivir¨¢ en las ciudades. Ante esta impactante predicci¨®n de la ONU, muchos Gobiernos de todo el planeta han optado por la misma soluci¨®n: convertir las urbes en inteligentes. Desde Canad¨¢ a Pakist¨¢n, pasando por Sud¨¢frica, Estados Unidos y el continente Europeo hasta llegar a China; cientos de pa¨ªses est¨¢n desarrollando iniciativas con el adjetivo inteligente delante. Forman parte del popular movimiento de las Smart Cities, una vor¨¢gine de ideas sostenibles, eficientes y tecnol¨®gicas que comparten un mismo objetivo: buscar otro modelo de ciudad. Una ciudad que no desperdicie recursos, que aproveche al m¨¢ximo la tecnolog¨ªa y que tenga presente que hay que adaptarse al futuro que ya est¨¢ cambiando todo. Con esta premisa se han reunido representantes de m¨¢s?de 105 pa¨ªses en el congreso Smart City In Focus celebrado en Yinchuan, una ciudad casi desconocida situada al norte de China que busca liderar este proyecto en el gran pa¨ªs asi¨¢tico, y organizado por TM Forum ¡ªquien invit¨® a este diario¡ª. ?

La cumbre de Smart City Yinchuan buscar centrar el debate en: ?qu¨¦ necesitan los residentes de una ciudad inteligente?

El concepto de ciudad inteligente se pierde muchas veces en su transversalidad. ?C¨®mo y cu¨¢ndo se puede definir a una ciudad como inteligente? Ante las miles de opciones posibles, la cumbre de Yinchuan ha buscado centrar el debate en un nuevo aspecto: ?qu¨¦ necesitan los residentes de una ciudad inteligente? Con este punto de partida, m¨¢s de 60 ponentes han desgranado algunas de las ideas que triunfan en sus urbes para inspirar al resto del planeta. Van desde ahorrar en las facturas, potenciar transportes p¨²blicos m¨¢s r¨¢pidos, crear aplicaciones para hacer todos los tr¨¢mites oficiales desde el m¨®vil hasta ofrecer datos abiertos para la creaci¨®n de empresas. ??

Ahorrar en la factura de luz

Espa?a es el quinto pa¨ªs europeo donde m¨¢s cara es la electricidad, seg¨²n el Eurostat, y su coste ha subido un 83,2% desde 2003, seg¨²n la CNMC. Adem¨¢s, casi la mitad de los consumidores declara no entender la factura de la luz que, tambi¨¦n, sigue subiendo: un 10% en los ¨²ltimos cuatro a?os. ?Se podr¨ªa solucionar todo esto si supi¨¦ramos en tiempo real cu¨¢nto consumimos, en qu¨¦ lo gastamos y en qu¨¦ momento del d¨ªa ahorrar¨ªamos m¨¢s energ¨ªa y dinero? Eso cree el Gobierno brit¨¢nico, que acaba de lanzar su campa?a Smart Meters (contadores inteligentes) con la que pretenden instalar 53 millones de contadores inteligentes en Inglaterra, Gales y Escocia. Se han dado de plazo hasta 2020 para llegar a todos los hogares de la isla; de momento solo llevan cuatro millones. "Queremos darle a la gente un control real sobre la energ¨ªa que est¨¢ usando, ayudarle a entender sus facturar y permitirle ver cu¨¢nto le cuesta la energ¨ªa que gasta", asegura Rob Smith, el portavoz de Smart Energy GB encargado de explicar el proyecto en Yinchuan.

El proceso es sencillo: los nuevos contadores se instalar¨¢n de forma gratuita en todos los hogares, que recibir¨¢n un dispositivo ¡ªsimilar a una tableta¡ª donde podr¨¢n ver en tiempo real lo que est¨¢n gastando en luz y gas y en qu¨¦ coste se traduce este consumo de energ¨ªa. La aplicaci¨®n, que no necesita WiFi, sino que funciona con ondas de radio, muestra tambi¨¦n los gr¨¢ficos de uso y gasto por d¨ªa, semana o mes y comunica al proveedor de energ¨ªa el consumo exacto, no estimado.

?"Si el consumidor puede identificar cu¨¢ndo est¨¢ gastando demasiado puede tomar medidas para cambiarlo, hasta ahora no se pod¨ªa porque en la factura no se especificaba. Adem¨¢s, tambi¨¦n sirve para ense?ar a los ni?os lo que ganas cuando apagas la luz", bromea Smith. Instalar estos contadores no es obligatorio, as¨ª que, aunque sean gratuitos, el gran desaf¨ªo del Gobierno brit¨¢nico es concienciar a la poblaci¨®n de la necesidad de cambiar el consumo de energ¨ªa. Que, como recuerdan, no es ilimitada.

Llegar antes (y sin contaminar) al trabajo

Mejorar el tr¨¢fico de las ciudades es el eterno problema pendiente. Apostar por el transporte p¨²blico, reducir las emisiones de los coches particulares y favorecer a los ciclistas son los tres pivotes del mismo reto. En urbes tan masificadas como Nueva York, el asunto se convierte es prioritario. La soluci¨®n que ha desarrollado la administraci¨®n de Bill de Blasio est¨¢ en los autobuses. "Lo primero es que van a ser todos el¨¦ctricos", aseguraba Projjal Dutta, director de iniciativas sostenibles de Transporte de Nueva York.?

En 2014 ya se termin¨® de instalar un GPS en todos los buses de la flota, de manera que los usuarios pudieran consultar en una app el recorrido y la llegada del autob¨²s. Incluso, era posible recibir un mensaje cuando el autob¨²s se estuviera aproximando. Pero, el proyecto ha avanzado todav¨ªa m¨¢s con la colocaci¨®n de sensores tambi¨¦n en los sem¨¢foros. As¨ª, el objetivo es que los buses alerten autom¨¢ticamente a los sem¨¢foros de cu¨¢ndo se est¨¢n acercando para que el verde se alargue o se anticipe. Esto sirve para priorizar su paso en las intersecciones y est¨¢ permitiendo reducir el tiempo de viaje en bus alrededor de un 20%, lo que ayuda a potenciar el uso del transporte p¨²blico.?

La decisi¨®n de Nueva York no es ¨²nica. En Copenhague ya se implantaron luces inteligentes en 380 sem¨¢foros para que priorizaran el tr¨¢nsito de buses y bicicletas sobre los coches en las intersecciones. Se esperaban reducir el tiempo de viaje entre un 5 y un 20% para los usuarios del autob¨²s y un 10% para los ciclistas.?En otras ciudades como Sydney (Australia) o Curitiba (Brasil) tambi¨¦n se han instalado sensores en los autobuses para comunicarse con los sem¨¢foros inteligentes y garantizar un tr¨¢fico m¨¢s fluido y r¨¢pido.

Tel Aviv (Israel) decidi¨® cambiar su rumbo despu¨¦s de una encuesta ciudadana en la que la mayor¨ªa de los residentes aseguraban que amaban la ciudad, pero detestaban al Ayuntamiento. A partir de esa revelaci¨®n naci¨® DigiTel en 2013, una aplicaci¨®n de m¨®vil con la que los ciudadanos pod¨ªan pagar el agua y las facturas municipales, registrarse para una plaza en la escuela p¨²blica, pedir permiso de aparcamiento o enviar fotos de baches y carreteras en mal estado. Adem¨¢s, la app?¡ªdescargada por 30.000 personas seg¨²n el municipio¡ª ofrec¨ªa restaurantes cercanos o aparcamientos de bicicletas y coches, seg¨²n la localizaci¨®n.?

El Ayuntamiento tambi¨¦n ofrece a los ciudadanos una tarjeta de residente con la que pueden acceder a un perfil personal en la web donde reciben notificaciones (carreteras cortadas o cambios de l¨ªneas de autobuses) y se benefician de promociones. "Si tienes esta tarjeta puedes acceder gratis a las piscinas durante la ¨²ltima semana del verano o asistir a eventos culturales privados. El objetivo es mejorar el compromiso con los ciudadanos", se?ala Zohar Sharon, jefe de informaci¨®n y conocimiento del Gobierno municipal.

Muy lejos de Israel, el Ayuntamiento de Palo Alto en California tambi¨¦n lanz¨® en junio una aplicaci¨®n similar que permit¨ªa a los ciudadanos comunicar incidentes y acceder a servicios locales en cualquier momento del d¨ªa y de la semana. "No queremos que vayan al Ayuntamiento, queremos que puedan contactar con nosotros a trav¨¦s del m¨®vil", ha asegurado Jonathan Reichental, responsable de informaci¨®n de Palo Alto.?

Dar ideas para nuevas empresas

El almacenamiento de millones de datos en la nube, lo que se conoce como Big Data, tiene infinitas posibilidades y un gran problema: que muy pocos ciudadanos saben exactamente qu¨¦ es y para qu¨¦ sirve. Un estudio realizado por The Vodafone Institute da la clave: los ciudadanos est¨¢n de acuerdo en que se usen sus datos si eso les reporta alg¨²n beneficio a ellos o a la sociedad en general. Y es ah¨ª donde quieres influir algunos Gobiernos, como el de Tampere, en Finlandia.

Son datos agregados donde es imposible identificar a los individuos, pero que pueden servir para inspirar negocios

Este Ayuntamiento ha decidido recolectar los datos de sus ciudadanos pertenecientes al tr¨¢fico, la posici¨®n geogr¨¢fica, el turismo, el presupuesto de la ciudad y el consumo. Se trata de datos agregados, donde la cantidad es tan inmensa que resulta imposible identificar a ning¨²n individuo, pero que pueden marcar tendencias, dar una visi¨®n de conjunto o c¨®mo pretenden desde el Ayuntamiento: crear oportunidades de negocio.

"Son datos an¨®nimos, que antes solo eran nuestros y ahora son informaci¨®n p¨²blica y abierta. Ya han servido para crear alguna?start-up?e iniciativa dirigida por ciudadanos¡±, ha explicado Jarkko Oksala, jefe de informaci¨®n de Tampere, ante los 500 asistentes del congreso de Yinchuan. Uno de estos ejemplos es Vainuu, una plataforma que aglutina las opiniones sobre las empresas y en funci¨®n de ellas identifica posibles compradores ¡ªpara la compa?¨ªa que contrate sus servicios¡ª en el momento exacto.

Un caso de ¨¦xito: incrementar las opciones de trabajo en San Quint¨ªn, Francia

La representaci¨®n de Francia en Yinchuan corr¨ªa a cargo de San Quint¨ªn una peque?a ciudad de apenas 60.000 habitantes. Su alcaldesa, Fr¨¦d¨¦rique Macarez, hab¨ªa viajado 7.651 kil¨®metros hasta una localidad mucho m¨¢s poblada que la suya, pero casi igual de desconocida, para contar a todos los representantes de grandes urbes, empresas e instituciones del mundo que el cambio tambi¨¦n se puede iniciar en peque?o.

Macarez lleva apenas un a?o como alcaldesa (12 de experiencia en el Ayuntamiento), pero tiene claro la senda que persigue: "Tenemos que preparar el futuro de la gente. El trabajo de nuestros hijos no va a tener nada que ver con el nuestro, tenemos que formarles para eso", explicaba a EL PA?S.

Con ese objetivo, ha tomado varias decisiones a todos los niveles educativos: inaugurar un festival de rob¨®tica para ni?os en el que puedan durante una semana crear sus propios robots; realizar varias jornadas en los colegios e institutos con expertos de empresas en programaci¨®n; intercambios de pr¨¢cticas con f¨¢bricas que utilicen robots; abrir un nuevo grado en la universidad sobre 'Robot digitales', y, por ¨²ltimo, ofrecer cursos para las personas en paro sobre programaci¨®n inform¨¢tica.

"En Francia tenemos mucha gente sin empleo y, al mismo tiempo, recibo solicitudes de muchas empresas que necesitan ingenieros expertos en rob¨®tica y programaci¨®n. ?Entonces cu¨¢l es mi deber? Ofrecer la posibilidad de formarse en esto", declara Macarez.