Vuelven a China las bicicletas que hacen sudar
Mobike lanza en Shangh¨¢i y Pek¨ªn un innovador sistema de pr¨¦stamo privado de bicicletas para mejorar la salud de la poblaci¨®n y reducir atascos y contaminaci¨®n. Ofo se suma a la guerra desde las universidades
En el imaginario colectivo occidental, que se actualiza con retraso y tarda en reflejar la realidad de territorios lejanos, China todav¨ªa es el pa¨ªs de las bicicletas. Sin embargo, la segunda potencia mundial cuenta ya con 190 millones de autom¨®viles privados y m¨¢s de 280 millones de veh¨ªculos motorizados que provocan atascos de proporciones ¨¦picas y elevan los preocupantes niveles de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica del pa¨ªs. A pesar de ello, no se puede negar que el gigante asi¨¢tico sigue siendo el pa¨ªs con mayor n¨²mero de bicicletas del mundo. No obstante, la mayor¨ªa -entre 350 y 500 millones seg¨²n diferentes estimaciones- son el¨¦ctricas. A diferencia del tipo m¨¢s extendido en Occidente, en el que un motor sirve de asistencia al pedaleo en las condiciones m¨¢s extenuantes, en China act¨²an como motocicletas y no requieren de ning¨²n esfuerzo por parte del usuario.
Sin embargo, ahora una empresa quiere lograr que la poblaci¨®n m¨¢s nutrida del mundo vuelva a pedalear. Se trata de Mobike, una start-up que est¨¢ llenando de bicicletas metalizadas con ruedas de un vistoso color naranja las calles de Shangh¨¢i y de Pek¨ªn. La empresa no confirma cu¨¢ntas tiene ¡°porque todav¨ªa es un proyecto muy nuevo¡±, pero salta a la vista que ya son miles. De hecho, se han convertido ya en un elemento habitual tanto en la capital econ¨®mica de China, donde se pusieron en marcha en abril, como en el centro pol¨ªtico del pa¨ªs, que hace un mes se convirti¨® en la segunda megal¨®polis en la que opera.
Mobike es un servicio que se controla por completo desde el ¡®smartphone¡¯, y que permite moverse sin ataduras de ning¨²n tipo por la ciudad
Y es f¨¢cil entender el porqu¨¦ de su ¨¦xito. Mobike es el no va m¨¢s de la movilidad, en todos los sentidos. Es un servicio que se controla por completo desde el smartphone, y que permite moverse sin ataduras de ning¨²n tipo por la ciudad. A diferencia de la mayor¨ªa de proyectos p¨²blicos de alquiler de bicicletas, sus veh¨ªculos se pueden coger por toda la ciudad y se pueden dejar en destino, sin necesidad de buscar un aparcamiento espec¨ªfico. ¡°Queremos que sea un servicio realmente ¨²til que sirva para solucionar algunos de los problemas de movilidad que sufren las grandes ciudades chinas¡±, comenta el consejero delegado de la compa?¨ªa, Wang Xiaofeng, que anteriormente dirigi¨® Uber en Shangh¨¢i y que, seg¨²n diferentes fuentes, ya ha logrado unos 100 millones de euros de capital para Mobike.
El sistema funciona de forma muy sencilla. Despu¨¦s de darse de alta en el servicio -para lo que es necesario proporcionar el carn¨¦ de identidad o el pasaporte-, el usuario abona online un dep¨®sito de 299 yuanes (40 euros), adem¨¢s del importe que quiera sumar a su cuenta. Eso le proporciona cien puntos en su particular carn¨¦ de conducir. Las infracciones descuentan diferentes cantidades: por ejemplo, aparcar en zona prohibida resta 20 puntos; hacerlo dos veces seguidas supone la suspensi¨®n del servicio durante una semana; y, l¨®gicamente, quien llegue a cero -un castigo que se impone inmediatamente a quienes utilicen candados propios o pierdan el veh¨ªculo- ya no podr¨¢ volver a utilizar el servicio. En el lado positivo, cada viaje sin incidencias suma un punto. Adem¨¢s, existe otra curiosa manera de mejorar el cr¨¦dito como conductor: chivarse de las infracciones que cometen otros dando parte de las mismas con el n¨²mero de la bicicleta en cuesti¨®n.
Las infracciones descuentan diferentes cantidades: por ejemplo, aparcar en zona prohibida resta 20 puntos; hacerlo dos veces seguidas supone la suspensi¨®n del servicio durante una semana
Los puntos son relevantes porque determinan el precio del servicio. Siempre que se cuente con m¨¢s de 80, solo hay que pagar un yuan (13 c¨¦ntimos de euro) por cada media hora de uso de la bicicleta. Y para encontrarla no hay m¨¢s que abrir la aplicaci¨®n en el m¨®vil, ver el mapa las que est¨¢n cerca, reservar la que nos interesa, e ir a por ella -en un m¨¢ximo de 15 minutos- guiados por el GPS. Una vez en las inmediaciones, se puede utilizar un timbre espec¨ªfico para determinar cu¨¢l es, y luego solo hay que apretar el bot¨®n de desbloquear para que se abra el candado que inmoviliza la rueda trasera.
Una vez en destino, basta con cerrar el candado para finalizar la sesi¨®n y mirar la app para ver diferentes variables del viaje: el precio que se ha cobrado, el recorrido que se ha realizado y la distancia que se ha cubierto, e incluso las calor¨ªas que el usuario ha quemado. ¡°Es un servicio que, adem¨¢s de resultar ¨²til, sirve para mejorar la forma f¨ªsica y reducir tanto el tr¨¢fico como la contaminaci¨®n¡±, explica Wang. Sin embargo, algunos usuarios en diferentes foros se preguntan si esa ¨²ltima no es labor del Gobierno. ¡°Creemos que es una responsabilidad compartida con el sector privado y la propia ciudadan¨ªa¡±, replica Wang.
Sin duda, Mobike cuenta con el benepl¨¢cito del Partido Comunista. ¡°Si elegimos Shangh¨¢i como lugar de lanzamiento fue porque es una ciudad mejor preparada para las bicicletas, en la que existen muchas zonas blancas para su estacionamiento -tantas que se pueden dejar casi en todas las aceras de la ciudad-. Adem¨¢s, el Gobierno se ha comprometido a aumentar el n¨²mero de aparcamientos, y analizar¨¢ nuestros datos de uso para decidir d¨®nde son m¨¢s necesarios¡±, cuenta el directivo.
Otro de los elementos que diferencian a Mobike del resto de servicios similares es el dise?o de las propias bicicletas
Otro de los elementos que diferencian a Mobike del resto de servicios similares es el dise?o de las propias bicicletas, que tienen poco que ver con las tradicionales. En primer lugar, incorporan ruedas de caucho s¨®lido, de forma que no hay aire en su interior. Eso elimina el problema de los pinchazos y reduce considerablemente la necesidad de mantenimiento. En segundo lugar, tampoco tienen cadena. En su lugar, se ha instalado un sistema de transmisi¨®n por card¨¢n (un componente mec¨¢nico) que resulta limpio, porque va escondido tras una cubierta de acero inoxidable, resulta m¨¢s barato, y tambi¨¦n reduce las reparaciones que requiere la bicicleta. En total, Mobike considera que sus veh¨ªculos no necesitar¨¢n ning¨²n mantenimiento en cinco a?os.
Claro que tambi¨¦n tienen sus inconvenientes. En primer lugar, cada bicicleta pesa nada menos que 25 kilos, 12 m¨¢s que una tradicional. El sill¨ªn no es ajustable, raz¨®n por la que todos los usuarios que midan m¨¢s de 175 cent¨ªmetros de altura lo sentir¨¢n bajo. Y no hay marchas, lo cual, sumado a la tracci¨®n del card¨¢n, dificulta su uso en pendientes relativamente pronunciadas. Afortunadamente, los frenos son eficientes y el timbre funciona, aunque el hecho de que no cuente con luces ni se requiera alg¨²n tipo de protecci¨®n personal para utilizar las bicicletas provoca ciertas dudas sobre su seguridad. En cualquier caso, el casco es todav¨ªa un elemento ajeno a la inmensa mayor¨ªa de los conductores de veh¨ªculos de dos ruedas en el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo.
En un principio, la empresa sufri¨® una oleada de robos con la que ya contaba, y que fue solucionada r¨¢pidamente gracias al gps y a la intervenci¨®n de la Polic¨ªa
Luego est¨¢n los problemas relacionados con la falta de civismo, que Wang reconoce que son los m¨¢s importantes y dif¨ªciles de atajar. En un principio, la empresa sufri¨® una oleada de robos con la que ya contaba, y que fue solucionada r¨¢pidamente gracias al GPS y a la intervenci¨®n de la Polic¨ªa. Pero m¨¢s dif¨ªcil es, incluso con el sistema de puntos, lograr eliminar comportamientos como los de usuarios que guardan las bicicletas en sus casas o en aparcamientos privados, o el de quienes las utilizan fuera de las zonas permitidas. ¡°Son problemas sociales que, una vez solucionados, permitir¨¢n la explotaci¨®n de todo el potencial del negocio¡±, sentencia Wang.
No es el ¨²nico que piensa as¨ª. De hecho, Mobike ha abierto una v¨ªa por la que ya se ha colado Didi Chuxing, la empresa de alquiler de coches con conductor que quiere adquirir Uber. Es lo que se deduce de la inversi¨®n que ha hecho en Ofo, otra start-up que ha logrado reunir 120 millones de euros y que cuenta ya con 1,5 millones de usuarios -sobre todo estudiantes y profesores- que realizan medio mill¨®n de viajes diarios en las 20 ciudades chinas en las que est¨¢ presente. De momento sus bicicletas, que son del estilo tradicional con ruedas hinchables y transmisi¨®n por cadena, se concentran sobre todo en campus universitarios y son utilizadas en trayectos cortos. Pero Ofo ya busca extender sus tent¨¢culos para competir con Mobike.
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