Leer un libro sin pasar una sola p¨¢gina
Este nuevo dispositivo, dise?ado por el MIT, podr¨ªa emplearse para el an¨¢lisis de objetos arqueol¨®gicos y obras de arte
La capacidad de leer un libro sin tener que abrirlo parece un poder de superh¨¦roe sin demasiadas aplicaciones pr¨¢cticas. Sin embargo, cualquier arque¨®logo se morir¨ªa por tener esta habilidad y poder revelar con ella los textos contenidos en libros y pergaminos cuyo estado de conservaci¨®n es demasiado precario para poder ser le¨ªdos pasando una a una sus p¨¢ginas.
Esto es lo que ha logrado un grupo de ingenieros del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en ingl¨¦s) y el Instituto Tecnol¨®gico de Georgia al crear un dispositivo que permite detectar los caracteres escritos en las p¨¢ginas de un libro cerrado. Estos investigadores han construido un prototipo y descrito su funcionamiento en un art¨ªculo publicado en la revista cient¨ªfica Nature Communications.
Para poder ver a trav¨¦s de las hojas del libro, el aparato emplea un tipo de luz llamada radiaci¨®n de terahercios. Se trata de una tecnolog¨ªa similar a la que usan los esc¨¢neres de los aeropuertos de ¨²ltima generaci¨®n. Las ondas de terahercios son invisibles al ojo humano y se encuentran entre la radiaci¨®n infrarroja y las microondas en el espectro electromagn¨¦tico. La radiaci¨®n en este rango tiene la capacidad de penetrar ciertos materiales como el papel, la ropa o la madera.
Se trata de una tecnolog¨ªa similar a la que usan los esc¨¢neres de los aeropuertos de ¨²ltima generaci¨®n
El nuevo dispositivo es capaz de detectar c¨®mo la radiaci¨®n es reflejada por las variaciones en la estructura y composici¨®n del objeto analizado. Para ello se proyecta un haz de esta radiaci¨®n hacia el libro o documento. Las capas de aire entre las p¨¢ginas y la tinta en la superficie del papel hacen rebotar parte de la radiaci¨®n, la cual puede ser recogida por una c¨¢mara especial que captura una imagen. A partir de esta imagen, un programa inform¨¢tico emplea un algoritmo creado por los investigadores para interpretar los caracteres observados, que pueden estar invertidos o superpuestos con los de otras p¨¢ginas, para leer el texto de cada p¨¢gina.
Para probar su dispositivo los cient¨ªficos utilizaron un peque?o libreto de nueve p¨¢ginas al que hab¨ªan retirado la cubierta. ¡°Utilizamos una serie de p¨¢ginas superpuestas pero no creemos que el que no tuvieran cubierta constituya una limitaci¨®n importante. Si la cubierta est¨¢ hecha de cart¨®n puede ser reconocida en el dominio temporal y la se?al puede ser filtrada¡±, explica Barmak Heshmat, uno de los autores del art¨ªculo e investigador en el MIT Media Lab.
Los investigadores utilizaron t¨¦cnicas similares para encontrar la firma de Goya oculta bajo varias capas de pintura y barniz en 'El sacrificio de Vesta'
Seg¨²n el autor principal del art¨ªculo, Albert Redo, este es tan s¨®lo un ejemplo de lo que la tecnolog¨ªa de im¨¢genes por terahercios puede hacer. En un trabajo publicado en 2013, Redo y sus colaboradores utilizaron t¨¦cnicas similares para encontrar la firma de Goya oculta bajo varias capas de pintura y barniz en la pintura El sacrificio de Vesta, que se atribu¨ªa al pintor espa?ol pero cuya autor¨ªa no hab¨ªa podido ser confirmada. En el este caso, la firma hab¨ªa sido realizada en carboncillo y cubierta por una capa de barniz que se oscureci¨® con el paso del tiempo ocult¨¢ndola a la vista. La radiaci¨®n de terahercios resulta especialmente ¨²til en casos como este gracias a que ¡°es sensible tanto a la composici¨®n qu¨ªmica como a la profundidad a la que se encuentra el objeto observado, permitiendo una resoluci¨®n de hasta diez micras [una micra equivale a 0,001 mil¨ªmetros] de precisi¨®n¡±, seg¨²n explica Redo.
Actualmente Redo se concentra en las aplicaciones industriales de esta tecnolog¨ªa como m¨¦todos no destructivo en el control de calidad. Gracias a ella es posible detectar la presencia de defectos en un objeto sin da?arlo. Esto resulta especialmente ¨²til si el coste de producci¨®n de la pieza que se desea analizar es elevado.
Varios museos, incluyendo el Metropolitan Museum of Art de Nueva York y el Harvard Art Museum en Boston, se han interesado ya por la tecnolog¨ªa presentada por Redo y sus colaboradores dado su potencial uso en la conservaci¨®n e interpretaci¨®n de documentos hist¨®ricos.
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