Robots, la nueva revoluci¨®n informativa

De forma callada, las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢n sentando las bases para dejar atr¨¢s la era de la comunicaci¨®n de masas. El Internet social ¡ªel de Facebook, Twitter, YouTube, LinkedIn, Instagram y Pinterest¡ª ha hecho que la comunicaci¨®n directa sustituya a la emisi¨®n unidireccional de contenido. Este cambio de paradigma est¨¢ afectando tambi¨¦n, y de forma muy profunda, a los medios de comunicaci¨®n.

Dando un paso m¨¢s en el camino de innovaci¨®n que le ha convertido en l¨ªder mundial de los diarios en espa?ol, EL PA?S lanza una aplicaci¨®n de mensajes personalizados en Twitter. El resultado del desarrollo de la empresa Audiense es un programa ¡ªun robot¡ª que interact¨²a con el lector, que responde a sus preguntas con una serie de par¨¢metros preestablecidos. No es que el robot en cuesti¨®n pueda llevar a cabo conversaciones propias, aut¨®nomas y complejas. Su funci¨®n es informar, sin m¨¢s. Pero s¨ª puede seleccionar y enviar informaci¨®n de los temas que al lector m¨¢s le interesen.

Por ejemplo, esta es una conversaci¨®n real. Se inicia mandando un mensaje privado a la cuenta de EL PA?S en Twitter, @el_pais.

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Una nueva era

EL PA?S cumpli¨® en mayo 40 a?os. Cuando naci¨®, Internet, por supuesto, no exist¨ªa. Entonces, la ¨²nica forma de informar a los ciudadanos era distribuir las noticias de forma masiva: en diarios impresos y repartidos por unas rutas determinadas o a trav¨¦s de las ondas de radio y televisi¨®n. Tampoco cambi¨® mucho ese modelo al principio del medio digital. El diario public¨® su primera noticia en la Red en 1996. Llegar¨ªan luego largos a?os en que este peri¨®dico, como todos los otros, simplemente ten¨ªa un portal digital, entendido como un lugar al que el internauta deb¨ªa asomarse desde un ordenador para leer las noticias.

De ah¨ª, la importancia que las portadas que los grandes diarios tienen en la Red. Son, en realidad, una primera p¨¢gina, donde los editores de un diario seleccionan las noticias y las im¨¢genes m¨¢s valiosas y relevantes para ofrecer criterio al lector.

Y aunque una gran cantidad de recursos se destina l¨®gicamente a elaborar esas portadas, la audiencia de los grandes medios ha aumentado el consumo de noticias por sus propios medios: en buscadores, compartiendo en redes y pasando mensajes de WhatsApp, por ejemplo. En consecuencia, m¨¢s de la mitad de las lecturas que registramos hoy en los grandes diarios provienen de sitios que no son la portada del peri¨®dico.

Los medios de comunicaci¨®n ya no controlamos la distribuci¨®n de las noticias, es un hecho. El paso l¨®gico de aquellos que lideran la transformaci¨®n digital, como The New York Times, The Guardian, Die Welt o EL PA?S, ha sido aliarse con las empresas que gestionan redes sociales, que conocen bien a sus usuarios, para llegar hasta ellos.

En julio ya lanzamos un robot de conversaci¨®n en Facebook, que dialoga con el lector a trav¨¦s de su servicio de mensajer¨ªa y manda alertas de forma regular, seg¨²n se publican noticias del asunto que m¨¢s interesa al lector. Desde ayer, ponemos al servicio de los lectores un sistema similar en Twitter, una red social con un gran valor para la distribuci¨®n y el consumo de noticias.

Conversar para informarse

En realidad estos robots no son m¨¢s que desarrollos inform¨¢ticos con sistemas binarios que se conectan a EL PA?S, detectan cuando se publica una noticia que pueda interesar al lector y se la env¨ªan por mensaje privado. Es la personalizaci¨®n m¨¢xima de la oferta informativa, que adopta la forma aparente de una conversaci¨®n.

Hace s¨®lo una d¨¦cada hubiera parecido ciencia ficci¨®n. Hoy es el camino que podemos y debemos recorrer los medios: localizar al lector, preguntarle sus intereses, prever las horas en que va a poder leer noticias. No hay m¨¢s opci¨®n. La personalizaci¨®n de los diarios no es el futuro. Es de hecho una realidad muy presente.