?Cu¨¢l es la verdadera raz¨®n de que no podamos dejar Facebook?
A lo mejor es porque nos permite juzgar a los amigos
Facebook anunciaba recientemente que ha superado los 2.000 millones de usuarios mensuales. Esto convierte la suya en una ¡°poblaci¨®n¡± mayor que las de China, M¨¦xico y Jap¨®n juntas. Su popularidad y, con ella, la influencia que tiene en la sociedad, est¨¢ fuera de duda. Pero para muchos, la experiencia de utilizarlo fluct¨²a de hecho entre lo adictivo y lo irritante. Nuestra nueva investigaci¨®n muestra que esto se debe a algo muy sencillo, relacionado con los dem¨¢s y con lo que sentimos hacia ellos.
Para el presidente de Facebook, Mark Zuckerburg, y sus colaboradores el esp¨ªritu del sitio est¨¢ claro. Aspira a ¡°permitir que los usuarios establezcan comunidades y acerquen el mundo¡±. Al ofrecer a los individuos la oportunidad de conectar con amigos y compartir contenido significativo, su objetivo es el de fortalecer las relaciones y los lazos comunitarios.
El hecho de que esta sea una imagen muy idealizada de la sociedad no ha impedido que el sitio prospere. Sin embargo, el examen de lo que los usuarios hacen realmente en esta red, c¨®mo se relacionan unos con otros y lo que piensan del comportamiento de amigos y conocidos, muestra que la verdad es mucho m¨¢s compleja.
Observadores silenciosos
Facebook refleja la din¨¢mica oculta en todas las relaciones humanas reales. Al igual que en la vida corriente, las personas intentan abrirse y relacionarse y, al mismo tiempo, solventar las fricciones cotidianas de la amistad
Estudiamos y entrevistamos selectivamente a una red de m¨¢s de 100 usuarios de Facebook. Nuestras conclusiones muestran que seguimos accediendo a la red social y nos mantenemos conectados a otras personas a trav¨¦s de ella a pesar de que a menudo esas personas nos molesten o nos escandalicen. Pero en lugar de enfrentarnos a ellas o romper la amistad, seguimos utilizando Facebook para vigilarlas silenciosamente, y puede que hasta para disfrutar juzg¨¢ndolas.
En otras palabras, Facebook refleja la din¨¢mica oculta en todas las relaciones humanas reales. Al igual que en la vida corriente, las personas intentan abrirse y relacionarse y, al mismo tiempo, solventar las fricciones cotidianas de la amistad.
Una de las cosas m¨¢s destacables que descubrimos en nuestra investigaci¨®n fue el elevado n¨²mero de personas que afirmaban que a menudo se sent¨ªan escandalizadas por lo que sus amigos colgaban. El tipo de cosas consideradas ofensivas variaba desde las opiniones pol¨ªticas extremistas o expresadas de manera radical (racismo, homofobia, opiniones pol¨ªticas partidistas) hasta compartir en exceso las rutinas diarias o los actos de autopropaganda involuntaria.
Por ejemplo, una de las participantes confesaba ¡°pasarlo especialmente mal con los comentarios que defienden las armas¡±:
Un elevado n¨²mero de personas afirman que a menudo se sent¨ªan escandalizadas por lo que sus amigos cuelgan. El tipo de cosas consideradas ofensivas var¨ªa desde las opiniones pol¨ªticas extremistas o expresadas de manera radical hasta compartir en exceso las rutinas diarias o los actos de autopropaganda involuntaria
"De verdad que desear¨ªa que las armas fuesen mucho menos accesibles y estuviesen menos mitificadas en la cultura estadounidense. En todo caso, no me parece que Facebook sea el lugar preferido para escuchar puntos de vista opuestos, de modo que en general no hago caso a los comentarios de esa naturaleza".
En el otro extremo del espectro estaba esta otra entrevistada:
"Le escrib¨ª a una amiga que mi ni?a de dos a?os ya contaba hasta 40 y se sab¨ªa el alfabeto en tres idiomas. Esto hizo que un contacto de Facebook escribiese de manera pasiva agresiva en su muro sobre los padres extremadamente competentes que se pasan todo el tiempo presumiendo de sus hijos. Me dieron ganas de quitarla de la lista de amigos despu¨¦s de ese incidente".
?Por qu¨¦ soportamos esto?
La raz¨®n de que estas reacciones fuesen tan frecuentes estaba en diversos factores espec¨ªficos del tipo de tecnolog¨ªa de las comunicaciones que Facebook representa. En primer lugar, la diversidad espec¨ªfica que existe entre las redes digitales de las personas. Es decir, la diversidad creada por personas de diferentes partes de la vida de cada uno agrupadas en un mismo espacio.
En Facebook uno escribe un mensaje sin saber exactamente qui¨¦n va a leerlo, pero a sabiendas de que seguramente entre la audiencia habr¨¢ personas de diversas partes de la vida de uno que tienen valores y creencias diferentes. En las conversaciones cara a cara es probable que cada uno hable con el suegro, los compa?eros de trabajo o los amigos del colegio en contextos separados, usando diferentes estilos de comunicaci¨®n. En cambio, en Facebook, todos ver¨¢n el mismo lado de cada uno, adem¨¢s de poder ver las opiniones de las personas con las que se relaciona.
A pesar de todo, ninguno de los participantes en el estudio declar¨® haber reducido el uso de Facebook debido a la frecuente indignaci¨®n que experimentaban al usarlo
Esto significa que se entablan conversaciones personales de un modo mucho m¨¢s p¨²blico que antes, y que los valores posiblemente diferentes de estos amigos diversos pueden entrar muy f¨¢cilmente en conflicto. Pero la naturaleza de los lazos que pueden establecerse en Facebook hace que a menudo los usuarios sean incapaces de desligarse de aquellos a los que consideran molestos u ofensivos de este modo.
Por ejemplo, si un compa?ero de trabajo o un familiar nos molesta, es probable que por razones de deber o responsabilidad familiar no queramos quitarlos de la lista de amigos. En vez de eso, los usuarios suelen hacer cambios discretos en los ajustes de la red para evitar que las opiniones que consideran ofensivas aparezcan en su canal, sin provocar muestras externas de conflicto con otras personas.
Como explicaba un entrevistado:
"Recuerdo que retir¨¦ de la lista de amigos a una persona (amiga de un amigo) porque no hac¨ªa m¨¢s que colgar sus opiniones pol¨ªticas, que son completamente opuestas a las m¨ªas. Me frustraba, porque no la conoc¨ªa lo suficiente como para 'picar' y responder a sus comentarios, y porque adem¨¢s no quer¨ªa manifestarlo en un foro p¨²blico".
Sin embargo, ninguno de los participantes en el estudio declar¨® haber reducido el uso de Facebook debido a la frecuente indignaci¨®n que experimentaban al usarlo. Por el contrario, podemos conjeturar, es esta oportunidad de criticar ligeramente el comportamiento de nuestros conocidos lo que nos atrae del sitio.
Similar a la experiencia de ¡°ver para odiar¡± programas de televisi¨®n que no nos gustan porque disfrutamos burl¨¢ndonos de ellos, esta puede considerarse una ligera forma de ¡°leer para odiar¡±. Entrar en Facebook puede darnos la oportunidad de indignarnos (o quiz¨¢ solo picarnos un poco) ante las opiniones desinformadas y el comportamiento idiosincr¨¢sico de otros. Y eso proporciona una sorprendente cantidad de placer.
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