La NASA busca hacer ¡®silenciosos¡¯ los vuelos supers¨®nicos
La agencia acaba de poner en marcha el proceso para construir un avi¨®n que demuestre que esto es posible
Uno de los principales problemas que tuvo el Concorde fue el del excesivo ruido que provocaba en tierra cuando volaba m¨¢s r¨¢pido que el sonido, algo que llev¨® a que las autoridades estadounidenses prohibieran en 1973 los vuelos supers¨®nicos sobre el pa¨ªs.
Esta misma prohibici¨®n fue tambi¨¦n uno de los factores que contribuy¨® a que el Boeing 2707, el equivalente estadounidense del Concorde, no pasara de la mesa de dise?o.
Pero si la NASA se sale con la suya quiz¨¢s en unos a?os veamos en vuelo aviones supers¨®nicos libres del estampido s¨®nico que lastr¨® al Boeing 2707 y al Concorde.
Para ello tiene en marcha el proyecto Quiet Supersonic Technology, de Tecnolog¨ªa Supers¨®nica Silenciosa, o QueSST, que se podr¨ªa traducir por B¨²squeda, que tiene precisamente como objetivo demostrar que es posible crear aviones como esos. SST, adem¨¢s, son las iniciales de Super Sonic Transport, transporte supers¨®nico.
Y tras a?os de pruebas con modelos de ordenador y con modelos a escala en t¨²neles de viento acaba de poner en marcha el procedimiento para la construcci¨®n de un avi¨®n que demuestre esto en la pr¨¢ctica. El avi¨®n se unir¨¢ a la serie de los aviones X, que desde hace d¨¦cadas han sido usados para hacer avanzar la tecnolog¨ªa aeron¨¢utica.
Este avi¨®n es capaz de volar a 1,4 veces la velocidad del sonido a 55.000 pies de altitud
Este avi¨®n, en cuyo dise?o ha colaborado Lockheed Martin, es el de un monoplaza de ala delta ¨Ctriangular, como la del Concorde¨C con un motor montado sobre el fuselaje y unos 10 metros de longitud, capaz de volar a 1,4 veces la velocidad del sonido a 55.000 pies de altitud, algo m¨¢s de 18 kil¨®metros.
La agencia est¨¢ convencida de que el dise?o del avi¨®n har¨¢ que las ondas sonoras se solapen de forma distinta de la que lo hac¨ªan con el Concorde de tal forma que el nivel sonoro del avi¨®n ser¨¢ 1.000 veces inferior, lo que podr¨ªa convencer a las autoridades para retirar la prohibici¨®n de vuelos supers¨®nicos sobre ¨¢reas pobladas.
De hecho, est¨¢ previsto que QueSST llegue a hacer pruebas ¨Csi todo va bien a principios de la pr¨®xima d¨¦cada¨C sobre hasta seis zonas habitadas para comprobar las bondades de su dise?o.
Pero en cualquier caso conseguir un avi¨®n supers¨®nico silencioso no es m¨¢s que una parte del problema: habr¨ªa que ver si el dise?o es escalable al tama?o de un avi¨®n de pasajeros y si su explotaci¨®n ser¨ªa econ¨®micamente viable. En el caso del Concorde nunca lo fue, y esto fue lo que lo mat¨®.
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