Demoday, la gran puesta en escena en Silicon Valley
Las incubadoras ense?an a presentar, comportarse y atraer atenci¨®n con control milim¨¦trico de la situaci¨®n
Silicon Valley tiene un m¨¦todo para todo. Bueno, en general, en Estados Unidos saben hacer un paso a paso para conseguir cualquier proceso. El elevator pitch es uno de esos mitos que se repiten. Se llama as¨ª a la recreaci¨®n de la presentaci¨®n de la empresa como si solo se tuviese el tiempo que dura un viaje en ascensor para convencer a un inversor. Por supuesto, las cosas no funcionan as¨ª. Antes de invertir se lleva a cabo un proceso de due diligence, algo as¨ª como una radiograf¨ªa profunda de la situaci¨®n y posibilidades de la empresa en cuesti¨®n. El elevator pitch sirve, en definitiva, para captar la atenci¨®n.
En las incubadoras se tiene la costumbre de hacer algo parecido a un acto de graduaci¨®n. Es el denominado Demoday. Cuando termina el proceso de aprendizaje y aceleraci¨®n de las startups escogidas, se hace una puesta en escena, parecida al teatro del ascensor. Hay dos grandes incubadoras, dos espacios m¨ªticos que fabrican mitos: Y Combinator, la m¨¢s deseada, 500 Startups, la que tiene una mirada algo m¨¢s abierta e internacional. La primera cuenta con un aval imbatible, de sus ense?anzas salieron lanzadas Stripe, Dropbox, Instacart o Airbnb. En la ¨²ltima edici¨®n de 500 startups nos llam¨® la atenci¨®n la idea de los espa?oles de WeFitter, que quieren hacer empleados m¨¢s productivos y sanos.
De YC (le¨ªdo guay-s¨ª, como se llama en el argot a Y Combinator) tenemos pendiente escribir de Hogaru y Beek, de Colombia y M¨¦xico respectivamente. Prometedoras.
Cada vez m¨¢s estos centros de lanzamiento al estrellato buscan novedades del mundo hispano. Platzi fue la primera startup de Am¨¦rica Latina en entrar. Hace apenas dos a?os ten¨ªan 120.000 estudiantes y 30 empleados. Tras salir lanzados cuentan con 42 personas en el equipo, oficinas en Bogot¨¢, Ciudad de M¨¦xico y San Francisco, as¨ª como 400.000 estudiantes activos. Con estos n¨²meros han conseguido la confianza de los inversores.
Christian Van der Henst, cofundador, recuerda c¨®mo fue su Demoday: Fue una colecci¨®n de nervios, fue graduarse como emprendedor en el ecosistema de Silicon Valley. Mi socio estaba practicando el pitch de la empresa constantemente, fue todo un fin de semana de entrenamiento. El equipo estaba ansioso y se sent¨ªa el esfuerzo que ven¨ªamos haciendo el ¨²ltimo mes del proceso. Los n¨²meros eran positivos, hab¨ªa cosas rotas que reparar y varios acab¨¢bamos de estrenar algunos cursos en ingl¨¦s¡±.
Como imagin¨¢bamos, nada qued¨® al azar: ¡°El d¨ªa antes, tuvimos un evento para los alumnos. Tienes la oportunidad de practicar con ellos y te dan cr¨ªticas muy valiosas para la preparaci¨®n. Tuvimos reuniones constantes con muchos de los socios que quer¨ªan ver si est¨¢bamos transmitiendo bien el mensaje. Respirar, hablar despacio, asegurarnos de compartir lo que quer¨ªamos lograr y entablar reuniones positivas con inversores, posibles socios y otros emprendedores¡±.
A pesar de los nervios, tiene un recuerdo positivo: ¡°fue enriquecedor. Tuvimos la suerte de aprender de grandes profesionales y transmitir la visi¨®n de Platzi para seguir nuestro camino. Los socios de YC trabajan d¨ªa y noche como si fueran parte de nuestra empresa mejorando nuestro discurso y optimizando cada detalle para que tengamos el mejor resultado posible¡±.
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