M¨ªriam Pena, una programadora en la cima de Silicon Valley

Se hizo el pasaporte para su primer trabajo. Su abuela no entend¨ªa muy bien por qu¨¦ se iba tan lejos. Tampoco entiende muy bien por qu¨¦ sigue al otro lado del mundo, pero ella tiene claro que aqu¨ª es donde su labor tiene crecimiento e impacto. M¨ªriam Pena, nacida en la localidad de Bueu, en Pontevedra, prefiere no dar su edad. Sabe que es uno de los requisitos de este medio, pero considera que guardar ese dato es uno de los aspectos que deben cambiar. ¡°No le di importancia hasta que llegu¨¦ a Estados Unidos y me di cuenta de que preguntar por el barrio, el colegio o detalles similares pueden definir tu etnia y llevar a discriminaci¨®n, tambi¨¦n de g¨¦nero¡±.

A finales de 2017 recibi¨® un reconocimiento inesperado: fue destacada como una de las ingenieras m¨¢s inspiradoras para seguir en 2018. Desde entonces, se ha comprometido a ser m¨¢s visible y mostrar tanto su labor, como la de otras mujeres que se dedican a la programaci¨®n.

Desde la azotea de AdRoll, la empresa donde trabaja, en pleno barrio de Mission y muy cerca de SOMA, los vecindarios con m¨¢s actividad creativa y tecnol¨®gica de San Francisco, explica c¨®mo lleg¨® hasta la capital de la innovaci¨®n, y el reconocimiento del que goza.

Pena es una rareza. Ingeniera Inform¨¢tica por la Universidad de A Coru?a, se especializ¨® muy temprano en Erlang, un lenguaje de programaci¨®n minoritario. Esta decisi¨®n ha marcado su carrera. Erlang se cre¨® hace m¨¢s de 30 a?os, como un proyecto de Ericsson en Suecia, y sigue siendo uno de los lenguajes de programaci¨®n usados por corporaciones y startups por igual.

Su primer empleo fue en Nomasystems, una empresa gallega con vocaci¨®n internacional. ¡°Eran pioneros en aplicaciones m¨®viles incluso antes de que fuese algo popular¡±, destaca. Entr¨® para participar en un proyecto de industria solar para recogida y gesti¨®n de datos. Esa es precisamente una de las virtudes del lenguaje que maneja, la capacidad de trabajar con cantidades ingentes de datos, en bloque.

En Nomasystems le ofrecieron irse a Egipto. Ella nunca hab¨ªa salido de Espa?a. ¡°Me recogieron con ch¨®fer. Era Ramad¨¢n y yo no sab¨ªa ni c¨®mo vestirme con tanto calor. Me trataron muy bien. Sent¨ª que pod¨ªa hacerlo bien y fue mi primera experiencia laboral hablando siempre en ingl¨¦s¡±, recuerda. De ah¨ª se fue a Suecia y descubri¨® el invierno del norte de Europa, otra experiencia para no olvidar: ¡°En diciembre era de noche todo el tiempo y vas con dos capas de ropa debajo. El cambio cultural y social siempre enriquece. Aprendes de otros m¨¦todos y formas. En Espa?a se ve mal si te vas a casa antes de las siete de la tarde. En Suecia, a las tres, todos fuera¡±.

Ah¨ª fue cuando dio un gran salto en su capacidad t¨¦cnica, sentada junto a uno de los creadores de Erlang: ¡°Aprend¨ª la importancia de la calidad del c¨®digo. Crec¨ª mucho en estructura y calidad¡±.

Volvi¨® a Espa?a para sumarse al equipo de Tuenti, para crear el chat de grupo. Fue uno de los grandes aciertos, la sensaci¨®n entre los entusiastas usuarios que ten¨ªa la red social l¨ªder en Espa?a en aquello momento. ¡°Lo recuerdo con cari?o por la especial conexi¨®n que ten¨ªamos con los usuarios. Sent¨ªas que estaban ah¨ª. Cuando ve¨ªas que usaban lo que creabas era gratificante. Si romp¨ªas algo, enloquec¨ªan en Twitter¡±.

Lleg¨® a San Francisco hace dos a?os, desde Dubl¨ªn, donde trabajaba en la misma compa?¨ªa, AdRoll, l¨ªderes en retargeting, como se llama en el sector a la publicidad basada en las b¨²squedas del usuario.

?Qu¨¦ hace de Erlang algo tan especial? ¡°Es un lenguaje funcional. No orientado a objetos. El problema de Erlang es que tiene una curva de aprendizaje muy alta. Es muy bueno para trabajar a escala, para gestionar millones de peticiones. Se usa menos c¨®digo y tiene un consumo menor¡±. Por eso no extra?a que no solo Tuenti lo utilizase, sino tambi¨¦n WhatsApp. Pena solo le ve ventajas: ¡°Gestionamos miles de pujas por publicidad en segundos, en todo el mundo. Se debe responder en milisegundos. Con este volumen no es solo necesario tomar la decisi¨®n buena, sino tambi¨¦n tomarla r¨¢pido¡±.

A lo largo de su carrera ha ido aprendiendo algunos consejos para mejorar y seguir motivada: ¡°Es mejor moverse por proyectos y aprovechar las oportunidades. Buscar un proyecto que te aporte y seguir en esa direcci¨®n. Para escoger algo, me importa mucho el equipo con el que trabajo. Procuro que sea con gente que admiro, de la que puedo aprender. Si no funciona, mu¨¦vete, pero no te quejes. En dos a?os deber¨ªas tener el dominio de lo que haces y cambiar. Si pasas m¨¢s de cuatro en algo ya est¨¢s acomodado¡±.

De Silicon Valley destaca muchas ventajas, como la formaci¨®n en habilidades que no se suelen trabajar tanto, la asistencia a conferencias¡­ ¡°Me gusta este lugar, porque es donde se est¨¢ inventando el futuro. Te cruzas con gente que est¨¢ haciendo productos que nos van a cambiar la vida para siempre. Hay aplicaciones para todo. Me gusta el clima de emprendimiento, se notan las ganas. Admiro la mentalidad de estar dispuestos a probar cosas¡±, subraya. Al mismo tiempo, destaca algunos valores de Espa?a: ¡°Tenemos que luchar m¨¢s y cre¨¦rnoslo porque hay talento. En Espa?a la educaci¨®n es muy buena, aqu¨ª no suele ser as¨ª. Tenemos mucho potencial. Hace 50 a?os montar una empresa era muy caro. Con talento, iniciativa y creatividad, adem¨¢s de software, se pueden hacer grandes cosas. El coste de vida en Espa?a es mucho m¨¢s bajo. Pero s¨ª hace falta invertir en software desde edades temprana. Aqu¨ª se ve como una cuesti¨®n de Estado¡±.

A ra¨ªz de aparecer entre las programadoras m¨¢s destacadas, ha tomado conciencia de lo necesaria que es la visibilidad para las mujeres: ¡°En mi empresa hace un a?o las mujeres ¨¦ramos un 17%, ya hemos pasado al 23%. El esfuerzo por mejorar se nota. Hay programas de Women in Tech, tambi¨¦n de liderazgo, para aprender habilidades de marca personal, hablar en p¨²blico o negociar. Empiezan a verse m¨¢s mujeres en la industria pero falta diversidad, m¨¢s todav¨ªa. Las mujeres suelen estar en frontend, en la parte que se ve de la web, pero no en backend, en la trastienda como me gusta decir. En Erlang apenas el 10% somos mujeres¡±.

Y a?ade: ¡°Llevo 10 a?os en esto y no me falta trabajo. En general hay una demanda no cubierta y se paga muy bien. La barrera de entrada es alta pero el mantenimiento es bajo. No es como el que desarrolla en un lenguaje que cambia cada a?o. Adem¨¢s, es f¨¢cil poder trabajar en remoto¡±, sostiene con entusiasmo contagioso.