El arma de doble filo del electrocardiograma del Apple Watch
Los especialistas alaban la nueva funci¨®n del dispositivo, pero alertan de la ansiedad que podr¨ªa generar en algunos pacientes
El Apple Watch Series 4 eclips¨® la presentaci¨®n de los nuevos iPhone con sus funciones dirigidas a la salud y el bienestar f¨ªsico. Su renovado dise?o con menos bordes, sus componentes internos mejorados y m¨¢s precisos y su capacidad de detectar ca¨ªdas o anomal¨ªas en el ritmo card¨ªaco del usuario, gracias al electrocardiograma (ECG) que incorpora, sientan la base para un nuevo per¨ªodo de madurez del dispositivo y de crecimiento en ese sector de la industria.
Su primera versi¨®n se present¨® como un buen reloj que luc¨ªa bien y estaba construido con buenos materiales a diferencia de los relojes de pl¨¢stico y aspecto de artilugio tecnol¨®gico que ofrec¨ªa la competencia, como Pebble o los primeros Android Wear. Apple incluso lanz¨® una l¨ªnea Edition fabricada con materiales de lujo y oro de 18 quilates. Adem¨¢s, era una plataforma de aplicaciones, un dispositivo de comunicaci¨®n y un asistente en salud y bienestar.
Pronto fueron patentes sus carencias como plataforma de aplicaciones debido a que se limitaba a replicar de forma parca las posibilidades del iPhone y a la lentitud de su procesador. Como simple producto de lujo, la r¨¢pida obsolescencia de sus componentes internos limit¨® su tir¨®n. Sin embargo, la posibilidad de detectar, registrar y estudiar la actividad f¨ªsica del usuario se convirti¨® en el principal atractivo del dispositivo, que fue actualizado mejorando su capacidad para detectar diferentes actividades (como la nataci¨®n) e incluyendo un chip GPS.
Las funciones que incorpora ahora (como registrar los s¨ªntomas de fibrilaci¨®n auricular o alertar de la ca¨ªda excesiva del ritmo card¨ªaco) ampl¨ªan sus potenciales usuarios: adem¨¢s de j¨®venes, entusiastas y deportistas, el reloj puede ser especialmente atractivo para las personas mayores, m¨¢s propensas a padecer problemas cardiovasculares. Su aprobaci¨®n para uso m¨¦dico por la FDA, la agencia estadounidense encargada de la seguridad de medicamentos y alimentos, marca un antes y un despu¨¦s en este segmento del mercado y convierte el Apple Watch en algo m¨¢s que un complemento del iPhone.
"Es muy prometedor que se incluya la posibilidad de realizar un electrocardiograma en dispositivos como el Apple Watch", dice Aritz Gil Ongay, m¨¦dico residente de Cardiolog¨ªa en el hospital Marqu¨¦s de Valdecilla de Santander. "Los resultados que arrojan diferentes estudios son alentadores, pero podr¨ªa convertirse en un arma de doble filo por la ansiedad que podr¨ªa inducir en algunos pacientes".
Disponer de un archivo hist¨®rico del ritmo card¨ªaco podr¨ªa facilitar el trabajo de un cardi¨®logo: "La fibrilaci¨®n auricular denominada parox¨ªstica se caracteriza precisamente por aparecer y desaparecer continuamente y de manera impredecible, a menudo sin la percepci¨®n del propio paciente, por lo que una herramienta en la mu?eca hace mucho m¨¢s f¨¢cil este diagn¨®stico" antes de que lo confirme m¨¦dico, dice Juan D¨ªaz Castillo, m¨¦dico residente en Anestesiolog¨ªa y Reanimaci¨®n en el hospital Virgen Macarena de Sevilla.
Cabe que este control "constante" del ritmo card¨ªaco por el usuario suponga un "importante incremento en el coste sanitario", alerta Gil, debido a un posible aumento de primeras consultas y revisiones en pacientes de bajo riesgo.
Aunque falta por determinar c¨®mo puede ayudar a un sistema sanitario p¨²blico como el espa?ol la hipot¨¦tica aprobaci¨®n y adopci¨®n de estos dispositivos, los m¨¦dicos consultados ven prometedora la posibilidad de que se recojan datos an¨®nimos de millones de usuarios para realizar estudios a gran escala? que permitan formular recomendaciones de salud p¨²blica.
Apple ya ha comenzado a trabajar con compa?¨ªas de seguros como Aetna, lo que podr¨ªa hacer que miles de personas reciban subsidios para el reloj. La entrada del fabricante en un mercado tan grande como el de la salud no har¨¢ m¨¢s que distanciar, a¨²n m¨¢s si cabe, su producto de una competencia hu¨¦rfana de un sistema operativo al d¨ªa, un Android Wear cada vez m¨¢s olvidado por la propia Google. Una competencia tan d¨¦bil permitir¨¢ a Apple intentar atraer a los usuarios de pulseras deportivas hacia un dispositivo mucho m¨¢s caro.
Las nuevas fronteras de la tecnolog¨ªa de consumo podr¨ªan no estar marcado por la velocidad del procesador o la apertura de la lente que montan las c¨¢maras de los dispositivos, sino por los algoritmos de inteligencia artificial, la miniaturizaci¨®n de los componentes y la creatividad de las compa?¨ªas para traducir los avances en bienestar para el usuario.
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