¡®Automa cavaliere¡¯: el robot que dise?¨® Leonardo da Vinci
El genio florentino dise?¨® en 1495 un caballero mec¨¢nico que, bajo una armadura completa, ocultaba levas, poleas y engranajes para mover brazos y piernas
Cuando Leonardo da Vinci lleg¨® a la corte de los Sforza, en Mil¨¢n, lleg¨® rebotado de Florencia. Lorenzo de M¨¦dici, llamado el Magn¨ªfico, mecenas de tantos artistas de la ¨¦poca y en cuya corte trabajaba el padre de Leonardo, no patrocin¨® nunca al genio florentino. Pero lo envi¨® al Ducado de Mil¨¢n para ganarse los favores de un poderoso aliado, una peculiar ofrenda para asegurar la paz entre las dos potencias italianas.
A¨²n quedaba tiempo para que el artista muriera en Francia, el 2 de mayo de 1519, fecha de la que ahora se cumplen 500 a?os. Antes vivi¨® en varias ciudades italianas, pero su estancia en Mil¨¢n fue la m¨¢s prolongada y result¨® ciertamente prol¨ªfica en ingenios. Leonardo lleg¨® con 31 a?os y una carta de presentaci¨®n que se escribi¨® ¨¦l mismo. En Mil¨¢n gobernaba Ludovico Sforza, que era regente del Ducado, de instrucci¨®n humanista y tambi¨¦n mecenas de las artes, y que acogi¨® de buen grado al joven florentino. No ya como pintor sino como muchas cosas a la vez. En su corte Leonardo trabaj¨® de arquitecto, m¨²sico, escultor, ingeniero. Pero, sobre todo, se le encarg¨® la animaci¨®n de las fiestas que organizaba su patr¨®n.
En las cortes del Renacimiento italiano los nobles rivalizaban por ver qui¨¦n daba las mejores fiestas, organizaba los espect¨¢culos m¨¢s impresionantes, mostraba las maravillas m¨¢s memorables. Y Leonardo era verdaderamente ingenioso inventando atracciones para el p¨²blico y construyendo tramoyas. Fue en aquella ¨¦poca, en 1495, cuando el genio da Vinci dise?¨® una de sus mayores excentricidades. Un caballero mec¨¢nico, cubierto de una armadura de placas a la moda germ¨¢nica del siglo XV, que pod¨ªa sentarse, levantarse, mover los brazos y la cabeza. Es l¨®gico pensar que su dise?o ten¨ªa como finalidad amenizar las fiestas en el palacio de los Sforza.
Este primitivo robot humanoide segu¨ªa las proporciones ideales del cuerpo humano, plasmadas por el artista en el Hombre de Vitruvio algunos a?os antes. Leonardo hab¨ªa estudiado a conciencia la anatom¨ªa. Bocetaba a gentes de toda catadura y fue de los pocos que se arriesg¨® a diseccionar cuerpos en aquella ¨¦poca. Tambi¨¦n explor¨® a fondo la biomec¨¢nica. El Automa cavaliere, por su nombre en italiano, re¨²ne parte de estos conocimientos. No es sencillo saber exactamente c¨®mo era el robot en base a las pocas notas de Leonardo que se conservan. Pero se ha especulado con que su interior ser¨ªa de madera, con elementos de cuero y metal. Sus funciones habr¨ªan imitado las de una persona.
Este invento permaneci¨® perdido en el tiempo durante casi cinco siglos. Hasta los a?os 1950 en que el historiador Carlo Pedretti, especialista en da Vinci, encontr¨® unas p¨¢ginas intrigantes entre una nutrida colecci¨®n de documentos del artista. Con todas las inveros¨ªmiles creaciones que salieron de la cabeza de Leonardo, esta era la primera noticia que se ten¨ªa de un aut¨®mata con forma humana dise?ado por ¨¦l. A d¨ªa de hoy, los conocimientos que tenemos de la m¨¢quina se extraen de estas p¨¢ginas deslavazadas. Adem¨¢s de levantarse, sentarse y mover los brazos y la cabeza, se cree que el robot habr¨ªa emitido sonidos por la boca mediante un mecanismo de percusi¨®n.
El Museo Galileo de Florencia, dedicado a la historia de la ciencia, explica que el movimiento de la m¨¢quina se divid¨ªa en dos sistemas independientes. En los brazos hab¨ªa cuatro partes articulares: hombros, codos, mu?ecas y manos. Aunque los dise?os indican que todas ellas se mov¨ªan en bloque. Un controlador mec¨¢nico dentro de la caja tor¨¢cica del robot permitir¨ªa programar el control de los brazos. Un ¨¢rbol de levas (que convierte el movimiento circular en rectil¨ªneo) se combinaba con un engranaje y un sistema de poleas para producir la impresi¨®n de que el robot hac¨ªa aspavientos por s¨ª solo. Las piernas ten¨ªan tres puntos m¨®viles: cadera, rodillas y tobillos. Se mov¨ªan con ayuda de operarios, que accionaban manivelas externas. Con ellas se imprim¨ªa el impulso necesario mediante un cable a las tres articulaciones mec¨¢nicas.
Se cree que el Automa cavaliere fue construido en su tiempo, aunque no hay ninguna prueba documental que lo confirme. Los expertos s¨ª han confirmado, en cambio, que el robot se puede construir y es plenamente funcional. En las ¨²ltimas d¨¦cadas varios proyectos han logrado reproducir la m¨¢quina seg¨²n los dise?os del inventor. Es probable que 500 a?os atr¨¢s, en alguno de los jolgorios que organizaba Ludovico Sforza en su palacio de Mil¨¢n, a los asistentes se les desbordara la mand¨ªbula al contemplar el resultado de estos dise?os.
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