Ram¨®n Salaverr¨ªa: ¡°La salud se ha convertido en un arma arrojadiza de tipo ideol¨®gico¡±
El investigador acaba de recibir una ayuda de la Fundaci¨®n BBVA para estudiar durante dos a?os c¨®mo se difunden en las redes sociales las noticias falsas
El clima fr¨ªo mata el coronavirus. Usar soluciones salinas en la nariz previene el contagio. La culpa de la pandemia es del 5G. Son solo algunos de los centenares de bulos que se han compartido miles de veces en las redes sociales en las ¨²ltimas semanas. El equipo que lidera Ram¨®n Salaverr¨ªa Aliaga (Burgos, 1970) captura todos los tuits que se publican a escala mundial relacionados con la Covid-19. Este grupo de investigadores forma parte de la Universidad de Navarra y del Centro Nacional de Supercomputaci¨®n de Barcelona y acaba de recibir...
El clima fr¨ªo mata el coronavirus. Usar soluciones salinas en la nariz previene el contagio. La culpa de la pandemia es del 5G. Son solo algunos de los centenares de bulos que se han compartido miles de veces en las redes sociales en las ¨²ltimas semanas. El equipo que lidera Ram¨®n Salaverr¨ªa Aliaga (Burgos, 1970) captura todos los tuits que se publican a escala mundial relacionados con la Covid-19. Este grupo de investigadores forma parte de la Universidad de Navarra y del Centro Nacional de Supercomputaci¨®n de Barcelona y acaba de recibir una ayuda de la Fundaci¨®n BBVA para investigar durante los pr¨®ximos dos a?os c¨®mo se difunden en redes sociales las noticias falsas sobre salud.
¡°Fake news se ha convertido en una especie de palabra marchamo utilizada por todo el mundo y asociada al contenido falso¡±, afirma Salaverr¨ªa, que es profesor de periodismo y vicedecano de investigaci¨®n de la Facultad de Comunicaci¨®n de la Universidad de Navarra. Para ¨¦l, es importante hacer una diferenciaci¨®n entre dos tipos de contenidos: ¡°Por un lado, los que no son ciertos pero no responden a una voluntad deliberada de enga?ar al p¨²blico. Por otro, aquellos creados para enga?ar a segmentos concretos de la sociedad¡±.
Los primeros a veces nacen con una simple broma: ¡°Un usuario lo dice sin pensar que va a crear un efecto bola de nieve. La creaci¨®n de estos contenidos atiende a una irresponsabilidad social que ser¨ªa la misma que la de quienes estos d¨ªas van al campo a hacer una barbacoa con 20 personas cuando les han dicho 60.000 veces que se queden en su casa¡±.
En otras ocasiones ¡°hay una voluntad deliberada de generar una polarizaci¨®n ideol¨®gica, de atacar al adversario y mostrarse al frente de la batalla ideol¨®gica¡±. Salaverr¨ªa explica que este tipo de comportamientos primero fueron comunes en el ¨¢mbito pol¨ªtico. Despu¨¦s en el clim¨¢tico. ¡°Ahora la salud se ha convertido en un arma arrojadiza de tipo ideol¨®gico. Desde la extrema izquierda, el argumento principal es que cuando la derecha estaba en el poder desmantel¨® la sanidad p¨²blica y por eso estamos as¨ª. Desde la extrema derecha, se plantea que el Gobierno no sabe operar frente a la crisis y no asume responsabilidades¡±, cuenta el profesor.
Estos posicionamientos son los que llevan a los usuarios a fabricar informaciones e im¨¢genes. As¨ª lo explica el investigador, que hace referencia al bulo de que hay respiradores reservados para determinados pol¨ªticos o al montaje difundido por Vox de unos ata¨²des con banderas de Espa?a en la Gran V¨ªa de Madrid. Detr¨¢s de las noticias falsas, seg¨²n sostiene, hay toda una estructura. Especialmente en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica, donde ¡°muchas veces los creadores buscan cambios de pensamiento a medio y largo plazo¡±: ¡°No debemos pensar en una persona aislada. Hay equipos de usuarios perfectamente organizados que tienen estrategias sobre cu¨¢ndo es mejor publicar las noticias falsas o las din¨¢micas de redifusi¨®n. Por no hablar de los bots¡±.
En los ¨²ltimos meses, Twitter ha eliminado centenares de bots en la plataforma. M¨¢s recientemente, durante la alerta sanitaria, la compa?¨ªa ha detectado 1,5 millones de cuentas sospechosas de manipular informaci¨®n sobre el coronavirus. Adem¨¢s, ha borrado centenares de tuits con informaci¨®n enga?osa sobre la Covid-19. ?Son m¨¢s peligrosos los bots o los humanos? ¡°Son peligrosos los humanos que no est¨¢n prevenidos sobre los bots. Los bots son simples cajas de resonancia de la informaci¨®n. No es lo mismo que un mensaje en las redes te llegue de un ¨²nico usuario que de 20 perfiles diferentes. Lo verdaderamente delicado es el comportamiento posterior de las personas como t¨² y yo a partir de ese contenido¡±, asegura Salaverr¨ªa.
Desde que se decret¨® el estado de alarma el pasado 14 de marzo, ha aumentado considerablemente el uso del tel¨¦fono m¨®vil. La primera semana de confinamiento los usuarios lo utilizaron de media una hora m¨¢s de lo habitual cada d¨ªa ¡ªunas tres horas y media al d¨ªa¡ª, seg¨²n el estudio del impacto del coronavirus en el uso del m¨®vil de Smartme Analytics. Chatean, hacen videollamadas y tambi¨¦n consumen m¨¢s informaci¨®n. ¡°Esta pandemia de la Covid-19 es la primera pandemia de las redes sociales. La estamos viviendo en tiempo real a trav¨¦s de estas plataformas¡±, asegura.
La informaci¨®n falsa llega m¨¢s lejos, m¨¢s r¨¢pido y a m¨¢s gente que la verdadera. En redes p¨²blicas como Twitter o Facebook, la difusi¨®n de fake news ¡°es m¨¢s r¨¢pida¡±. Pero en WhatsApp ¡°es mucho m¨¢s efectiva, ya que las env¨ªan familiares, amigos o compa?eros trabajo¡±. La ausencia de pensamiento cr¨ªtico, para Salaverr¨ªa, ¡°es un problema planetario¡±: ¡°De los miles de millones de usuarios de Internet, que no disponen de una alfabetizaci¨®n medi¨¢tica¡±.
S¨ª que hay diferencias por edades. Pese a que ¡°hay una idea extendida de que los peor informados son los j¨®venes¡±, el profesor hace hincapi¨¦ en que la gente que m¨¢s se cree las noticias falsas son los adultos y ancianos. Estudios recientes revelan que los mayores de 60 a?os tienen m¨¢s dificultades para identificar noticias falsas y son mucho m¨¢s propensos a difundirlas en redes. ¡°Est¨¢n menos alerta ante informaciones potencialmente enga?osas porque toda su vida han estado acostumbrados a contenidos que hab¨ªan tenido un filtro profesional tanto en el peri¨®dico como en la radio o la televisi¨®n¡±, a?ade.
Las consecuencias de creer noticias falsas pueden ser directas o indirectas. Salaverr¨ªa pone como ejemplo un bulo viral en Ir¨¢n. Indicaba que si se beb¨ªa alcohol puro una persona con la Covid-19 pod¨ªa curarse: ¡°Las agencias de noticias internacionales se?alan que hay personas que han muerto despu¨¦s de haber consumido ese alcohol. En este caso el efecto directo es la muerte de quien ha cre¨ªdo esa noticia¡±.
Sin embargo, explica que lo m¨¢s habitual son efectos indirectos. ¡°En Pamplona hace unos d¨ªas se comparti¨® en WhatsApp una supuesta llamada para que los ciudadanos facilitaran unas gafas especiales de buceo al sistema de salud. Se dec¨ªa que las quer¨ªan convertir en respiradores¡±, explica. Los usuarios empezaron a llamar al tel¨¦fono de informaci¨®n por el coronavirus. La polic¨ªa tuvo que desmentirlo en Twitter. Pidi¨® que pararan porque estaban colapsando las l¨ªneas.
Los gigantes tecnol¨®gicos han tomado medidas para combatir la desinformaci¨®n durante la pandemia. Instagram anunci¨® a finales de marzo que dejar¨ªa de recomendar contenido relacionado con la Covid-19 a menos que sea publicado por entidades como la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. WhatsApp solo permitir¨¢ compartir mensajes ¡°altamente reenviados¡± con un contacto cada vez. Para Salaverr¨ªa, ¡°no est¨¢n haciendo todo lo que est¨¢ en su mano para atajar este grave problema¡±. Subraya que ¡°siguen sin hacerse responsables de los contenidos que se publican en ellas¡± y sugiere que no se deber¨ªan admitir cuentas an¨®nimas o bajo pseud¨®nimos. ¡°Alguien determin¨® en alg¨²n momento que Popeye pod¨ªa publicar desde Twitter, pero ?qui¨¦n es Popeye? Cuentas que se esconden tras el anonimato son muchas veces las que lanzan la piedra y esconden la mano. Y las que se atreven a hacerlo. Hay pocas personas que lo hagan con nombre y apellidos porque podr¨ªan ser objeto de persecuci¨®n legal¡±, afirma.
¡®Big data¡¯ para investigar las din¨¢micas de difusi¨®n en redes sociales
El grupo, formado por ocho profesionales de la Universidad de Navarra y del Barcelona Supercomputing Center, va a aplicar las metodolog¨ªas big data a escala masiva para ver cu¨¢l ha sido el modelo de diseminaci¨®n de las noticias falsas sobre salud especialmente en Espa?a. Los investigadores presentaron su propuesta para recibir la ayuda de la Fundaci¨®n BBVA en noviembre de 2019. ¡°Las noticias falsas eran objeto de pol¨¦mica, sobre todo en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica y del cambio clim¨¢tico. Tambi¨¦n exist¨ªa una producci¨®n sustancial en el ¨¢mbito de la salud, principalmente en cuanto a las vacunas y la homeopat¨ªa¡±, cuenta Salaverr¨ªa. En la solicitud, se?alaban que ¡°si hubiera una pandemia, el fen¨®meno de las noticias falsas podr¨ªa generar un impacto social importante¡±. Ni por asomo se imaginaban que esto ocurrir¨ªa unas semanas m¨¢s tarde.
Twitter, seg¨²n subraya el investigador, es la plataforma que m¨¢s se presta a realizar un an¨¢lisis masivo con big data. ¡°Al ser abierto, permite analizar grandes vol¨²menes de datos sin invadir la privacidad de los usuarios¡±, explica. Su equipo tambi¨¦n investigar¨¢ cu¨¢les son las din¨¢micas de difusi¨®n en Facebook y WhatsApp hablando con usuarios de estas plataformas: ¡°Les preguntaremos por sus comportamientos cuando les llega una informaci¨®n: si la comprueban y c¨®mo, de qu¨¦ informaciones se f¨ªan o desconf¨ªan, si dan cr¨¦dito a una noticia cuando les llega por un familiar o c¨®mo la comparten¡±.