El Comecocos afronta la ¡®crisis¡¯ de los 40 en plena forma
El ic¨®nico juego que revolucion¨® la industria cultural y de los videojuegos hace cuatro d¨¦cadas, mantiene su vigencia. ¡°Me sorprendi¨® por completo¡±, asegura a EL PA?S su creador
![El Comecocos](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/772GNJIABVAIHBXYOREOVETDFY.png?auth=4cf025d1111ff9c4172ed68e81cebb3304526b14a84f783cbd637496d4c1a232&width=414)
El Comecocos cumple este viernes 40 a?os. Cuatro d¨¦cadas desde que, aquel 22 de mayo de 1980, el creador del videojuego, Toru Iwatani, emplazara una m¨¢quina en la ¨²ltima planta de unos multicines del barrio alternativo y bullicioso de Shibuya, en Tokio. En ese momento solo estaba prob¨¢ndola para corregir errores y recabar las reacciones de los usuarios ¡ªel lanzamiento oficial llegar¨ªa dos meses despu¨¦s. Como explica por correo electr¨®nico a EL PA?S, jam¨¢s pens¨® que su idea alcanzara tanta popularidad fuera de Jap¨®n: ¡°Me sorprendi¨® por completo¡±. All¨ª, al final de un angosto y estrecho pasillo de un edificio ya inexistente, comenz¨® la andadura de un t¨ªtulo que revolucion¨® por completo tanto la industria cultural como el consumo de videojuegos. Una maquinita que marc¨® mundialmente a la generaci¨®n ochentera y que, en su reci¨¦n estrenada cuarentena, mantiene entretenidos a millones de jugadores.
El ¨¦xito alcanzado lo resume en una sola palabra H¨¦ctor Puente, doctor en dise?o de videojuegos por la Universidad Complutense de Madrid: simpleza. Y es que lo que engancha horas y horas no es m¨¢s que controlar a una figura amarilla, el famoso Pac-Man, que recorre un laberinto huyendo de fantasmas y comi¨¦ndose unos puntos peque?os. Cuando no queda ninguno, pasas al siguiente nivel. ¡°Redujo el alarde audiovisual para potenciar las mec¨¢nicas. La ventaja del Comecocos es que se trata de un referente internacional con el que cualquier gamer puede identificarse. Vayas donde vayas puedes ponerte a jugar en un instante. No necesitas saber c¨®mo funciona¡±, a?ade.
![El creador del Comecocos, Toru Iwatani, en 2015.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2KFBZZGNKBDWDFZYZWR3QKI7LU.jpg?auth=35fd1f297988249c0dcf4f3e53854df9c75ebef3f75d8fdf4a8dd5618339316c&width=414)
Iwatani confiesa que era consciente de esta virtud, de la sencillez de un proyecto que no enga?a a nadie. No hay atajos. Las pantallas se suceden siempre con los mismo elementos. Todo muy alejado de los t¨ªtulos actuales, en los que prima el hiperrealismo y la complejidad de los argumentos. ¡°Creo que las reglas eran muy f¨¢ciles de entender. Si adem¨¢s sumamos la simplicidad de los cuatro controles direccionales con los que manejas a Pac-Man, tienes los dos factores m¨¢s importantes para explicar la longevidad del juego¡±.
Si el monstruo amarillo dota de sentido al videojuego, los fantasmas son casi tan relevantes como el protagonista. Han sido responsables de que el fen¨®meno no se diluyera en el tiempo. Pese a que su dise?ador recalca que se trata de una relaci¨®n superficial, entiende la trascendencia que han ganado d¨¦cada tras d¨¦cada. ¡°No generan ning¨²n tipo de animosidad y permiten que sus dise?os tan lindos los ayuden a defenderse como personajes con personalidad propia¡±, sostiene.
Los salones de recreativas se popularizaron como una opci¨®n preferente de ocio al mismo ritmo que el juego producido por Namco colonizaba un pa¨ªs tras otro. El boom inicial en Jap¨®n salt¨® a Estados Unidos y de ah¨ª a Europa. Cajas de cereales, anuncios en televisi¨®n y radio, prendas de vestir. Su iconograf¨ªa alcanz¨® una relevancia cultural comparable con cualquier pel¨ªcula o serie de moda del momento. La fiebre orill¨® por completo a la que era su competencia. Los llamados marcianitos, como Space Invaders y Asteroids, y el m¨ªtico Pong quedaron en la sombra. Hasta posey¨® el r¨¦cord Guiness como arcade m¨¢s exitoso de todos los tiempos con 293.822 m¨¢quinas vendidas entre 1981 y 1987.
¡°Fue el antecedente de un mont¨®n de fen¨®menos actuales. Por ejemplo, institucionaliz¨® los deportes electr¨®nicos. Hubo un mont¨®n de campeonatos internacionales y de competiciones donde luchar por lograr la partida perfecta. Aparte, emojis como el smiley salieron de la figura de Pac-Man¡±, sostiene Puente. Una figura que Iwatani dise?¨® mientras com¨ªa una pizza. Observ¨® la forma que ten¨ªa despu¨¦s de coger la primera porci¨®n y la traslad¨® directamente a la pantalla. Y es que la comida es trascendental en la concepci¨®n del videojuego. Comes frutas para ganar puntos. Comes pastillas para superar los niveles. Y hasta puedes comer a los fantasmas. Seg¨²n el creador, esta tem¨¢tica pretend¨ªa acercar a las mujeres una industria muy masculina.
Comenta que, aparte de la gastronom¨ªa, el dise?o y los gr¨¢ficos eran apropiados para ellas ¡ª¡°pensaban que eran muy monos¡±¡ª al alejarse de los disparos, de la est¨¦tica de naves espaciales t¨ªpica por aquel entonces. ¡°Quer¨ªa dise?ar un juego dirigido a las mujeres en un intento de convertir las salas recreativas en unos lugares m¨¢s animados. Que las mujeres y las parejas disfrutaran del acto de comer, as¨ª que ide¨¦ un concepto de juego que les permiti¨® hacer exactamente eso¡±, recalca.
Una inclusi¨®n que Puente pone en tela de juicio. Razona que son personajes carentes de atributos de g¨¦nero, lo que facilita que cualquier persona se identifique con uno de ellos. Todo es tan simple que no se apropia de ning¨²n elemento tradicional en el imaginario de un hombre o una mujer. ¡°Esto cambia en el momento en el que crea Ms. Pac-Man y le pone un lazo rojo en la cabeza. Aqu¨ª se cae esa idea de inclusi¨®n. Siempre he pensado que desde el primer momento hab¨ªa una estrategia comercial¡±, zanja.
![Merchandising de Pac-Man](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YRJS4AT32NFMVHOWCJRW2CXVR4.jpg?auth=53a45acf11fc4bf25e3c6c0077a0162d8b687d7773aed910fcb9a3ed01ad829e&width=414)
El orgullo de un pa¨ªs entero
La d¨¦cada de los ochenta trajo bajo el brazo otros t¨ªtulos populares, pero incapaces de destronarlo ni dejar un poso cultural similar. Donkey Kong, Pole Position y Frogger ayudaron a que las recreativas se llenaran. Y hasta ah¨ª llegaron. Si contemplamos sus cuatro d¨¦cadas de vida, el Comecocos se ha convertido en orgullo y s¨ªmbolo de un pa¨ªs entero como Jap¨®n. Tan ic¨®nico e internacional como Super Mario. Durante la ceremonia de clausura de los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro en 2016, cuando Tokio recog¨ªa el testigo, ambos personajes aparecieron en el v¨ªdeo promocional ante centenares de millones de espectadores. ¡°Pac-Man es una referencia que rompe los estereotipos del videojuego. Es un aut¨¦ntico giro e icono cultural¡±, precisa Puente.
Aunque ni el propio Iwatani llega a descifrar del todo c¨®mo super¨® todas las barreras culturales, no esconde que su industria ha ido ganando paulatinamente m¨¢s y m¨¢s seguidores lejos de Asia. Sobre todo, tal y como argumenta, por la exportaci¨®n de un concepto art¨ªstico muy t¨ªpico y de largo recorrido en su pa¨ªs. ¡°Entiendo que lo que realmente se destac¨® como una nueva idea cultural para el resto del mundo fue la exposici¨®n a la est¨¦tica tradicional japonesa de wabi-sabi, el arte de la imperfecci¨®n, que busca encontrar un significado m¨¢s profundo en las cosas m¨¢s simples¡±, concluye.
Siempre ha reconocido que, al margen de la pizza, la animaci¨®n japonesa y el manga le inspiraron en el dise?o, sobre todo lo que ve¨ªa cuando era un ni?o. Los fantasmas, por ejemplo, pretenden ser un h¨ªbrido entre Casper y Obake no Q-Taro. La propia idea de que puedas comerte una galleta gigante para derrotar a estos seres es una alegor¨ªa de Popeye, que ingiere espinacas para vencer a su archienemigo Bluto. Tan pensando estaba todo que hasta el nombre original corrigi¨® unas letras para evitar malos entendidos. De Puck-Man a Pac-Man. ¡°La filial norteamericana sugiri¨® que era sencillo cambiar esa primera P por una F, as¨ª que decidimos buscar otra opci¨®n¡±, detallaba en una entrevista en Wired.
Disponible en todas las plataformas, Namco quiere mantener a flote su proyecto m¨¢s exitoso cueste lo que cueste. La sociedad tampoco le ha dado la espalda en ning¨²n momento ¡ªhasta en 2015 protagoniz¨® la pel¨ªcula Pixels. Sin mencionar el car¨¢cter c¨ªclico de las modas, en particular de lo denominado vintage. Las recreativas han vuelto a pegar con fuerza en el mundo gamer. Cada vez hay m¨¢s distribuidoras de estas maquinitas y particulares dispuestos a revivir la nostalgia de aquellos salones que devoraban pesetas en forma de cr¨¦ditos para jugar.
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