M¨¢s piel, m¨¢s visibilidad: as¨ª prioriza Instagram la desnudez
Un estudio concluye que el algoritmo de la red social destaca m¨¢s las im¨¢genes en las que sus usuarios se muestran con poca ropa
La desnudez total en Instagram no est¨¢ permitida, o al menos eso es lo que establecen sus pautas de comportamiento para los usuarios. Sin embargo, hay indicios para pensar que la sexta red social m¨¢s utilizada del mundo y la cuarta de Espa?a favorece las publicaciones que muestran mucha piel ¡ªcomo aquellas en ropa interior, desnudos estrat¨¦gicos (que utilizan otras partes del cuerpo para cubrirse) o ba?ador¡ª sobre el resto, al momento de mostrarlas a los usuarios. As¨ª lo prueba un estudio de la organizaci¨®n alemana de investigaci¨®n y defensa centrada en la toma de decisiones algor¨ªtmicas Algorithm Watch, en colaboraci¨®n con la European Data Journalism Network. Facebook, propietaria de Instagram, ha tildado el estudio de ¡°defectuoso¡±, mientras que expertos en redes sociales y sexualidades ven en ¨¦l una oportunidad para abrir el debate sobre la ¡°hipersexualizaci¨®n en las plataformas¡±.
Para realizar el estudio, Algorithm Watch pidi¨® a 26 voluntarios que instalaran un complemento en el navegador de sus dispositivos y que siguieran a 37 creadores de contenido provenientes de 12 pa¨ªses que utilizaban la red social para publicitar marcas o adquirir nuevos clientes para sus negocios, principalmente en los sectores de alimentaci¨®n, viajes, salud, moda o belleza.
Dichos complementos abr¨ªan autom¨¢ticamente la p¨¢gina de inicio de Instagram a intervalos regulares y anotaba el tipo de publicaciones que aparec¨ªan en la parte superior. Esto serv¨ªa para proporcionar una descripci¨®n general de lo que la plataforma consideraba m¨¢s relevante para cada usuario. As¨ª, entre febrero y mayo el equipo analiz¨® 1.737 publicaciones, un total de 2.400 fotos. De estas publicaciones, el 21% (364) mostraban a mujeres y hombres en ba?ador o ropa interior y con el torso desnudo.
Sin embargo, en las fuentes de noticias de los voluntarios, las publicaciones con esas im¨¢genes constitu¨ªan el 30% de todas las publicaciones mostradas desde las mismas cuentas (algunas publicaciones se mostraron m¨¢s de una vez). Hab¨ªa menos cantidad de este tipo de contenido, pero se mostraba con m¨¢s frecuencia.
El equipo tambi¨¦n encontr¨® que las publicaciones que conten¨ªan im¨¢genes de mujeres en ropa interior o bikini ten¨ªan un 54% m¨¢s de probabilidades de aparecer en las noticias de los voluntarios y las publicaciones que conten¨ªan im¨¢genes de hombres con el torso desnudo o semidesnudos ten¨ªan un 28% m¨¢s de probabilidades de mostrarse. Mientras que las publicaciones que mostraban comida o paisajes ten¨ªan un 60% menos de probabilidades de aparecer en las noticias. ¡°Nuestro an¨¢lisis presenta pruebas s¨®lidas de que las im¨¢genes que muestran m¨¢s piel se muestran a los usuarios con m¨¢s frecuencia que las im¨¢genes que no lo muestran. El contenido sexualmente sugerente, como la desnudez de ambos sexos, aparece con mucha m¨¢s frecuencia en la secci¨®n de noticias de todos los usuarios¡±, conclu¨ªa el estudio.
?Por qu¨¦? Los investigadores le mostraron su estudio a Facebook e hicieron muchas preguntas, pero solo obtuvieron una respuesta: ¡°Esta investigaci¨®n tiene varios defectos y muestra un malentendido sobre c¨®mo funciona Instagram. Clasificamos las publicaciones en su feed seg¨²n el contenido y las cuentas en las que ha mostrado inter¨¦s, no seg¨²n factores arbitrarios como la presencia de trajes de ba?o¡±. EL PA?S tambi¨¦n intent¨® contactarles pero sus preguntas tampoco obtuvieron respuesta.
Desenmascarar al algoritmo
Si lo que dice Facebook es cierto, la diversidad de publicaciones en el suministro de noticias de los usuarios de Instagram deber¨ªa coincidir con las publicaciones de las cuentas que siguen. ¡°Y si en Instagram el suministro de noticias de cada usuario estuviese personalizado de acuerdo con sus gustos individuales, la diversidad de publicaciones en sus suministros de noticias deber¨ªa ser diferente para cada usuario¡±, resalta el estudio. Pero esto no ocurre exactamente as¨ª. Seg¨²n Algorithm Watch, hay un responsable de que consumas m¨¢s fotograf¨ªas de gente en ropa interior que de paisajes, te guste o no, y ese es el algoritmo y la forma en que est¨¢ dise?ado.
El soci¨®logo Pedro L¨®pez Ugarte, especialista en sociolog¨ªa del consumo y social media, considera que los algoritmos ¡°condicionan lo que vemos y lo que dejamos de ver y manipulan el tipo de conversaci¨®n en que los usuarios participan, todo ello de forma no solo opaca, sino unilateral y en permanente cambio, lo que les impide tener un m¨ªnimo control sobre este tipo de cuestiones¡±.
Si el algoritmo nos da lo que queremos es porque ha conseguido que lo queramos; y si el ser humano pide desnudez es porque los seres humanos que lo han creado lo pidenPedro L¨®pez Ugarte (soci¨®logo)
Seg¨²n Algorithm Watch, el hecho de que los usuarios vean o no las im¨¢genes publicadas por las cuentas que siguen depende no solo de su comportamiento anterior sino tambi¨¦n ¡°de lo que Instagram cree que es m¨¢s atractivo para otros usuarios de la plataforma¡±. Y la explicaci¨®n est¨¢ en la patente que Facebook public¨® en 2015. Los ingenieros de la compa?¨ªa explicaron que si a un usuario le gustaba una marca espec¨ªfica y una foto mostraba un producto de la misma marca, la red social le ense?ar¨ªa esa imagen en su suministro de noticias. Hasta aqu¨ª, todo bien. Sin embargo, la patente explicaba que esa no era la ¨²nica forma de filtrar y mostrar contenido a los usuarios. La red social tambi¨¦n pod¨ªa calcular ¡°en funci¨®n del comportamiento pasado de todos los usuarios del servicio¡± qu¨¦ mostraba y qu¨¦ no. Esto significa que factores como el g¨¦nero, la etnia y el estado de desnudez de las personas en una foto podr¨ªan usarse para calcular qu¨¦ tipo de publicaciones aparec¨ªan en el suministro de noticias de todos.
¡°Los inform¨¢ticos han sabido durante a?os que estos sistemas replican y amplifican los sesgos de sus datos de entrenamiento, lo que lleva a correlaciones falsas o falaces¡±, se?ala el estudio. ¡°Si el algoritmo nos da lo que queremos es en buena medida porque ha conseguido que lo queramos; y si el ser humano pide desnudez es, en buena medida, porque los seres humanos que lo han creado lo piden¡±, sentencia L¨®pez Ugarte.
El cuerpo como enganche
La cuesti¨®n va m¨¢s all¨¢ de mostrar el cuerpo o no y c¨®mo hacerlo. La cuesti¨®n es si la red social, por la manera en que est¨¢ establecido su algoritmo, premia a quienes s¨ª lo hacen e incluso castiga a quienes no. ?Por qu¨¦? Para el soci¨®logo Ignasi Puig Rodas, presidente del Comit¨¦ de Investigaci¨®n de Sociolog¨ªa de las Sexualidades de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociolog¨ªa, puede explicarse a partir de esta premisa: el sexo vende. ¡°M¨¢s all¨¢ de que en las redes sociales se pida desnudez, en el mundo fuera de las pantallas la gente quiere consumir sexo, porque es placentero, porque es bueno, porque incluye una gratificaci¨®n. Ahora el tema en cuesti¨®n es en qu¨¦ formato y en qu¨¦ plataformas se consume el sexo, y si son las m¨¢s adecuadas¡±, resume Puig Rodas.
El soci¨®logo une la funci¨®n del algoritmo con la capacidad de atracci¨®n de la sexualidad. ¡°Si lo que dice el estudio es cierto, el algoritmo presupone que ese producto [la desnudez] llama m¨¢s la atenci¨®n que cualquier otra cosa, aunque no necesariamente sea eso lo que el usuario desea. Entonces si los que generan el algoritmo quieren que la gente consuma y se enganche m¨¢s al contenido, utilizar¨¢n aquellas cosas que saben que es f¨¢cil que despierten la atenci¨®n. En este caso, ser¨¢ la desnudez¡±, afirma Puig Rodas.
L¨®pez Ugarte cataloga esta estrategia como una ¡°manipulaci¨®n perversa¡±. El usuario medio entiende que Instagram censura ciertas im¨¢genes ¡ªen este caso, los desnudos¡ª y accede a esto al momento de aceptar los t¨¦rminos y condiciones que incluyen las normas de la red social. ¡°Sin embargo, en caso de que los resultados del estudio sean determinantes, esta supuesta libertad de actuaci¨®n basada en una informaci¨®n supuestamente transparente, est¨¢ siendo mermada sin que el usuario sea consciente de ello¡±, explica L¨®pez Ugarte. ¡°Nos enfrentamos a una doble manipulaci¨®n. Primero, de una red social que dice ir en una direcci¨®n pol¨ªticamente correcta, pero que en realidad va en la direcci¨®n contraria, pero con sigilo para no delatarse. Y segundo, de un algoritmo que nos hace creer que a la gente con la que nos relacionamos en la red le gusta, pide y exige ese tipo de contenidos, haciendo que el usuario asuma este comportamiento supuestamente natural e integr¨¢ndolo a su identidad digital¡±.
De este modo, un comportamiento inducido de forma artificial se convierte en real. Los usuarios piensan que a los otros les gusta m¨¢s ese contenido y comienzan a crearlo para obtener las gratificaciones correspondientes, que en Instagram pueden ser sociales (como likes, comentarios y seguidores) y econ¨®micas, en el caso de las empresas y figuras p¨²blicas.
¡°Pero, independientemente, me parece curioso c¨®mo se incentiva la desnudez por unas finalidades pero al mismo tiempo se censura cuando esa desnudez pasa a ser expl¨ªcita, con pezones o genitales, por ejemplo. Es una especie de doble moral: utilizar el sexo para vender m¨¢s pero cuando este es muy expl¨ªcito, censurar¡±, sentencia Puig Rodas.
Tierra pantanosa para las empresas
Si el algoritmo se aplica con generalidad, entonces Instagram tambi¨¦n condicionar¨ªa a las empresas y negocios que tienen una cuenta en la red. Y no son pocos. El comercio electr¨®nico es una de las funciones m¨¢s importantes de Instagram. Prueba de ello es que, seg¨²n un an¨¢lisis de la consultora Sprout Social con datos Science Daily, Globalwebindex y Forrestser Research, alrededor de 15 millones de empresas latinoamericanas tienen un perfil en Instagram y el 80% de los usuarios totales de Instagram siguen por lo menos a una empresa. Adem¨¢s, las marcas en Instagram tienen 58 veces m¨¢s participaci¨®n que en otras redes sociales y al menos el 75% de los usuarios toma alguna medida tras ver anuncios en Instagram, como seguir una cuenta, visitar un sitio web o hacer una compra.
As¨ª, cada vez que publican una imagen, los creadores de contenido, empresas o usuarios corrientes deber¨ªan jugar en la l¨ªnea fina que existe entre revelar lo suficiente para llegar a m¨¢s seguidores pero tampoco tanto como para que sean expulsados de la plataforma, que es utilizada por un aproximado de 140 millones de usuarios residentes de la Uni¨®n Europea y cuenta con una penetraci¨®n del 100% entre los j¨®venes de 18 a 24 a?os.
¡°Sexualizar al vendedor de un producto para incentivar la compra o el consumo es algo que se lleva haciendo desde hace d¨¦cadas. Lo que sucede es que en la mayor¨ªa de casos se trata de un sexo que no necesariamente est¨¢ vinculado con el empoderamiento del cuerpo, sino hacia la cosificaci¨®n del cuerpo¡±, a?ade Puig Rodas y resalta que ¡°cosificar el cuerpo¡± puede derivar en que los consumidores consideren a las personas como una mercanc¨ªa y se generen din¨¢micas de abuso de poder y de falta de respeto.
Sexualizar al vendedor de un producto para incentivar la compra o el consumo es algo que se lleva haciendo desde hace d¨¦cadasIgnasi Puig Rodas (soci¨®logo)
Pocas alternativas
Para Nicolas Kayser-Bril, investigador de Algorithm Watch y coautor de este estudio, la soluci¨®n va m¨¢s all¨¢ de dejar de utilizar la red social o no. ¡°Dado el monopolio de Facebook sobre los servicios de redes sociales y el hecho de que muchos servicios p¨²blicos requieran que los ciudadanos tengan presencia en Facebook, Instagram o WhatsApp, los usuarios pueden hacer poco para evitar estos algoritmos¡±, destaca Kayser-Bil. Pocos usuarios pueden elegir si estar o no en las redes cuando es el propio mercado quien lo exige. Sobre todo para quienes dependen del comercio online o cuyos negocios tienen visibilidad solo a trav¨¦s de las redes sociales.
¡°En Instagram, ceder a la opini¨®n de las autoridades que construyeron el algoritmo de suministro de noticias no es una opci¨®n. Negarse a mostrar partes del cuerpo reduce dr¨¢sticamente la audiencia. Los empresarios masculinos y femeninos deben acatar las reglas establecidas por los ingenieros de Facebook si quieren tener la oportunidad de ganarse la vida¡±, protesta el estudio. Kayser-BIl sugiere que deben ser los gobiernos quienes a partir de estos descubrimientos se comprometan a auditar los algoritmos de las compa?¨ªas tecnol¨®gicas y asegurarse de que cumplen la ley, ¡°en particular la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, que proh¨ªbe la discriminaci¨®n en el art¨ªculo 21¡±, explica.
As¨ª, seg¨²n estos investigadores, en Instagram la diferencia entre lo que se fomenta y lo que se proh¨ªbe se decide mediante algoritmos que favorecen el contenido sexualizado. ¡°Y aqu¨ª es donde yo veo una incongruencia con el algoritmo de Instagram: premia la hipersexualizaci¨®n, pero censura la desnudez¡±, sentencia Puig Rodas.
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