Los h¨¢bitos de alimentaci¨®n se contagian entre los usuarios de las redes sociales
Un estudio de la Universidad de Aston (Birmingham) encuentra que los usuarios de redes sociales modifican su dieta dependiendo de lo que coman las personas a las que siguen
Es casi imposible navegar por cualquier red social sin ver im¨¢genes de comida o v¨ªdeos de recetas. Aparecen en las fotos que publican tus amigos en Instagram, en los stories y en las recomendaciones que el algoritmo te hace cuando buscas inspiraci¨®n. De hecho, la pizza es la comida m¨¢s instagrameada, seguida por el sushi. Hay m¨¢s de 1.700 millones de recetas subidas a Pinterest. BuzzFeed Tasty es una de las secciones del medio estadounidense que m¨¢s ¨¦xito tiene en las redes: su p¨¢gina de Facebook tiene m¨¢s de 3,5 millones de seguidores y solo comparte v¨ªdeos de recetas. Toda esta exposici¨®n a la comida, aunque es aparentemente inocua, influye en los h¨¢bitos alimenticios de quienes observan al otro lado de la pantalla.
Esta es la conclusi¨®n a la que han llegado distintos estudios que analizan c¨®mo cambia la conducta alimentaria de los usuarios expuestos a este contenido. La investigaci¨®n m¨¢s reciente, desarrollada por la Escuela de Ciencias de la Vida y la Salud de la Universidad de Aston (Brimingham), encontr¨® que los participantes del estudio comieron m¨¢s fruta y verduras si pensaban que las personas a las que siguen tambi¨¦n se tomaban las cinco porciones recomendadas. M¨¢s concretamente en Facebook, se vio que los usuarios consum¨ªan un tercio m¨¢s de comida basura o bebidas azucaradas si cre¨ªan que la gente a su alrededor lo hac¨ªa.
Para llegar a esta conclusi¨®n, se le pidi¨® a los participantes que estimaran la cantidad de comida basura que com¨ªan las personas a las que siguen bas¨¢ndose en sus publicaciones. Esta informaci¨®n se cruz¨® con los h¨¢bitos reales de consumo de los participantes y mostr¨® que aquellos que sent¨ªan que su c¨ªrculo social aprobaba la comida basura consumieron m¨¢s. Los investigadores explican que la siguiente fase de su estudio consiste en hacer un seguimiento a lo largo del tiempo para ver si la influencia de las redes impacta en el peso.
Por ahora, los resultados sugieren que nuestros c¨ªrculos sociales online modifican nuestros h¨¢bitos alimentarios. "El contexto que nos rodea en las redes sociales influye m¨¢s de lo que pensamos a la hora de elegir cierta comida. Nos fijamos inconscientemente en el comportamiento de los dem¨¢s a la hora de tomar decisiones", explica Lily Hawkins, responsable del estudio, que se ha publicado en la revista cient¨ªfica Appetite. "As¨ª que si creemos que nuestros amigos est¨¢n comiendo frutas y verduras es m¨¢s probable que hagamos lo mismo. Y si creemos que est¨¢n sanos comiendo comida basura, eso legitima que nosotros tambi¨¦n lo hagamos".
Aunque se haga de forma inconsciente, tomar decisiones de salud basadas en el contenido que vemos en redes sociales no es tan raro. La comida es uno de los contenidos favoritos creados por las instagramers, que comparten qu¨¦ han comido y d¨®nde. Ellas ponen de moda alimentos como el sushi, la col kale, el aguacate y las semillas de ch¨ªa, lo que hace que quienes las siguen, las imiten. Ya sucedi¨® en 2015, cuando celebrities de todo el mundo empezaron a aparecer en los medios colgadas de un zumo verde que se populariz¨® bajo la promesa de ¡°ayudar a perder peso, eliminar toxinas e iluminar la piel¡±. Pronto empezaron a hacerse p¨²blicos los testimonios de usuarias an¨®nimas contando la repercusi¨®n que estos zumos hab¨ªan tenido en su salud.
Lo preocupante, seg¨²n los investigadores, es que este efecto va m¨¢s all¨¢ las modas y afecta al estilo de alimentaci¨®n. Un estudio de 2018 encontr¨® que los ni?os consum¨ªan m¨¢s de 300 calor¨ªas adicionales despu¨¦s de ver a youtubers comer bocadillos poco saludables. Seg¨²n se lee en la investigaci¨®n, la publicidad de los influencers sobre la comida poco saludable aumenta la ingesta inmediata. Respecto a la comida sana, este estudio no encuentra un aumento significativo. ¡°Teniendo en cuenta esto, aumentar la publicidad de alimentos sanos online no parece ser una estrategia efectiva para mejorar los comportamientos relacionados con una dieta saludable en los ni?os. Es necesario que se haga una investigaci¨®n m¨¢s en profundidad para entender el impacto del marketing digital sobre los h¨¢bitos de consumo e informar de acciones concretas y ¨²tiles¡±, explican los investigadores.
Problemas de salud derivados
La Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh llev¨® a cabo otra investigaci¨®n en la que encontr¨® una tendencia preocupante. Los participantes que pasaban m¨¢s tiempo en las redes sociales dec¨ªan tener problemas con su imagen corporal y sus h¨¢bitos alimenticios m¨¢s a menudo que quienes utilizaban menos las redes. Esto coincide con la informaci¨®n obtenida de otros estudios que indica que mirar im¨¢genes y v¨ªdeos de comida pueden provocar respuestas psicol¨®gicas y comportamentales que lleven a conductas problem¨¢ticas, h¨¢bitos alimenticios insanos y problemas de peso.
Para las personas con antecedentes de trastornos alimentarios, puede ser el desencadenante de algunas de sus crisis. Pueden sentir culpa o verg¨¹enza por sus h¨¢bitos actuales o volver a caer en un patr¨®n de alimentaci¨®n desordenada. "Teniendo en cuenta que los ni?os y los adolescentes pasan tanto tiempo interactuando con otros usuarios de redes sociales, los avances de este estudio pueden ayudar a dise?ar intervenciones para ayudarles a adoptar h¨¢bitos de consumo saludables", asegura Claire Farrow, directora del grupo Investigaci¨®n Aplicada a la Salud de la Universidad de Aston.?
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