Barbados abre una embajada en el metaverso e inaugura la carrera de la diplomacia virtual
El micro-Estado caribe?o ofrecer¨¢ desde enero sus servicios consulares en este entorno cibern¨¦tico, desde el que pretende hacer promoci¨®n cultural y establecer contactos con m¨¢s pa¨ªses
La agenda pol¨ªtica de Barbados estaba marcada hasta el domingo por un hito hist¨®rico: la peque?a isla caribe?a de apenas 280.000 habitantes se convertir¨¢ a finales de mes en una rep¨²blica, siguiendo la estela de otros antiguos territorios de la Commonwealth. La excolonia brit¨¢nica eligi¨® una nueva jefa de Estado, Sandra Mason, que sustituir¨¢ en sus funciones a Isabel II el 30 de noviembre. A este acontecimiento se suma ahora otro, aunque de distinta trascendencia: el Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior del micro-Estado anunci¨® el fin de semana un acuerdo con Decentraland, uno de los mundos digitales m¨¢s populares, para abrir una embajada virtual. Es la primera piedra del plan de Barbados: abrir embajadas en el metaverso.
Seg¨²n un comunicado oficial al que ha tenido acceso EL PA?S, el ejecutivo barbadense est¨¢ en conversaciones para cerrar acuerdos con otros entornos virtuales, como Somnium Space y Superworld. Nada se dice del metaverso de Meta (la antigua Facebook), la compa?¨ªa que ha puesto de moda el t¨¦rmino tras anunciar que su futuro transcurre por all¨ª. Las autoridades de la ¨ªnsula solo se refieren al metaverso que ya est¨¢ en funcionamiento (el de Meta est¨¢ todav¨ªa por construir). La apertura de la embajada est¨¢ prevista para enero del a?o que viene, apenas un mes despu¨¦s de convertirse oficialmente en una rep¨²blica.
So proud today to welcome the Government of Barbados to Decentraland, establishing the world's first metaverse embassy.https://t.co/Xu5RjAwhv4
— Decentraland (@decentraland) November 15, 2021
¡°El gobierno de Barbados est¨¢ encantado de anunciar el lanzamiento de su iniciativa de embajadas en el metaverso¡±, dice el ministro de Asuntos Exteriores, Jerome Walcott, en el comunicado. ¡°Esta plataforma ser¨¢ un foro importante en el que Barbados trabajar¨¢ con sus socios tradicionales para profundizar sus relaciones en la arena diplom¨¢tica, as¨ª como en las inversiones, negocios, turismo, industria cultural e interacciones entre la gente. Barbados espera recibir al mundo en sus embajadas del metaverso¡±, a?ade.
Para sumergirse en el llamado metaverso hace falta conexi¨®n a internet y unas gafas de realidad virtual. Los usuarios entran as¨ª en un mundo envolvente enteramente digital en el que adoptan la forma de un avatar, como si de repente se convirtieran en el personaje de un videojuego. En ese entorno pueden interactuar con otros avatares o con empresas que presten servicios all¨ª. No existe un solo metaverso, aunque Mark Zuckerberg proclam¨® a bombo y platillo hace menos de un mes que quiere que el suyo sea el que prevalezca. Bloomberg Intelligence cree que el negocio que se mueva ah¨ª (compra y venta de complementos para los avatares, experiencias, servicios, etc¨¦tera) pude rondar los 800.000 millones de d¨®lares para 2024. Otras grandes tecnol¨®gicas, como Microsoft, ya han anunciado productos concretos en ese terreno, como la opci¨®n de usar avatares en las videollamadas.
Implicaciones pol¨ªticas
Cuando un pa¨ªs abre una embajada en un emplazamiento est¨¢ reconociendo de facto la soberan¨ªa (un Estado y un gobierno) del territorio en el que se ubica. ?Otorga entonces Barbados legitimidad oficial a un entorno 100% virtual, es decir, inexistente en el mundo f¨ªsico? Ese no es el prisma bajo el que conviene observar esta medida. ¡°El t¨¦rmino embajada en este contexto virtual no puede interpretarse como representaci¨®n diplom¨¢tica permanente ante un Estado, ya que solo ante Estados u otros sujetos de derecho internacional, como la Santa Sede o la Orden de Malta, se pueden tener relaciones diplom¨¢ticas¡±, opina Jordi Sellar¨¦s, profesor de Derecho pr¨¢ctico diplom¨¢tico y consular de Esade Law School. ¡°Aqu¨ª se puede utilizar en sentido laxo como plataforma de difusi¨®n de informaci¨®n, no como un reconocimiento de subjetividades internacionales, esto es, derechos y obligaciones de car¨¢cter internacional¡±. Aunque se le llame embajada no deja de ser una especie de web en un espacio virtual tridimensional.
Seg¨²n el comunicado oficial del Gobierno barbadense, tener embajada en el metaverso le permitir¨¢ al pa¨ªs, adem¨¢s de prestar los servicios consulares a trav¨¦s de ese entorno, comprar terrenos en esos mundos ficticios. Desde Bridgetown explican su movimiento como un paso m¨¢s en su estrategia para posicionarse como un hub americano de las nuevas tecnolog¨ªas y como una forma econ¨®mica de ampliar su red de contactos interestatales. ¡°Es una herramienta que nos permitir¨¢ por un bajo coste establecer nuevos aliados, desarrollar relaciones con otros pa¨ªses y ofrecer servicios por todo el mundo¡±, sostiene Grabriel Abed, embajador de Barbados ante los Emiratos ?rabes Unidos, en una entrevista con Coindesk. El diplom¨¢tico, buen conocedor de la tecnolog¨ªa blockchain, la que hace posibles las criptomonedas, y fundador de tres empresas que operan en ese sector, est¨¢ capitaneando el proyecto, si bien niega que el pa¨ªs en el que vive tenga nada que ver con el mismo.
La ¨ªnsula caribe?a cuenta con una veintena de misiones diplom¨¢ticas, una representaci¨®n acorde al tama?o del pa¨ªs, cuya poblaci¨®n cabe en la ciudad de Gij¨®n. Gracias al metaverso, y suponiendo que su implantaci¨®n acabe cuajando, Barbados podr¨ªa relacionarse con facilidad con los casi dos centenares de pa¨ªses reconocidos por la ONU. Abed reconoce que ganar eficiencia en sus relaciones con otros estados ha sido un importante motor en el impulso de la medida. ?l tambi¨¦n lo ve como una forma de diplomacia cultural: ¡°con esta embajada podemos ofrecer nuestro arte y artesan¨ªa de forma sencilla a pa¨ªses como Polonia o Rusia¡±.
El embajador esgrime asimismo el argumento medioambiental: tener una presencia oficial en el metaverso puede permitir llegar a muchos puntos del planeta evitando desplazamientos en avi¨®n. Tampoco esconde que su apuesta por el metaverso puede funcionar como atractivo para los n¨®madas digitales, los profesionales que trabajan en remoto (normalmente para compa?¨ªas tecnol¨®gicas occidentales) mientras viajan por el globo. Ofrecer a este colectivo una experiencia inmersiva para ver qu¨¦ servicios pueden disfrutar en la isla puede ayudar a que se decidan a trasladarse hasta all¨ª.
Para Andrea G. Rodr¨ªguez, analista del think tank Cidob y especialista en ciberdiplomacia, es deseable aprovechar un canal que se espera que se convierta en mainstream (en este caso el metaverso) para hacer promoci¨®n cultural de tu pa¨ªs. ¡°Lo que parece m¨¢s delicado es que es un espacio hipercentralizado e hipervigilado del que, adem¨¢s, tampoco hay garant¨ªas de que se vaya a convertir en lo que Zuckerberg prometi¨®¡±, sostiene. ¡°Tampoco se pueden obviar los riesgos de ciberseguridad y para la privacidad impl¨ªcitos en ese entorno, que seguro que los habr¨¢, y que precisamente son dos de las cosas que m¨¢s preocupan en las embajadas¡±.
Luego est¨¢ la naturaleza misma del lugar (o entorno) en el que se desarrollar¨¢n las labores diplom¨¢ticas o consulares. ?Puede eso suceder en un ciberespacio creado y gestionado por una o varias empresas privadas? ¡°Las empresas, como las ONGs o los individuos, no son sujetos de derecho internacional. Pero los l¨ªmites se difuminan en ¨¢mbitos en que las compa?¨ªas asumen un papel parecido o tareas que hasta entonces eran exclusivas de los Estados. Los vuelos espaciales y el control de sat¨¦lites, por citar dos ejemplos¡±, reflexiona Sellar¨¦s. Existe el precedente adem¨¢s de las Compa?¨ªas de Indias, predecesoras de las mercantiles actuales, que tuvieron relaciones diplom¨¢ticas.
El antecedente de Second Life
Barbados no es el primer pa¨ªs en abrir una embajada en un mundo virtual. Ese m¨¦rito se lo lleva Maldivas: en 2007, el archipi¨¦lago del ?ndico inaugur¨® oficialmente su oficina diplom¨¢tica en Second Life, que en su momento tambi¨¦n parec¨ªa que iba a asentarse como el entorno cibern¨¦tico en el que todos querr¨ªan estar. A los pocos d¨ªas le sigui¨® Suecia. Luego vinieron Estonia, Colombia, Serbia, Macedonia del Norte, Filipinas, Albania, Israel y Malta.
?Qu¨¦ se pod¨ªa (y se puede) hacer all¨ª? Hablar con tu avatar al de un funcionario de la embajada para obtener informaci¨®n sobre visados, comercio y otras gestiones consulares. ¡°La validez jur¨ªdica [de abrir una oficina en un entorno virtual] es total; su utilidad, relativa¡±, resume Sellar¨¦s, de Esade Law School. ¡°Se trata m¨¢s bien de una acci¨®n simb¨®lica que de otra cosa¡±, coincide Antonios Kouroutakis, profesor de la IE Law School (IE University). ¡°En todo caso hay que tener en cuenta que el metaverso es un entorno virtual que puede ser moldeado por entidades p¨²blicas y privadas, y por tanto regulada por ambas. Lo que ser¨¢ interesante ver es c¨®mo interactuar¨¢n el mundo virtual con el real¡±, a?ade. Por ejemplo, si un usuario sufre un trauma en el metaverso, ?puede recurrir a la justicia ordinaria? ?Qu¨¦ pasa si se comete alguna ilegalidad en una embajada virtual?
Abed, el impulsor del proyecto de las ciberembajadas de Barbados, se muestra convencido de que detr¨¢s de su pa¨ªs vendr¨¢n m¨¢s. Sucedi¨® con Second Life y, en su opini¨®n, se repetir¨¢ con el nuevo metaverso.
Puedes seguir a EL PA?S TECNOLOG?A en Facebook y Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.