¡°Me suplantaron la identidad y se gastaron 100.000 euros con mi nombre. A¨²n sufro las consecuencias¡±
Juan Luis de Soto perdi¨® su DNI en 2019. En dos meses, un delincuente hab¨ªa comprado tres coches y pedido ocho cr¨¦ditos con el documento. Este s¨¢bado la polic¨ªa ha anunciado la captura de una banda especializada en estos delitos
El d¨ªa que Juan Luis de Soto perdi¨® su tarjetero, en 2019, no se dio cuenta. Quiz¨¢ se lo robaron. ¡°Lo busqu¨¦ durante un par de semanas, como no lo encontr¨¦ lo denunci¨¦ en comisar¨ªa, saqu¨¦ un nuevo DNI y me olvid¨¦¡±, dice. Hasta aqu¨ª es una incidencia com¨²n por la que han pasado miles de espa?oles. Pero para De Soto fue el principio de un pozo de llamadas insistentes de entidades de cr¨¦dito, cartas con amenazas y peleas por salir de listas de morosos. El caso sigue pendiente de juicio y a¨²n hoy, m¨¢s de dos a?os despu¨¦s, De Soto mira a menudo en internet si alguien m¨¢s usa su nombre: ¡°Me suplantaron la identidad y se gastaron 100.000 euros con mi nombre y ahora a¨²n sufro las consecuencias¡±, explica.
¡°Me enter¨¦ de que algo raro pasaba cuando me lleg¨® una carta de una empresa de pr¨¦stamos que me dec¨ªa que no lo hab¨ªa devuelto¡±, explica De Soto, de 46 a?os y de Legan¨¦s (Madrid). ¡°Pens¨¦ que era un error o publicidad enga?osa y lo dej¨¦. Pero en seguida recib¨ª una carta del BBVA con informaci¨®n de otro cr¨¦dito. Les llam¨¦ y me dijeron: ¡®Es el coche que has comprado¡¯. ??Un coche?! Fui al concesionario y all¨ª me dijeron que s¨ª, que yo hab¨ªa comprado un coche¡±, a?ade.
Entonces lo entendi¨®: ¡°No soy yo, es mi DNI¡±. Las fechor¨ªas del suplantador duraron menos de dos meses, desde que logr¨® el documento hasta que la polic¨ªa lo detuvo cuando iba a recoger un tercer coche. En esas semanas logr¨® usar el nombre de Juan Luis de Soto para pedir tres cr¨¦ditos para tres coches, abrir una cuenta bancaria y pedir ocho cr¨¦ditos de entre 300 y varios miles de euros. Todo fue en concesionarios y entidades distintas. El coche m¨¢s caro fue de 38.000 euros y, seg¨²n los datos de De Soto y el sumario, el presunto delincuente compr¨® una bicicleta de 2.000 euros y se gast¨® 1.700 euros en un Carrefour de Getafe y 944 en El Corte Ingl¨¦s de M¨¦ndez ?lvaro (Madrid), 304 en la secci¨®n de perfumer¨ªa.
En total, con los intereses, son casi 100.000 euros. Cuando el presunto delincuente fue detenido por la polic¨ªa en el concesionario les dijo su nombre real y que era ¡°amigo de Juan Luis¡±. Cuando De Soto repite esta escena a¨²n exclama enfadado: ¡°?Amigo!¡±. De ah¨ª entr¨® en prisi¨®n provisional y sali¨® al cabo de unos meses. El d¨ªa previsto del juicio no se present¨® y se le dio por fugado. ¡°En octubre lo pillaron¡±, dice De Soto. ¡°Pero la Audiencia Provincial lleg¨® a un acuerdo para condenarle a a?o y medio de prisi¨®n, con lo que no entrar¨ªa ni en la c¨¢rcel. Nosotros hemos protestado y hemos pedido juicio y una indemnizaci¨®n por da?os morales¡±, a?ade. El nuevo juicio deber¨ªa ser a principios de 2022. Est¨¢ por ver si se presentar¨¢.
?De d¨®nde sac¨® el DNI?
En conversaciones con entidades y polic¨ªa, De Soto o¨ªa una y otra vez c¨®mo estos casos ocurren a menudo. Su caso es excepcional por el volumen. ¡°Cuando hay coches de por medio la polic¨ªa se mueve r¨¢pido¡±, apunta. El objetivo, parece ser, consiste en comprar algo f¨¢cilmente vendible para convertirlo en met¨¢lico. De Soto contact¨® con EL PA?S por un art¨ªculo sobre venta de DNI reales en canales de la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa Telegram. Quer¨ªa averiguar si por casualidad los periodistas del diario hab¨ªamos visto su documento a la venta.
No lo hab¨ªamos visto. Pero es posible que el delincuente lo adquiriera en alg¨²n lugar as¨ª y que incluso lo escogiera. Se parec¨ªa un poco a De Soto. ¡°El parecido f¨ªsico siempre ayuda. Se disfraz¨® un poco de m¨ª con gafas¡±, dice De Soto, que sigue sin entender c¨®mo a pesar de estas peque?as ventajas f¨ªsicas, el presunto delincuente pudo lograr tanto con tan poco tiempo: ¡°?Tres coches, dos l¨ªneas telef¨®nicas, ocho cr¨¦ditos r¨¢pidos, una cuenta corriente falsa, y que no haya saltado ninguna alarma? Aqu¨ª falla el sistema, no que un t¨ªo haya ido a hacerte la pu?eta. Ha fallado por todos lados: controles financieros, legales¡±, a?ade.
Como dice De Soto su caso fue ¡°anal¨®gico¡±. Ahora, en la era pospandemia, la Polic¨ªa Nacional est¨¢ m¨¢s preocupada por las suplantaciones digitales a granel. ¡°Los delincuentes ahora buscan lo m¨¢s sencillo para ellos¡±, explica el inspector jefe Diego Alejandro, jefe de la secci¨®n de comercio electr¨®nico de la Polic¨ªa Nacional. ¡°Con ingenier¨ªa social contactan con las v¨ªctimas y les van sacando informaci¨®n: el n¨²mero de tel¨¦fono, el DNI, d¨®nde viven, su banco, en casos m¨¢s extremos consiguen las contrase?as de banca electr¨®nica o la firma electr¨®nica. Y lo hacen por email (phishing), con llamadas (vishing) o tambi¨¦n por sms (smishing)¡±, a?ade.
Alejandro ha visto delitos de todo tipo. Un modo habitual de lograr documentos consiste en poner un anuncio de alquiler normal o vacacional o la venta de coches o m¨®viles. Con una buena oferta atraen a v¨ªctimas propicias. ¡°Para finalizar la compraventa piden datos como una foto del DNI por delante y detr¨¢s, cuenta bancaria, incluso declaraci¨®n de la renta y con esta documentaci¨®n logran abrir cuentas a nombre de esa persona¡±, dice. No solo eso, a veces ha habido casos donde un delincuente ha presentado en la Agencia Tributaria una declaraci¨®n de renta de una v¨ªctima que sal¨ªa a devolver modificando algunos campos.
La usurpaci¨®n de identidades se hace a menudo en cadena. Cuando una v¨ªctima se da cuenta de que le han timado, pone una denuncia acusando al propietario de la cuenta donde ha ido a parar su dinero. Pero es probable que ese nombre tambi¨¦n sea robado, con lo que est¨¢ acusando a otra v¨ªctima. ¡°Eso le puede acarrear otros problemas judiciales. Va a tener tantas denuncias como estafas haya consumado el delincuente. Es una doble victimizaci¨®n¡±, dice Diego Alejandro. ¡°Si no hacemos una buena investigaci¨®n y no sabemos las ip desde donde se han conectado, no logramos salir de ese bucle¡±, a?ade. Los delincuentes usan las identidades para retroalimentar sus delitos. Es como una mu?eca rusa donde todo son identidades suplantadas y dinero que circula entre cuentas falsas.
No son ¡®molestias¡¯
A De Soto le molesta especialmente que en los tribunales y entre las autoridades se hable de lo que le ha ocurrido como ¡±molestias¡±. ¡°Molestias es tener que bajar a las once de la noche a tirar la basura en pijama¡±, dice molesto. ¡°?Pero 100.000 euros en cr¨¦ditos? Eso no es una molestia, es un perjuicio. Yo al menos s¨¦ defenderme medianamente, moverme por internet, consultar ficheros de morosos, pero esto le pasa a una persona con menos conocimientos y se tira por un puente. Te vuelven loco directamente. Son llamadas y cartas todos los d¨ªas a todas horas. Estas empresas de cr¨¦dito r¨¢pido son perros de presa, les da igual que les digas que no es verdad, van a por ti a la yugular¡±, a?ade.
De Soto ha acabado, al menos, en tres ficheros de morosos. Las entidades deben advertir al afectado antes de incluirle. Como con el De Soto real no lo hicieron, un banco ya ha tenido que pagarle una indemnizaci¨®n de 2.000 euros. Est¨¢ a la espera de m¨¢s juicios.
Con los coches ocurre algo similar. Hay uno que circula legalmente por Francia. El presunto delincuente lo vendi¨® en Alicante a los dos d¨ªas de comprarlo con la identidad de De Soto. De all¨ª lo exportaron. Este viernes, el Ayuntamiento de Legan¨¦s embarg¨® 80,31 euros de la cuenta de De Soto por el impuesto de circulaci¨®n de ese veh¨ªculo. ¡°La polic¨ªa te dice que las bases de datos son as¨ª y que necesito una sentencia judicial para cambiar ese coche de nombre. Soy yo quien debo demostrar que ese coche no lo compr¨¦ yo. Tendr¨¦ que ir a un juicio civil¡±, explica. ¡°Es que no me hab¨ªan pedido el impuesto en el 2019 ni en el 2020, pero s¨ª en 2021. La burocracia de las bases de datos es un foll¨®n. Pero no pagar¨¦. Es una cuesti¨®n de honor¡±, a?ade. De momento el dinero embargado es el suyo.
Desarticulada una banda en Barcelona
Aunque la parte digital en estos delitos sigue creciendo, los documentos físicos originales mantienen un valor extraordinario. A De Soto, los agentes que llevaron su caso le recomendaron que llevara solo una fotocopia en la cartera, no el original.
Este sábado la Policía ha anunciado precisamente la desarticulación en Barcelona de una banda de 47 miembros que había defraudado 2,5 millones de euros por toda España suplantando la identidad de más de 200 víctimas. La cúpula de la organización conseguía DNI con técnicas de ingeniería social, en portales de compraventa de segunda mano o mediante hurtos. Con los documentos iban a entidades bancarias a consultar en persona el saldo de la víctima: “Se aprovechaban de rasgos físicos parecidos y del uso de mascarillas u otros elementos de disfraz que ayudasen a ocultar sus rostros”, dice la Policía en su comunicado. La operación ha sido bautizada como Operación sainete.
Cuando los saldos eran grandes, cambiaban la información de contacto del cliente -teléfono y email– porque los bancos la usan como medida de seguridad cuando los clientes van de forma presencial. La banda contaba con un exempleado de banca con más de 20 años de experiencia que conocía cómo funcionan por dentro las entidades. Una vez decidida la cuenta objetivo y cambiada la información de contacto, procedían a dejarla a cero de manera rápida y simultánea: en ventanilla, en distintos cajeros con una técnica llamada Hal Cash que no necesita tarjeta, o con transferencias online y en persona. La Policía también explica que si el propietario del DNI tenía poco dinero, usaban los documentos para otros fines: alquilar coches, identificarse en hoteles, comprar tarjetas sim, sacar billetes o abrir cuentas bancarias online. Durante los 28 registros, la Policía halló 71 DNI físicos, 60 móviles y 120 tarjetas, además de armas y marihuana.
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