?Puede un asistente al estilo de Siri ayudarle a conseguir sus metas?
Un estudio de investigadoras de la Universitat Pompeu Fabra apunta que los agentes conversacionales para el desarrollo personal son capaces de mejorar el bienestar psicol¨®gico de sus usuarios
La promesa de Norika es llevar a sus usuarios ¡°desde el estado en el que est¨¢n hasta el estado en el que desean estar¡±. Este agente conversacional desarrollado por las investigadoras Laura Aymerich e Iliana Ferrer, de la Universitat Pompeu Fabra, funciona como Siri o Alexa, pero casi al rev¨¦s: la finalidad del di¨¢logo con Norika no es que el asistente haga algo por el usuario, sino que sea este el que haga lo necesario para alcanzar sus metas. ¡°Estaba buscando c¨®mo integrar un asesor para el desarrollo personal a trav¨¦s de una tecnolog¨ªa emergente¡±, explica Aymerich.
?Sirve para algo? Las pruebas de las investigadoras apuntan a que s¨ª. Los participantes en el estudio reportaron un incremento en factores como la iniciativa de crecimiento personal y la satisfacci¨®n vital, as¨ª como una reducci¨®n del afecto negativo, que incluye emociones como nerviosismo, miedo, disgusto o culpa. ¡°Encontramos que en esas tres sesiones los participantes mostraron una mejora significativa en su bienestar psicol¨®gico¡±, resume la investigadora.
Despu¨¦s de probar varias plataformas, Aymerich se qued¨® con la que le permit¨ªa que el usuario y su asesor se comunicasen hablando con normalidad. ¡°No quer¨ªa hacer el t¨ªpico chatbot con el que se chatea por escrito, buscaba un agente conversacional con el que se pueda tener una conversaci¨®n m¨¢s natural¡±, comenta.
?Qu¨¦ diferencia hay entre leer un libro sobre desarrollo personal y seguir un programa guiado por un asistente como Norika? Para la investigadora, la clave est¨¢ en la voz. ¡°No es lo mismo que alguien te haga preguntas que confronten tu forma de pensar o que procesar la informaci¨®n que ves en un libro. Es mucho m¨¢s poderoso un agente conversacional que te puede ir guiando en el proceso¡±, explica. Lo que s¨ª reconoce Aymerich es que estos sistemas est¨¢n a¨²n muy lejos del servicio que puede ofrecer un humano.
Precisamente para dar m¨¢s peso a las palabras pronunciadas por el asistente, se procur¨® que el dise?o de la aplicaci¨®n que lo acompa?a fuese extremadamente sencillo: un c¨ªrculo aguamarina sobre un fondo blanco. ¡°Quer¨ªamos que el usuario no tuviese ninguna distracci¨®n, que se enfocase ¨²nicamente en la voz de Norika para reflexionar sobre su vida¡±. Esta naturaleza no corp¨®rea permite adem¨¢s que sea el oyente quien d¨¦ forma en su imaginaci¨®n al ente que le est¨¢ hablando.
La investigadora dise?¨® entonces el programa que habr¨ªan de seguir los usuarios: tres sesiones de unos quince minutos y distribuidas a lo largo de tres semanas en la que Norika se presenta, ayuda a sus pupilos evaluar sus vidas e identificar las ¨¢reas que quieren mejorar, les gu¨ªa en la b¨²squeda de objetivos personales y profesionales que les acerquen a esa mejora y, en la ¨²ltima sesi¨®n, les invita a hacer balance de los resultados conseguidos.
Seg¨²n explica Aymerich, uno de los puntos fuertes de un sistema as¨ª es que crean un ambiente propicio para aquellas personas que no se sienten c¨®modas compartiendo ciertos aspectos de su vida con otras personas: ¡°Hay usuarios que al interactuar con una m¨¢quina se sienten menos juzgados y se abren m¨¢s. Esto facilita mucho el proceso¡±.
Norika se cre¨® espec¨ªficamente para este estudio y no est¨¢ disponible en abierto, pero si llegase a hacerse realidad ser¨ªa una de las pocas aplicaciones que llegan al mercado respaldadas por alg¨²n tipo de estudio emp¨ªrico que demuestra su efectividad. ¡°Es algo muy preocupante. Los usuarios no tienen por qu¨¦ entender lo que es una intervenci¨®n validada cient¨ªficamente porque no es su ¨¢rea¡±, razona Aymerich.
En este contexto, explica, la existencia de aplicaciones que proclaman, sin investigaci¨®n alguna, que pueden contribuir a mejorar la salud mental de sus usuarios acaba por perjudicar a las que hacen sus deberes. ¡°En realidad lo que est¨¢s haciendo es causar una frustraci¨®n muy grande a alguien que est¨¢ intentando encontrar un recurso que le va a ayudar. Si pruebo diez aplicaciones y ninguna me sirve, voy a pensar que nada me puede ayudar, cuando no es as¨ª¡±, subraya la investigadora
?C¨®mo saber de qui¨¦n fiarse? Un buen punto de partida es ir un poco m¨¢s all¨¢ de las tiendas de aplicaciones y buscar, por ejemplo, la p¨¢gina web de la plataforma en cuesti¨®n. Si el proyecto tiene garant¨ªas de las que presumir, es posible que las detalle ah¨ª. ¡°En general, dir¨ªa que es algo bueno que las tecnolog¨ªas emergentes se potencien para la ayuda del bienestar psicol¨®gico¡±.
Entre los principales retos de una versi¨®n comercial de Norika estar¨ªa la responsabilidad de salvaguardar la privacidad de sus usuarios. ¡°Nosotras trabaj¨¢bamos en local y no guardamos nada, pero si fuera una aplicaci¨®n que fu¨¦ramos a subir al mercado, la gesti¨®n de la privacidad y c¨®mo se procesa la informaci¨®n que comparte el usuario ser¨ªa un apartado a tener en cuenta¡±, admite Aymerich.
Puedes seguir a EL PA?S TECNOLOG?A en Facebook y Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.