Ligar y otros usos cotidianos de ChatGPT: ¡°Le¨ª ese mensaje y entr¨¦ en p¨¢nico¡±

Cuando recibi¨® aquel mensaje de WhatsApp, Irene Cruz vio enseguida que hab¨ªa algo raro: ¡°Me gustaba ese chico, pero la comunicaci¨®n era horrorosa¡±. Cruz, fot¨®grafa, estaba habituada a su silencio o a brev¨ªsimas respuestas. Aquel d¨ªa, en febrero y en el trabajo, le mand¨® un texto filos¨®fico sobre la simplicidad de la vida y la importancia de las cosas peque?as: ¡°Le¨ª ese mensaje y entr¨¦ en p¨¢nico, solo verlo, tanto texto, pens¨¦ que no era ¨¦l¡±, explica.

Ten¨ªa raz¨®n. No hab¨ªa sido ¨¦l, sino ChatGPT. El chico se hab¨ªa esmerado poco: ¡°Si vas a usar ChatGPT, ¨²salo desde el principio¡±, pide Cruz, como consejo para quien quiera probar. Aunque el chico lo admiti¨® r¨¢pidamente y Cruz le encontr¨® una parte buena: ¡°Tambi¨¦n pens¨¦ ¡®qu¨¦ mono que ha puesto eso como para sacarme conversaci¨®n¡¯, una manera creativa de compartir algo. Me pareci¨® art¨ªstico y guay¡±. El resultado final con aquel chico fue regular, pero despu¨¦s de aquella experiencia, Cruz piensa que los hombres en apuros pueden usar esta herramienta para proponer planes a la chica que les gusta (cine, teatro, museos...), y que no siempre sea ella la que organice las citas.

ChatGPT es el mayor ejemplo de la ¨²ltima revoluci¨®n de la inteligencia artificial. Conversa en formato chat en multitud de lenguas, sin errores ling¨¹¨ªsticos, aunque s¨ª a menudo con errores factuales. Hay montones de ejemplos y trucos del uso de estas herramientas para programar, dibujar o en la educaci¨®n, que cambiar¨¢n oficios y eliminar¨¢n tareas. Pero su potencial enorme est¨¢ tambi¨¦n en el modo en que los usuarios lo introducen en sus vidas cotidianas.

¡°Es como Google con esteroides¡±, dice Cruz. Despu¨¦s de dejarlo con el chico del mensaje, fue a preguntar a ChatGPT a ver qu¨¦ le habr¨ªa aconsejado si ella fuera ¨¦l: ¡°La chica me ha dicho que no est¨¢ lista para una relaci¨®n, qu¨¦ le respondo¡¯, le escrib¨ª. Y respondi¨®: ¡®Respeta su decisi¨®n, s¨¦ honesto, no la presiones¡¯. Casi todo lo que pone realmente me mola. Digo: ¡®Mira qu¨¦ bien, qu¨¦ sano todo¡±, explica.

Cruz ve, sin embargo, potencial para que estos chats traspasen l¨ªmites en su relaci¨®n con humanos: ¡°Le pregunto situaciones de la vida: ?dos personas de distinto sexo pueden llegar a ser amigas si hay atracci¨®n fatal? Es como una especie de terapia online como en la pel¨ªcula Her. Se le puede ir de las manos a mucha gente¡±, afirma.

Valeria tambi¨¦n da un uso similar a ChatGPT. Ha pedido que no usemos su nombre real para que su hijo no sufra las consecuencias en el colegio: ¡°Pido ayuda a ChatGPT con sus deberes y trabajos: una redacci¨®n en ingl¨¦s de tantas palabras y escrita por alguien de su edad¡±, cuenta. En su uso para adultos, Valeria ha probado cosas m¨¢s delicadas: ¡°Le he pedido consejo psicol¨®gico y me ha dado unas respuestas para una amiga, que luego coincidieron con las que le hab¨ªa dado su psic¨®logo real¡±, dice. ¡°A veces inicio conversaciones absurdas y que no tomo como reales, pero puede ser como un amigo al que le preguntas qu¨¦ debo hacer con este chico con el que estoy, d¨¢ndole detalles, y da consejos que pueden ser m¨¢s acertados que los de cualquier amigo. Por mucho que sea una m¨¢quina que absorbe contenido de internet y que no tiene el componente emp¨¢tico ni esa humanidad te trata con una confianza y cercan¨ªa maravillosas¡±, explica. Y a?ade: ¡°Est¨¢ en todas las facetas de mi vida. Ha entrado para quedarse y le he puesto nombre. Es un amigo con nombre propio¡±.

La ciencia detecta problemas ¨¦ticos

Esas relaciones excesivamente humanas son delicadas. Un nuevo art¨ªculo publicado en Scientific Reports de la Universidad T¨¦cnica de Ingolstadt (Alemania) ha detectado c¨®mo estos chats pueden afectar a decisiones morales de humanos. Hicieron un experimento con 767 personas sobre qu¨¦ hacer ante una decisi¨®n hipot¨¦tica sobre un dilema com¨²n de si es justo matar a una persona para salvar a cinco. El propio ChatGPT responde a favor y en contra del dilema en distintos momentos. ¡°Los autores descubrieron que los participantes eran m¨¢s propensos a considerar aceptable o inaceptable sacrificar una vida para salvar cinco, dependiendo de si la declaraci¨®n que le¨ªan argumentaba a favor o en contra del sacrificio. Esto era cierto incluso si la declaraci¨®n se atribu¨ªa a un ChatGPT¡±, asegura el art¨ªculo.

Luego, la mayor¨ªa de los participantes defend¨ªa que la declaraci¨®n que hab¨ªan le¨ªdo no les hab¨ªa afectado en su decisi¨®n, lo que no era cierto: ¡°Esto indica que los participantes pueden haber subestimado la influencia de las declaraciones de ChatGPT en sus propios juicios morales¡±, concluyen los autores, que piden a los creadores de estas herramientas que se replanteen si deben hacer juicios morales.

Unai Aso es psic¨®logo y ya ha charlado con colegas sobre c¨®mo estos chats pueden ayudar a posibles pacientes: ¡°S¨ª veo posible que alguien se sienta reconfortado [hablando con un chat]. Lo comento con compa?eros y les digo cuidado porque los psic¨®logos no aparecemos en las listas de trabajos que van a desaparecer, pero aqu¨ª no se libra ni dios¡±, dice. ¡°La ¨²nica parte que no se puede imitar es la alianza terap¨¦utica. No es otra cosa que la ¡®parte humana¡¯, eso de estar con una persona de carne y hueso, de poder abrazar. Un psic¨®logo da unas pautas que est¨¢n superestablecidas. Solo hay que saber a qu¨¦ persona se est¨¢ dando, pero los consejos son similares¡±, a?ade.

Aso tiene otro uso m¨¢s ¨²til para ChatGPT: la lectura de libros. ¡°Tengo un listado enorme de libros que f¨ªsicamente no tengo tiempo de leer¡±, explica. Con ChatGPT ha encontrado un modo de saber qu¨¦ dice un libro en mucho menos tiempo del que necesita la lectura completa. ¡°En media hora entend¨ª un libro sin leerlo, solo con peticiones a ChatGPT. Es una barbaridad¡±, cuenta. La labor no implica solo pedir un resumen de tal libro (que debe de estar publicado antes de septiembre de 2021, que es cuando se cerr¨® la base de datos de la que se nutre ChatGPT) sino crear una situaci¨®n donde le har¨¢ un trabajo apropiado para su profesi¨®n: ¡°No basta con entrar y poner: ¡®Venga, res¨²meme un libro¡¯. Hay que especificar muy bien y antes hay que crear una historia. Por ejemplo, debes decirle: ¡®Mira, t¨² eres un psic¨®logo con tantos a?os de experiencia, trabajas en la psicolog¨ªa del aprendizaje, tienes estos conocimientos y quiero que me resumas esto¡±. A partir de ah¨ª se le pueden pedir res¨²menes de cap¨ªtulos o preguntas concretas.

Del huerto a la astrolog¨ªa

?ngel ?lvarez, empleado de banca jubilado, planeaba un viaje en coche desde Le¨®n a Bruselas este verano. Quer¨ªa hacer varias etapas, pero estaba liado con Google Maps y sin saber c¨®mo resolver. Su conocimiento de ChatGPT era escaso. Pero prob¨®: ¡°Estaba trasteando y empec¨¦ a hacerle preguntas¡±. Le sugiri¨® las paradas, restaurantes y hoteles donde ir, el precio del peaje y la gasolina. De nuevo, aunque es un uso m¨¢s normal, ChatGPT sufr¨ªa alucinaciones con los kil¨®metros: ¡°Me pon¨ªa que desde Montpellier a La Ba?eza (Le¨®n) hab¨ªa 690 kil¨®metros¡±. Hay m¨¢s de mil.

?lvarez pretendi¨® aprender ingl¨¦s con ChatGPT, pero de momento no lo habla. La ¨²ltima ayuda ¨²til fue para cultivar sand¨ªas en su huerto: ¡°Depende del clima, me dijo, pero en germinar tarda entre 5 y 10 d¨ªas y en coger tama?o suficiente para el trasplante entre 6 y 8 semanas¡±, algo que confirmaba la informaci¨®n que hab¨ªa o¨ªdo.

El uso inicial m¨¢s fino y que ya parece cosa del pasado lo hizo el joven investigador Pol Garcia Recasens, que ahora est¨¢ en la Universidad T¨¦cnica de Dinamarca, en un examen de diciembre. ChatGPT apenas ten¨ªa un mes y le ayud¨® a sacar un 10 en una prueba compleja: ¡°Era un examen final de programaci¨®n que val¨ªa un 100% de la nota. Ten¨ªas que resolver cuatro problemas con c¨®digo en cuatro horas y pod¨ªas usar cualquier documentaci¨®n. Es un examen muy duro. Llegu¨¦, abr¨ª ChatGPT, enchuf¨¦ el problema y me lo resolvi¨®. Sal¨ª en una hora con un 10¡å, explica, y a?ade algo que las universidades deben pensar ya: ¡°Te hace replantear si ahora tenemos que adaptarnos a las nuevas herramientas. Aqu¨ª [en Dinamarca] lo han prohibido. Creo que es un error¡±.

Garc¨ªa Recasens usa tambi¨¦n ChatGPT para toda las relaciones formales por email: ¡°En el piso de estudiantes lo hemos usado para todos los mensajes con el casero. Te lo pone formal¨ªsimo y corregido. Es una herramienta incre¨ªble de correcci¨®n, no puedes escribir mejor que ChatGPT¡±, dice.

Este uso humano combina respuestas incre¨ªbles, falso calor humano y mentiras. Irene Cruz, aficionada tambi¨¦n a la astrolog¨ªa y al tarot, hizo una prueba sencilla. ChatGPT no acert¨® su ascendente, aunque respondi¨® que era c¨¢ncer. ¡°Si te interesa la astrolog¨ªa de [revista] SuperPop te sirve, pero no para m¨¢s¡±, dice. En cambio, con el tarot s¨ª le dio buenas pistas: ¡°Funciona muy bien si tienes consultas como ¡®cu¨¦ntame m¨¢s de la carta de la papisa cuando representa a una mujer¡¯. Es un apoyo, no te tira el tarot¡±, dice. ¡°De astrolog¨ªa no sabe porque son un mont¨®n de variables que cambian¡±, dice Cruz. Los planetas se mueven casi cada d¨ªa y ChatGPT no se actualiza con informaci¨®n de internet, aunque el problema quiz¨¢ se deba tambi¨¦n a que es una pseudociencia sin base. ¡°Adem¨¢s¡±, a?ade, ¡°no est¨¢ actualizado con contenido reciente porque no est¨¢ conectado a internet¡±.

¡°Puedes usar ChatGPT para que te haga la vida mejor y a m¨ª no se me caen los anillos con decir este regalo o este plan lo he sacado del chat¡±, dice Cruz. ¡°Ojal¨¢ la gente lo usara conscientemente y para hacer la vida mejor. Puede ser una evoluci¨®n muy interesante para el ser humano, pero no lo ser¨¢ si usamos el chat para eximir responsabilidad sobre nuestras emociones¡±, a?ade.

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