A Coru?a busca algoritmos que no destruyan el planeta: ¡°El consumo energ¨¦tico de ChatGPT debe de ser brutal¡±
Un equipo cient¨ªfico investiga alternativas verdes, ¡°que funcionen igual de bien, pero con menos datos¡±, desde la ciudad que acoger¨¢ la Agencia Espa?ola de Supervisi¨®n de la Inteligencia Artificial
Una bombilla se encendi¨® en el cerebro de la investigadora Ver¨®nica Bol¨®n, experta en inteligencia artificial, un d¨ªa de 2019 mientras le¨ªa un art¨ªculo cient¨ªfico. ¡°Dec¨ªa que entrenar un modelo de lenguaje de IA emit¨ªa el CO? equivalente al de cinco coches a lo largo de su vida ¨²til. Me qued¨¦ sorprendida. La inteligencia artificial consume mucha energ¨ªa cuando aprende, ya no solo en su uso, pero hasta entonces nunca lo hab¨ªa pensado¡±, rememora sentada en una de las salas del Centro de Investigaci¨®n en Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y las Comunicaciones (CITIC) de la Universidad de A Coru?a. Ella y otros siete investigadores (en total, cuatro hombres y cuatro mujeres) forman uno de los equipos que en Espa?a est¨¢n hoy inmersos en la b¨²squeda de algoritmos verdes; es decir, en resolver esa gran paradoja que ha tra¨ªdo el bum de los supercomputadores, del traj¨ªn de datos, de la nube y de ChatGPT: ¡°La inteligencia artificial nos ayuda a solucionar much¨ªsimos problemas, algunos de ellos derivados del cambio clim¨¢tico, pero a su vez es parte del problema¡±, advierte Bol¨®n.
La inteligencia artificial verde se afana en dise?ar soluciones que alcancen los objetivos propuestos, pero de forma sostenible para el medio ambiente, es decir, con un uso eficiente de los recursos computacionales. Este concepto, que apenas tiene tres a?os de vida, se contrapone a la IA roja, que solo valora los algoritmos por su rendimiento, aunque impliquen, por ejemplo, un consumo energ¨¦tico excepcional. ¡°Ahora se le va dando algo de importancia a los algoritmos verdes, aunque no toda la que se deber¨ªa¡±, opina Ver¨®nica Bol¨®n. Cree que detr¨¢s de esta falta de atenci¨®n de la humanidad est¨¢ el hecho de que tener en cuenta la sostenibilidad va contra los intereses de las grandes tecnol¨®gicas en la vertiginosa carrera de la inteligencia artificial. Microsoft, Google y OpenAI, explica, lideran los avances en este campo con un ¡°gran consumo¡± de energ¨ªa. Los ecologistas, puntualiza la investigadora, llevan a?os lanzando alertas sobre la huella ambiental de este proceso. En 2010, Greenpeace ya advert¨ªa en un informe de que las granjas de miles de servidores que conforman la nube ¡°requieren enormes cantidades de energ¨ªa para funcionar y refrigerarse¡±.
La irrupci¨®n de ChatGPT, una herramienta que despierta fascinaci¨®n y con la que juguetean millones de personas a diario, ha agravado el problema. ¡°No sabemos exactamente lo que consume, pero tiene que ser brutal, en su entrenamiento y en su uso, porque necesita muchos datos y redes neuronales muy grandes. Y no es algo que la gente se pare a pensar, porque tampoco tiene informaci¨®n al respecto. [La empresa] se llama OpenAI, pero en eso no es nada abierta¡±, afirma Bol¨®n sobre la compa?¨ªa que lanz¨® la popular aplicaci¨®n y que fue fundada en 2015 por Sam Altman y Elon Musk, entre otros, como una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro.
Un estudio de la Universidad de Copenhague estim¨® en 2020 que una ¨²nica sesi¨®n de entrenamiento de GPT-3 (el generador de texto en el que se bas¨® ChatGPT) ten¨ªa el consumo energ¨¦tico equivalente al de 126 casas danesas en un a?o, seg¨²n cita la investigadora gallega. Sobre ChatGPT-4, su siguiente versi¨®n, no se han publicado de momento equivalencias, pero hay un dato que da idea de su impacto ambiental: se entren¨® con 1 bill¨®n de par¨¢metros, frente a los 175.000 millones que se usaron con GPT-3. ¡°No digo que haya que cortar ese desarrollo tecnol¨®gico. Pero si me preguntas si, ¨¦ticamente, vale la pena todo ese esfuerzo computacional para un modelo que se dedica a entretener o a ayudar a realizar tareas, tengo sentimientos encontrados. Me impresiona el avance, pero creo que estamos poniendo el foco donde no es. No se est¨¢ utilizando para cuestiones fundamentales que afecten a la sociedad¡±, se?ala.
Ver¨®nica Bol¨®n, de 39 a?os, comenz¨® en 2018 a investigar c¨®mo ejecutar algoritmos en dispositivos muy peque?os, que no tuviesen la capacidad computacional de un ordenador. A¨²n no conoc¨ªa el concepto de inteligencia artificial verde, pero pronto se percat¨® de que utilizar menos recursos computacionales es m¨¢s sostenible porque consume mucha menos energ¨ªa. Y lo mismo ocurre si no se transfieren continuamente los datos a la nube, explica. En 2022, el mismo a?o en que entr¨® en la Real Academia de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales de Espa?a, le concedieron un proyecto nacional de investigaci¨®n que se prolongar¨¢ hasta 2025. Su equipo ha conseguido ejecutar algoritmos, sin perder precisi¨®n en los resultados, con solo 16 bits (un bit es la unidad m¨ªnima de informaci¨®n) en vez de los 64 bits que emplean hoy en d¨ªa los ordenadores comunes. La reducci¨®n de energ¨ªa que supone el cambio no la conocen todav¨ªa con precisi¨®n porque trabajan con simulaciones, explica Bol¨®n.
Su equipo, formado por Brais Cancela, Jorge Gonz¨¢lez, Noelia S¨¢nchez, Laura Mor¨¢n, David Novoa, Eva Blanco y Samuel Su¨¢rez, explora tambi¨¦n otro de los caminos hacia la inteligencia artificial verde, que consiste en acelerar los procesos. Trabajan en intentar hacer lo mismo en menos tiempo. ¡°Se trata de romperse la cabeza para optimizar los modelos, para que funcionen igual de bien con menos datos y una red menor. Ahora todo el mundo quiere aplicar, por ejemplo, aprendizaje profundo (deep learning) pero hay problemas que se pueden solucionar con modelos much¨ªsimo m¨¢s simples. Es matar moscas a ca?onazos. Hay que hacer un esfuerzo para discernir cu¨¢ndo es necesario y cuando no¡±, esgrime Bol¨®n desde el CITIC.
Freno por ley a las emisiones de la IA
Este centro cient¨ªfico cuenta con unos 200 investigadores y el 75% se dedica al ¨¢mbito de la inteligencia artificial y la ciencia de datos. Forma parte del ecosistema universitario y empresarial por el que A Coru?a ha sido seleccionada por el Gobierno para ser la sede de la Agencia Espa?ola de Supervisi¨®n de la Inteligencia Artificial (Aesia). Los algoritmos verdes ser¨¢n parte del trabajo de este organismo. Espa?a cuenta desde el pasado diciembre con un Plan Nacional de Algoritmos Verdes, que pretende impulsar tanto la eficiencia energ¨¦tica de la inteligencia artificial como su aplicaci¨®n para resolver problemas ambientales. El documento recoge la creaci¨®n de hasta dos c¨¢tedras sobre esta disciplina, una convocatoria a la que se ha presentado la Universidad de A Coru?a y que se resolver¨¢ ¡°en breve¡±, seg¨²n fuentes de la Secretar¨ªa de Estado de Digitalizaci¨®n e Inteligencia Artificial.
De los 257,7 millones de euros de fondos europeos Next Generation con los que est¨¢ dotado el plan hasta 2025, 6,9 millones se destinar¨¢n a ayudas econ¨®micas a proyectos de investigaci¨®n en este campo, informa la citada Secretar¨ªa de Estado. ¡°Es f¨¢cil hablar de que es muy importante la sostenibilidad y bajar el consumo en la computaci¨®n, pero para eso hay que potenciar las l¨ªneas de investigaci¨®n y se necesitan fondos¡±, subraya Manuel Gonz¨¢lez Penedo, director del CITIC, quien pide mejoras en la financiaci¨®n estructural de centros como el que ¨¦l comanda, continuidad en los programas y menos burocracia para captar talento de fuera de Espa?a.
Ver¨®nica Bol¨®n urge una ley que regule la inteligencia artificial tanto desde el punto de vista ¨¦tico como de sostenibilidad: ¡°Hace falta una regulaci¨®n y debe incluir el consumo. ?Vamos a permitir que las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n sean responsables del 20% o m¨¢s de las emisiones de CO? a la atm¨®sfera? Pues habr¨¢ que poner un freno, como en otras industrias o ¨¢reas¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Tecnolog¨ªa en Facebook y Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.