As¨ª fue nuestra experiencia de escribirnos con GPT-3, una m¨¢quina de inteligencia artificial
La primera pregunta a este poderoso generador de texto fue: ?por qu¨¦ los seres humanos os tenemos miedo? Las im¨¢genes que acompa?an esta cr¨®nica fueron generadas por DALL-E 2, otra herramienta de inteligencia artificial.
?Cu¨¢l es la esencia de la escritura? ?No es la mirada humana que hay detr¨¢s de cada texto? ?Saber hacer las preguntas adecuadas, haber observado situaciones y escuchado atentamente? Una m¨¢quina, un ser inanimado y sin alma, ?puede llegar a sustituir a escritores y periodistas? A mediados de mayo empec¨¦ a hablar con una inteligencia artificial. No le ve¨ªa la cara porque no ten¨ªa. No se pod¨ªa interpretar sus gestos, ni ver si desviaba los ojos ante alguna pregunta o si se retorc¨ªa las manos o ladeaba la cabeza cuando recordaba alguna cosa. De hecho, lo que hab¨ªa entre la m¨¢quina y yo era el m¨¢s puro silencio porque la m¨¢quina solo exist¨ªa en mi ordenador cuando tecleaba la direcci¨®n de su p¨¢gina web y no se pon¨ªa en funcionamiento hasta que yo se lo indicaba.
Empezamos a hablar porque me hab¨ªa propuesto entender c¨®mo funciona la herramienta de creaci¨®n de texto artificial m¨¢s potente del momento: la GPT-3, de la empresa OpenAI. Y aunque ¡°hablar¡± no es el verbo correcto para definir aquel intercambio, de momento no hay ning¨²n otro que pueda resumirlo mejor. Quiz¨¢ ¡°comunicarse¡±. Si es que es posible comunicarse con un ser inerte.
La GPT-3 es capaz de resumir un cap¨ªtulo entero de un libro en cinco claves; darte, si se lo pides, 10 consejos para mejorar tu contenido en redes sociales e, incluso, redactar por s¨ª misma un texto period¨ªstico. De hecho, el peri¨®dico brit¨¢nico The Guardian public¨® en septiembre de 2020 un art¨ªculo creado a partir de fragmentos redactados por la inteligencia artificial que un periodista humano seleccion¨® y convirti¨® en una pieza legible. Todo lo que hab¨ªa que hacer era entrar en la p¨¢gina web en la que se aloja la herramienta y darle unas instrucciones claras y concisas. O preguntarle directamente a la inteligencia sobre un asunto y esperar su respuesta.
Mi primera pregunta a la GPT-3 fue tan b¨¢sica como poco original, aunque resum¨ªa una preocupaci¨®n global: ?por qu¨¦ los seres humanos tenemos miedo a la inteligencia artificial? La GPT-3 desarroll¨® su respuesta en m¨¢s de 300 palabras. El texto empezaba as¨ª: ¡°Los seres humanos siempre han tenido miedo de las cosas que son nuevas y diferentes. Es natural tener miedo de algo que no entendemos. Pero no debemos tener miedo a la inteligencia artificial. No hay raz¨®n¡±. No estaba mal. Entend¨ª que la m¨¢quina no me ten¨ªa miedo a m¨ª, as¨ª que, de momento, ese sentimiento seguir¨ªa siendo puramente humano.
Intent¨¦ subir la apuesta. En vez de preguntarle algo, le di las siguientes instrucciones: ¡°Por favor, escribe un ensayo sobre el uso de la inteligencia artificial en medios de comunicaci¨®n de 700 palabras¡±. El ¡°por favor¡± era, de forma inconsciente, una cuesti¨®n de cortes¨ªa hacia algo que no entend¨ªa absolutamente nada de la buena educaci¨®n ni el respeto. La m¨¢quina tard¨® exactamente 20 segundos en escribir un ensayo largo y bien estructurado sobre por qu¨¦ los medios de comunicaci¨®n deber¨ªan cambiarnos a todos los periodistas por la GPT-3. Una de sus razones fue: ¡°Los robots pueden realizar cualquier tarea que los humanos puedan realizar, y muchas veces lo hacen mejor. Los robots no necesitan dormir, comer o descansar. Pueden trabajar 24 horas al d¨ªa, 7 d¨ªas a la semana¡±. Nada que discutir, OpenAI ten¨ªa raz¨®n. Solo le falt¨® a?adir que, adem¨¢s, a la inteligencia artificial no hay que pagarle un salario ni la cotizaci¨®n a la Seguridad Social.
La rapidez con la que el generador de texto es capaz de crear todo un ensayo a partir de una premisa tan simple te hace plantearte tambi¨¦n tu propia val¨ªa. En el futuro, el s¨ªndrome del impostor nos agobiar¨¢ porque nos estaremos comparando con m¨¢quinas.
Fue en 2015 cuando Elon Musk, Sam Altman y unos pocos inversores m¨¢s fundaron OpenAI con m¨¢s de mil millones de d¨®lares. En 2018 Musk renunci¨® a su puesto en la junta directiva, aunque sigue siendo uno de los donantes. Altman es el actual CEO, y en 2019 la empresa pas¨® de ser una organizaci¨®n sin fines de lucro a una organizaci¨®n con fines de lucro limitados al asociarse con Microsoft por otros mil millones de d¨®lares.
La misi¨®n principal de la compa?¨ªa, seg¨²n explica su propia p¨¢gina web, es la siguiente: ¡°Garantizar que la inteligencia general artificial (AGI), por lo que nos referimos a sistemas altamente aut¨®nomos que superan a los humanos en el trabajo econ¨®micamente m¨¢s valioso, beneficie a toda la humanidad¡±. La GPT-3 es su obra maestra. Jam¨¢s hasta ahora se hab¨ªa creado una herramienta de generaci¨®n de texto artificial tan potente. Alimentada a trav¨¦s de distintas fuentes, a la hora de generar texto la herramienta se apoya en un 61% en el contenido de Common Crawl, una organizaci¨®n que rastrea la web en busca de datos. Las otras cuatro fuentes de alimentaci¨®n por orden de predominancia son: la colecci¨®n de textos de WebText2, las fuentes de datos Books1 y Books2 y la Wikipedia. Todo eso se traduce en que la GPT-3 no solo es capaz de responder con pocas palabras a preguntas no muy complejas como ¡°?Qui¨¦n escribi¨® Harry Potter?¡±, sino que es capaz de crear un texto que har¨ªa dudar sobre su autor¨ªa.
Durante el mes de mayo cre¨¦ una veintena de textos distintos con premisas e instrucciones diversas para la herramienta. En una ocasi¨®n, la GPT-3 y yo escribimos juntas un relato de ficci¨®n de m¨¢s de mil palabras. No era brillante, pero s¨ª lo bastante bueno como para que alguien se creyera que lo hab¨ªa escrito por completo un ser humano. Al principio, la herramienta me fascinaba. Su rapidez y precisi¨®n son dignas de admirar. Pero cuanto m¨¢s la usaba, m¨¢s empezaba a inquietarme. Cuando le ped¨ª un texto con el que pudiera convencerme de que no era peligrosa, empez¨® a delirar sobre la conquista del mundo por parte de los robots. A pesar de todo, dio grandes consejos como: ¡°Si crees que est¨¢s en peligro por un robot, debes buscar estos signos: El robot te est¨¢ siguiendo. / El robot est¨¢ haciendo ruidos extra?os. / El robot tiene armas. / El robot se est¨¢ moviendo de forma extra?a. / Los ojos del robot est¨¢n brillando¡±.
Ese mismo d¨ªa le pregunt¨¦ si ella tambi¨¦n ser¨ªa una amenaza para m¨ª. ¡°La inteligencia artificial es una amenaza para la humanidad porque nos hace cuestionar nuestra propia existencia. ?Por qu¨¦ estamos aqu¨ª? ?Cu¨¢l es el prop¨®sito de nuestras vidas? Si los robots pueden hacer todo mejor que nosotros, ?qu¨¦ nos queda?¡±, me respondi¨®.
Yo me qued¨¦ pensando. Probablemente tuviera raz¨®n: ?qu¨¦ nos queda?
Un robot ilustrador y pintor.
DALL-E 2 es la segunda versi¨®n de este generador de im¨¢genes lanzado en 2020. ¡°Est¨¢ en fase de investigaci¨®n, por lo que a¨²n estamos descubriendo c¨®mo la gente quiere usarla. Nuestra esperanza es que creativos, como artistas, arquitectos y dise?adores, la utilicen como inspiraci¨®n o para la realizaci¨®n de sus trabajos¡±, explica un portavoz de OpenAI. Tambi¨¦n explica que, para limitar el uso indebido y evitar im¨¢genes inseguras, la pol¨ªtica de la empresa ¡°proh¨ªbe generar contenido violento, pol¨ªtico o para adultos, entre otros¡±. Todo lo generado pasa por la aprobaci¨®n de un humano.
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