¡°Tienen sangre en sus manos¡±: los senadores de EE UU arremeten contra las redes sociales por no proteger a los menores

¡°Ustedes y sus empresas, sabemos que no es esa su intenci¨®n, pero tienen las manos manchadas de sangre. Hacen un producto que mata gente¡±. La andanada que lanz¨® el senador republicano Lindsey Graham en su discurso, entre los aplausos entusiastas del p¨²blico, fue solo un adelanto de la hostilidad que esperaba a los consejeros delegados de las mayores redes sociales en la audiencia de este mi¨¦rcoles en la C¨¢mara Alta del Congreso sobre la explotaci¨®n de menores en internet y la necesidad de implantar legislaci¨®n contra los depredadores en esas plataformas.

Los depredadores sexuales son uno de los grandes problemas que encaran los ni?os y adolescentes en redes sociales. Otros son los est¨¢ndares imposibles de belleza y felicidad; la depresi¨®n, trastornos psicol¨®gicos y de la alimentaci¨®n; los mecanismos de uso y algoritmos dirigidos a crear adicci¨®n, o el ciberacoso, seg¨²n denuncian padres, organizaciones especializadas y legisladores, que acusan a las compa?¨ªas de no hacer lo suficiente para proteger a los menores y de llenarse los bolsillos gracias a esa falta de control.

A la sesi¨®n del Comit¨¦ Judicial del Senado estaban citados Mark Zuckerberg, consejero delegado de Meta, la compa?¨ªa matriz de Facebook; Linda Yaccarino, de X; Shou Zi Chew, de TikTok; Jason Citron, de Discord, y Evan Spiegel, de Snap. Tras ellos, el p¨²blico m¨¢s hostil posible: padres de ni?os v¨ªctimas de abusos en redes que se acabaron suicidando por el acoso recibido en esas plataformas.

¡°Son familias que han perdido a sus hijos¡±, clamaba el senador dem¨®crata Jon Ossoff. ¡°Son familias de todo el pa¨ªs cuyos hijos se han autolesionado, que han padecido baja autoestima, a los que les han vendido p¨ªldoras mortales en internet¡­ Internet es un lugar peligroso para los ni?os, y sus plataformas son lugares peligrosos para los ni?os¡±.

¡°No existe ninguna herramienta para que las empresas se vean obligadas a rendir cuentas. En vez de esto, los ¡®supervivientes¡¯ y sus defensores se ven obligados a suplicar a las compa?¨ªas que antepongan la seguridad a los beneficios¡±, demandaba Dick Durbin, presidente del Comit¨¦, en su discurso al comienzo de la sesi¨®n. El parlamentario dem¨®crata citaba datos de la ONG Centro Nacional para los Ni?os Desaparecidos y Explotados, que apuntan a que el chantaje sexual conocido como ¡°sextortion¡±, por el que un depredador enga?a a un menor para que le env¨ªe im¨¢genes expl¨ªcitas, se dispar¨® el a?o pasado.

¡°Este alarmante crecimiento de la explotaci¨®n sexual infantil se ve alentado por una cosa: los cambios en la tecnolog¨ªa¡±, apuntaba Durbin.

Ninguno de los comparecientes recibi¨® un trato de guante blanco. Pero las principales bofetadas ret¨®ricas fueron a parar a Zuckerberg, como responsable de Instagram, y a Shou Zi Chew, al que se le pidieron todo tipo de explicaciones sobre la compa?¨ªa de propiedad china y la influencia que ejerce, o pueda ejercer, Pek¨ªn en su funcionamiento.

Uno de los momentos m¨¢s dram¨¢ticos de la audiencia lleg¨® inmediatamente despu¨¦s de que los senadores mostraran un v¨ªdeo en el que varios ni?os explicaban el trauma que vivieron como v¨ªctimas de abusos y acoso en las redes sociales. Dirigi¨¦ndose a Zuckerberg, el senador republicano Josh Hawley le pregunt¨®: ¡°?le gustar¨ªa pedir disculpas ahora mismo a las v¨ªctimas perjudicadas por su producto? Est¨¢n aqu¨ª, en directo en televisi¨®n, ?quiere pedirles perd¨®n?¡± El fundador de Facebook se puso de pie y se gir¨® hacia los padres que mostraban fotos de sus hijos fallecidos.

¡°Lamento todo lo que ustedes han pasado. Nadie tendr¨ªa que sufrir las cosas que sus familias han padecido, y por eso invertimos tanto y seguimos emprendiendo esfuerzos en todo el sector para asegurarnos de que nadie tenga que pasar por las cosas que sus familias han tenido que sufrir¡±, declaraba Zuckerberg.

Sus palabras no parecieron calmar a los senadores. El texano Ted Cruz le ech¨® en cara que las alertas de Instagram sobre posible contenido sexual il¨ªcito contuvieran un bot¨®n que permitiera ¡°ver el contenido de todos modos¡±. ¡°Se?or Zuckerberg, ?en qu¨¦ diablos estaba pensando?¡±, le interpelaba el legislador, visiblemente indignado.

La r¨¦plica del ejecutivo: ¡°la ciencia b¨¢sica tras ello es que, cuando la gente busca algo problem¨¢tico, a menudo ayuda el no bloquear simplemente, sino dirigirles a algo que pueda ser ¨²til para llevarles a recibir ayuda¡±. A lo que Cruz replic¨® que, si bien es razonable que se incluya un bot¨®n que ofrece informaci¨®n sobre por qu¨¦ esa b¨²squeda puede ser problem¨¢tica, ¡°?en qu¨¦ universo hay un enlace para ¡®Ver los Resultados de Todos Modos¡±? Y, de nuevo, Zuckerberg: ¡°bueno, porque podemos estar equivocados¡±.

Por su parte, Chew regresaba al Capitolio por primera vez en diez meses. En marzo del a?o pasado, en su primera comparecencia ante el Congreso, se vio sometido a una oleada de cr¨ªticas y preguntas sobre el da?o que TikTok, una de las aplicaciones m¨¢s populares en Estados Unidos, pueda estar causando a la salud mental de los adolescentes. Esta vez no fue muy diferente.

¡°Tomamos decisiones cuidadosas sobre el dise?o del producto para hacer que nuestra aplicaci¨®n sea inh¨®spita para aquellos que quieren hacer da?o a los adolescentes¡±, sosten¨ªa el ejecutivo singapure?o. Seg¨²n ¨¦l, las directrices de la empresa proh¨ªben cualquier contenido que ¡°ponga a los adolescentes en riesgo de explotaci¨®n, o cualquier otro perjuicio, y aplicamos esas directrices tajantemente¡±.

TikTok, una de las aplicaciones m¨¢s populares y tambi¨¦n m¨¢s denostadas en Estados Unidos, asegura que planea invertir cerca de 2.000 millones de d¨®lares en ejecutar un plan para la protecci¨®n de los menores en su plataforma. Seg¨²n Chew, esta red social cuenta con 170 millones de usuarios en EE UU, veinte millones m¨¢s de lo que calculaba hace diez meses.

En 2009, apenas la mitad de los adultos de Estados Unidos utilizaba tel¨¦fonos inteligentes. En 2012, la mitad de los adolescentes ya estaba en redes sociales. Hoy d¨ªa, el 95% de los adolescentes emplea alguna de estas plataformas digitales. Y una tercera parte de muchachos entre los 13 y los 17 a?os reconoce consumirlas de modo constante. Al mismo tiempo, se ha disparado la cifra de j¨®venes que admite padecer s¨ªntomas de depresi¨®n: un 40% de los estudiantes de secundaria en EEUU aseguran haberse sentido tan bajos de ¨¢nimo que la tristeza les impidi¨® desarrollar sus actividades normales de estudio o deporte durante al menos dos semanas, seg¨²n la ¨²ltima edici¨®n del estudio bienal Encuesta de Comportamiento de Riesgo entre los J¨®venes, elaborado por los Centros para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades. Los psic¨®logos hablan tambi¨¦n de un aumento de los casos de trastornos alimentarios, o de adolescentes que sufren ansiedad, y de una escalada en el n¨²mero de menores que llegan a Urgencias tras haberse hecho da?o deliberadamente.

Hasta el momento, el Congreso de EE UU maneja varios proyectos de ley que buscan aumentar la protecci¨®n de los menores en las redes sociales, aunque ninguna ha salido adelante hasta el momento. Algo que senadores como la dem¨®crata Amy Klobuchar atribuyeron, al menos en parte, a la presi¨®n ejercida por las grandes compa?¨ªas tecnol¨®gicas convocadas a declarar.

Klobuchar compar¨® la falta de regulaci¨®n en el sector con las normas que controlan otras industrias. ¡°Cuando un avi¨®n Boeing perdi¨® una puerta en pleno vuelo hace varias semanas nadie puso en duda la decisi¨®n de dejar en tierra toda la flota de estos aviones¡­ Entonces, ?por qu¨¦ no tomamos con la misma determinaci¨®n medidas parecidas contra el peligro que representan estas plataformas, cuando sabemos que hay ni?os muriendo?¡±, se pregunt¨® la senadora. ¡°Es hora de aprobar medidas¡±.

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