Arrancar la IA desde la nube o en tu m¨®vil: Samsung ilustra una disyuntiva que afecta a todos

Generaci¨®n y modificaci¨®n de im¨¢genes, borrado de objetos en fotograf¨ªas, redacci¨®n de textos, generaci¨®n de v¨ªdeos¡­ La nueva hornada de m¨®viles de gama alta llega cargada de inteligencia artificial. Y poco tardar¨¢ esta tendencia en permear a otros modelos m¨¢s modestos que est¨¢n por venir. En este punto, la industria se enfrenta a una disyuntiva: procesar todas estas tareas en la nube o en el propio dispositivo.

El caso de Samsung y sus ¨²ltimos smartphones plegables, los Galaxy Z Fold 6 y Flip 6, ilustra la disyuntiva. La firma coreana present¨® este verano sus nuevos terminales y con ellos anunci¨® nuevas tareas basadas en inteligencia artificial. Pero no todas funcionan de la misma forma. Algunas se procesan en el propio dispositivo, mientras que otras recurren a la nube. Las primeras se resuelven con los recursos del smartphone, pero en las segundas la informaci¨®n viaja a trav¨¦s de Internet a un centro de datos, donde unos servidores ejecutan la tarea y env¨ªan el resultado al tel¨¦fono.

Para este tipo de funciones IA que se procesan en la nube, Samsung ha especificado una cl¨¢usula: ser¨¢n gratuitas hasta finales de 2025. ?Por qu¨¦? ¡°Hemos redactado esta disposici¨®n por una raz¨®n sencilla. Somos suficientemente humildes para reconocer que no sabemos qu¨¦ va a pasar¡±, apunta Patrick Chomet, responsable de Experiencia de Cliente en Samsung Electronics.

El procesamiento de tares de IA en la nube no es en absoluto gratuito. Necesita importantes recursos de computaci¨®n y esto tiene un gasto energ¨¦tico elevado. En febrero de 2023, cuando ChatGPT apenas hab¨ªa salido del cascar¨®n, la firma analista SemiAnalysis public¨® un estudio sobre los posibles costes de la IA. En ellos calculaba que una consulta a ChatGPT costar¨ªa alrededor de 36 c¨¦ntimos de d¨®lar. Y aqu¨ª solo hablamos de texto, porque el servicio no trabajaba a¨²n con im¨¢genes, cuya generaci¨®n encarece los costes de procesamiento. Por entonces ¡ªla aplicaci¨®n de OpenAI ya hab¨ªa anunciado que sobrepasaba los 100 millones de usuarios¡ª operar ChatGPT le supondr¨ªa a su creadora de unos 700.000 d¨®lares al d¨ªa.

A falta de saber si los usuarios de smartphone utilizaremos compulsivamente estas funciones de IA, con el consiguiente coste asociado, o si estos servicios se podr¨¢n rentabilizar en el futuro, Samsung act¨²a con cautela. ¡°En la c¨¢mara hay muchas funciones que se ejecutan en el dispositivo, como el retrato [aplicar a una foto de un rostro un estilo de animaci¨®n 3D o acuarela] o la de borrar objetos. Si quieres hacer algo avanzado, como pasar de boceto a imagen o editar v¨ªdeos, esto se hace en la nube. Y no sabemos c¨®mo va a utilizar la gente todo esto. En dos o tres a?os, en base a c¨®mo se comporten los usuarios, lo sabremos¡±, explica Chomet. El directivo no descarta la posibilidad de que algunas funciones de IA generativa requieran una suscripci¨®n en el futuro.

Favorecer el procesamiento local

El procesamiento de tareas de IA en centros de datos aumenta sin freno. En 2023, el mercado de inteligencia artificial en la nube ten¨ªa un valor de 62.630 millones de d¨®lares, seg¨²n la firma de an¨¢lisis Grand View Research. Para 2030 se estima que alcanzar¨¢ los 646.600 millones de d¨®lares, a un ritmo de crecimiento anual del 39,6%.

Pero los fabricantes de smartphones aspiran a que parte de las tareas de IA se ejecuten localmente, con el hardware del propio dispositivo. Para ello se emplea el procesador principal (CPU), el procesador gr¨¢fico (GPU) y una unidad especializada para funciones de IA (NPU). Este enfoque tiene sus ventajas. Ofrece una mayor privacidad al usuario, pues los datos no viajan a servidores externos, y la inteligencia artificial funciona sin conexi¨®n a Internet.

Sin embargo, cuando la IA se resuelve en la nube, utiliza sistemas m¨¢s potentes. La precisi¨®n es mayor para ciertas tareas, como la generaci¨®n de im¨¢genes o de textos complejos. A partir de aqu¨ª, los fabricantes de smartphones tienen que decidir qu¨¦ modalidad usan para cada tarea.

Para Samsung el criterio est¨¢ claro. Si el rendimiento del hardware del smartphone es suficiente, la funci¨®n no se lleva a la nube. As¨ª, en los Galaxy Z Fold 6 y Flip 6 el compositor de textos, para escribir un email o un post para redes sociales, trabaja localmente. Pero la generaci¨®n de im¨¢genes a partir de una fotograf¨ªa o la traducci¨®n en tiempo real de una llamada necesitan procesamiento online.

¡°Los dos elementos que tenemos en cuenta son el rendimiento y la privacidad¡±, se?ala Chomet. ¡°Algunas tareas deben ser muy r¨¢pidas y otras deber¨ªan funcionar sin la conectividad, como las tareas que tienen que ver con el uso privado de datos personales. Estos dos elementos, rendimiento y privacidad, nos gu¨ªan para ejecutar las funciones dentro del terminal tanto como sea posible¡±.

El otro gran fabricante de smartphones, segundo en el mercado en estos momentos, se topa con la misma disyuntiva. Cuando Apple anunci¨® su inteligencia artificial hizo hincapi¨¦ en que habr¨¢ ciertas consultas que se resolver¨¢n localmente. Las tareas que necesiten sistemas de IA m¨¢s potentes viajar¨¢n a la nube. Pero solo se enviar¨¢n los datos imprescindibles para obtener el resultado, sin que la informaci¨®n se almacene ni sirva para entrenar a los algoritmos. Adem¨¢s, ante algunas peticiones, los dispositivos redirigir¨¢n al usuario hacia ChatGPT para obtener una mejor respuesta.

El enfoque h¨ªbrido entre procesamiento local y en la nube parece el camino a seguir. Los fabricantes se diferenciar¨¢n, eso s¨ª, en el peso que le den a cada una de estas dos opciones. Pero tambi¨¦n en c¨®mo las presenten. ¡°Haremos que la gente sepa exactamente qu¨¦ es lo que no se ejecuta en el dispositivo para que puedan elegir¡±, a?ade Chomet.

El enorme gasto energ¨¦tico del procesamiento de la IA en la nube tambi¨¦n plantea otro dilema. Y es que cuanto m¨¢s se utiliza esta tecnolog¨ªa, m¨¢s se dispara el consumo el¨¦ctrico para alimentar a los servidores, y de agua para refrigerarlos. Compa?¨ªas como Google o Microsoft han publicado aumentos significativos en 2023 de su consumo el¨¦ctrico. La primera incluso se?alaba en su informe de sostenibilidad anual la voracidad energ¨¦tica de la inteligencia artificial.

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