Spike Lee

Los criterios selectivos de Netflix en la producci¨®n de pel¨ªculas con calidad apuestan sobre seguro cuando financian al intocable Scorsese para que realice la car¨ªsima El irland¨¦s, o al muy sensible Cuar¨®n para que rescate personajes y sensaciones de su infancia en la hermosa Roma. Y deben de considerar que Spike Lee tambi¨¦n pertenece al Olimpo al encargarle Da 5 Bloods: Hermanos de sangre, una de las pel¨ªculas m¨¢s bobas, pretenciosas y carentes de sentido del rid¨ªculo que he padecido en a?os.

Este se?or afroamericano (creo que se dice as¨ª, aunque no me acostumbro a definici¨®n tan ex¨®tica), autor de un cine exaltado por la cr¨ªtica (casi nunca he pillado la gracia de Spike Lee, me gust¨® en su momento Haz lo que debas, que prefiero no revisar), tambi¨¦n pretende erigirse en la conciencia de los negros estadounidenses, en el baluarte contra los desmanes que sufren. Es tan aut¨¦ntico en su aura revolucionaria que afirm¨® que ¨¦l nunca tendr¨ªa relaciones sexuales con una mujer blanca. No sabe lo que se pierde por su pureza racista. Dice cosas muy obvias y mogoll¨®n de tonter¨ªas con vocaci¨®n de destroyer. El problema es que las introduzca en su cine.

Aqu¨ª cuenta el retorno a Vietnam de cuatro antiguos soldados negros que participaron en la guerra. Todos est¨¢n rotos por aquella infausta experiencia, pero pretenden recuperar unos lingotes de oro que escondieron en la selva. Ah¨ª comienza una copia grotesca de El tesoro de Sierra Madre, acompa?ada de la revisi¨®n documental del maltrato que sufre en Estados Unidos la raza negra y un diarreico alegato mental sobre los traumas de los antiguos combatientes en una guerra que no era la suya. Es tan mala que tienes que frotarte los ojos y los o¨ªdos. Y Spike Lee seguir¨¢ tir¨¢ndose el rollo, convencido de que ¨¦l simboliza el black power.