Los M¨¦xicos
En las telenovelas siguen las madres bordando, guisando y planchando, los padres sin descanso para poder comprar a sus hijas un vestido de princesa a sus 15 a?os, la heterosexualidad por decreto
Si millones de personas se preguntaban qu¨¦ mundo nos va a dejar la pandemia, ah¨ª va una respuesta: vuelven los culebrones. Las grandes televisiones de M¨¦xico los ten¨ªan guardados bajo siete llaves y los han liberado para un p¨²blico que necesita una trama predecible en tiempos de incertidumbre y finales felices cuando el mundo amenaza hundimiento. Han decidido reservar unas pocas l¨¢grimas para la felicidad y las audiencias suben cada noche. Para los que tengan menos de, pongamos, 30 a?os, y no sepan de qu¨¦ va esto sirvan dos significativos t¨ªtulos: Te doy la vida y La rosa de Guadalupe (en M¨¦xico el que no es religioso es guadalupano).
?Se trata de una buena noticia? Una cata somera por algunos cap¨ªtulos basta para comprobar que no son estas las series que van a contribuir a cambiar los estereotipos sociales m¨¢s reaccionarios. Ah¨ª siguen las madres bordando, guisando y planchando, los padres sin descanso para poder comprar a sus hijas un vestido de princesa a sus 15 a?os, los novios antes de tiempo, la heterosexualidad por decreto. Y tantos otros c¨¢nones de la desigualdad m¨¢s correosa.
Ese no es el ¨²nico M¨¦xico, desde luego. Un pa¨ªs de 127 millones de personas tiene selva y desierto, lagos y quebradas, historia y futuro. Tiene La rosa de Guadalupe y La casa de las flores. Esta s¨ª es un canto a la diversidad y al desmadre, un producto de estos tiempos, divertido, mol¨®n, de mujeres con poder¨ªo y hombres aclimatados. Qu¨¦ paz.
Y est¨¢ la guerra. V¨¦ase El drag¨®n, una mafia italiana con sombreros vaqueros y botas de punta de cocodrilo donde el protagonista es un narcotraficante bondadoso y admirable. Corre el tequila, vuelan las balas y lucen bellas mujeres de anatom¨ªas ingr¨¢vidas. Y los pobres machos se echan el mundo a sus hombros, qu¨¦ carga. Como no hab¨ªa bastante con las metralletas, la serie da una vuelta por Jap¨®n para que los guerreros se den una tunda de tanto en tanto con los palos esos de los ninjas. El M¨¦xico corrupto y violento tambi¨¦n existe, pero no necesita ayuda. Gracias.
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