Subid¨®n
¡®Patria¡¯ y ¡®Antidisturbios¡¯ son angustiosas, complejas, duras, emocionantes, llenas de matices: todo funciona en ellas
He disfrutado de dos extraordinarias pel¨ªculas espa?olas que no se van a proyectar en los angustiados cines. Son series de televisi¨®n, pero a diferencia de lo que ocurre en ese supermercado tan tedioso, previsible, mediocre o simplemente infame, estas contienen gran cine. Y conviene verlas en continuidad, de un atrac¨®n, temiendo que llegue el final. Son angustiosas, complejas, duras, emocionantes, llenas de matices. Todo funciona en ellas. Supongo que han sido caras y laboriosas, pero cada euro que hayan invertido en ellas se justifica con el resultado final. Su financiaci¨®n est¨¢ al servicio d...
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He disfrutado de dos extraordinarias pel¨ªculas espa?olas que no se van a proyectar en los angustiados cines. Son series de televisi¨®n, pero a diferencia de lo que ocurre en ese supermercado tan tedioso, previsible, mediocre o simplemente infame, estas contienen gran cine. Y conviene verlas en continuidad, de un atrac¨®n, temiendo que llegue el final. Son angustiosas, complejas, duras, emocionantes, llenas de matices. Todo funciona en ellas. Supongo que han sido caras y laboriosas, pero cada euro que hayan invertido en ellas se justifica con el resultado final. Su financiaci¨®n est¨¢ al servicio del talento, de la credibilidad, del humanismo, de un mecanismo art¨ªstico que es armonioso: guiones, interpretaci¨®n, atm¨®sfera, ritmo, sensaciones. Con una galer¨ªa de personajes y de situaciones que se van a incrustrar en la memoria de los receptores.
Una es Patria, que debido al m¨¢rketing, sus espectadores tienen que consumirla cap¨ªtulo a cap¨ªtulo, uno por semana, hasta que la cuelguen entera en la plataforma HBO. Por supuesto, los que tengan dinero para darse este gusto en una ¨¦poca econ¨®micamente sombr¨ªa. La otra es Antidisturbios. Vi los dos primeros cap¨ªtulos en el Festival de San Sebasti¨¢n. Y me revolvieron, me fascinaron. Flip¨¦ con el ejercicio de cine puro, adrenal¨ªnico, hipertenso que supone la irrupci¨®n de un grupo de antidisturbios en esa corrala donde los vecinos se niegan a permitir el desahucio de uno de ellos.
Y ese grado de hipnosis se mantiene hasta el final de la serie, combinando el blanco y el negro en la descripci¨®n de gente acorralada, de los que utilizan la ley y el orden para sus corruptos negocios y de aut¨¦nticos profesionales de la polic¨ªa y de la judicatura, empe?ados en respetar a la justicia, en buscar la retorcida verdad, luchando contra demasiadas tinieblas. Reitero mi consejo. Si pueden deber¨ªan saborear estas series de una tirada. Es un subid¨®n. Y no deja resaca.