Gracias, Mavi Do?ate
Si TVE fuera algo parecido a la BBC, la reciente ganadora del Ondas ser¨ªa objeto de reverencia nacional
En un oficio de estrellas y personalismos es muy dif¨ªcil que alguien valore el trabajo constante de hormiguita al servicio de lo que se cuenta. No menos dif¨ªcil es mantenerse firme en ¨¦l, no cultivar esos tics que algunos llaman estilo y no imponer la dicci¨®n sobre lo dicho. En Espa?a, pa¨ªs contrarreformista que nunca ha abandonado el barroco ni el churriguerismo, se premia la chuler¨ªa, el alarde y la filigrana. Por eso, entre otras muchas razones, me gust¨® que los Ondas reconociesen a Mavi Do?ate: si TVE fuera algo parecido a la BBC, Mavi ser¨ªa objeto de reverencia nacional.
Lleva veinte a?os dando la cara en los telediarios y sobreviviendo con apresto y dignidad a los sucesivos naufragios de RTVE y a las voladuras dinamiteras de todos los gobiernos. Solo por eso ya merece cien premios, sin necesidad de que ocupase la corresponsal¨ªa m¨¢s extensa de la V¨ªa L¨¢ctea. Mientras otros corresponsales se conforman con patear tres barrios de Londres o no salen de la sala de prensa del Parlamento Europeo, Mavi, corresponsal de Asia-Pac¨ªfico, cubre una superficie equivalente a Am¨¦rica y Europa juntas. Y ni aun as¨ª se le despeina el flequillo en las conexiones.
Adem¨¢s, lo hace desde China. Informar desde uno de los pa¨ªses m¨¢s opacos es casi un decir. En China se invierte m¨¢s tiempo en trampear y vadear los cortafuegos gubernamentales que en contar las pocas cosas que se dejan rascar, y pese a tenerlo todo en contra, Mavi Do?ate ejerci¨® de canario en la mina. O de trompeta de Jeric¨®, por usar una comparaci¨®n m¨¢s af¨ªn a la tragedia que vivimos. Hemos olvidado ya esas conexiones romanas de Lorenzo Mil¨¢ en febrero y marzo en las que nos dec¨ªa que estuvi¨¦semos tranquilos (?ay!), pero, gracias a este Ondas, las de Mavi vibrar¨¢n un rato m¨¢s en la conciencia de todos. Gracias.
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