El profesor de ¡®Cifras y letras¡¯ que prefer¨ªa ser actor
Antonio Elegido pelea en los tribunales por que se le reconozca como int¨¦rprete su trabajo de diez a?os en televisi¨®n
Antonio Elegido (Guadalajara, 65 a?os) es uno de los personajes m¨¢s reconocibles de la televisi¨®n espa?ola de este siglo. Fue durante una d¨¦cada (m¨¢s de 5.000 apariciones entre 2002-2012) el profesor de Cifras y letras, el hombre que con una serie de caracteres montaba palabras y conversaba con los concursantes sobre sus significados. De ¨¦l qued¨® en las retinas de los espectadores su imagen informal, con el pelo largo, su talante tranquilo y un poso que hace que todav¨ªa le paren por la calle y le llamen profesor. Pero no se considera profesor de nada, m¨¢s all¨¢ de su inquietud y curiosidad por la cultura, el lenguaje y las letras. Tras el final del programa pas¨® al anonimato, del que ha salido en los dos ¨²ltimos a?os por un caso judicial sobre si su trabajo en el concurso fue una interpretaci¨®n, como ¨¦l defiende, o no, y que le ha enfrentado con la entidad que gestiona los derechos de propiedad intelectual de los actores, Aisge (Artistas Int¨¦rpretes, Sociedad de Gesti¨®n).
En su d¨ªa, Elegido pidi¨® que aquello se considerara como una ¡°actuaci¨®n actoral¡± y fuera remunerado como tal, y as¨ª fue ratificado en el Juzgado Mercantil n¨²mero 9 de Madrid en marzo de 2019. Ahora, la secci¨®n 28 de la Audiencia Provincial de Madrid ha revocado la sentencia con un nuevo fallo que considera que Elegido no ¡°cre¨® ning¨²n personaje, sino que se interpreta y representa a s¨ª mismo dentro de unas coordenadas pactadas con la productora y la direcci¨®n del programa¡±. Elegido dice que recurrir¨¢ ante el Tribunal Supremo. ¡°Ese profesor fue un personaje labrado artesanalmente, yo intentaba trabajar de forma comedida y que pudiera ser cre¨ªble. La sentencia dice que trabajo de m¨ª mismo. No, se?or. Es tan cre¨ªble que parece que es uno mismo, pero hay diferencias abismales entre el profesor y yo¡±, cuenta Elegido por tel¨¦fono desde su retiro en un peque?o pueblo de los valles pasiegos c¨¢ntabros.
¡°La labor de gesti¨®n de Aisge se fundamenta en dar a cada cual lo que le corresponde e impedir que de ello se beneficie quien no tiene derecho a obtener los repartos correspondientes. Ahora ya queda por fin claro que participar en un programa o concurso de televisi¨®n no te convierte autom¨¢ticamente en actor¡±, dijo el director general de la entidad, Abel Mart¨ªn, tras la nueva sentencia. ¡°Soy actor, entre otras cosas. El comentario de la entidad es poco emp¨¢tico. Soy profundamente admirador de su actividad, por eso mi dolor y frustraci¨®n cuando a bombo y platillo aparece su director general y olvida que soy miembro de Aisge y me presenta casi como un advenedizo que cree que puede ser actor de cualquier manera, como si estuviera intentando coger el cielo por asalto¡±, replica Elegido.
Antes de llegar a Cifras y letras, Elegido hab¨ªa trabajado, entre otras cosas, de guionista, parapsic¨®logo y contador de cuentos de Las mil y una noches en un famoso restaurante liban¨¦s de Madrid, ¡°usaba una t¨¦cnica suf¨ª, lo hac¨ªa muy bien¡±, recuerda, ¡°y me llenaba de orgullo, porque los trabajadores del restaurante paraban de trabajar para escucharme, porque dec¨ªan que as¨ª los contaban sus padres y abuelos¡±. Tras montar una empresa de alquiler de c¨¢maras de v¨ªdeo con su hermano, una amiga ayudante de producci¨®n sugiri¨® su nombre para el concurso. ¡°Estaban buscando a alguien como yo, un poco histri¨®nico, que hablara bien y despacio¡±, explica. Su amiga le recordaba de un programa de bromas de Antena 3, donde Elegido participaba haciendo de gancho en la calle para producir situaciones de c¨¢mara oculta. ¡°Hay gente que se pone nerviosa delante de las c¨¢maras. Yo no. Tuve una reuni¨®n para Cifras y letras y dije que ¨²nicamente eran los tontos los que sal¨ªan enfrente de la c¨¢mara. Al final me convencieron y fue una de las experiencias m¨¢s impactantes y transformadoras en mi vida¡±, recuerda.
¡°Quer¨ªan que me presentara con gafas y traje y que me cortara el pelo. Dije, eso es un error. Como no me interesaba el trabajo, en seguida puse condiciones que me aceptaron. Hice un trabajo muy comedido, cuidando el lenguaje, el respeto hacia los dem¨¢s y el ritmo. Y el saber parar ante la c¨¢mara. Un verdadero actor lo notas cuando para el tempo. Parar, mirar directamente a c¨¢mara, callarse, sonre¨ªr y a los dos o tres segundos tomar de nuevo la palabra. Solamente eso ya te indica que est¨¢s delante de un actor¡±, asegura sobre su aparici¨®n en Cifras y letras. Elegido rememora que tom¨® como referente para crear su personalidad en el concurso al personaje de un maestro de escuela de una obra de Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n que vio representada en TVE. ¡°En todos los programas hac¨ªa mis comentarios, breves, precisos, trabaj¨¢ndolos con los guionistas. Med¨ªa el tempo, hablaba de usted, miraba directamente a c¨¢mara. Y, aunque me da verg¨¹enza, ten¨ªa en la mirada una especie de car¨¢cter de seducci¨®n para las mujeres. Se nota que est¨¢ fabricado un personaje. Siempre he cre¨ªdo en el m¨¦todo Stanislavski, que tienes que sentir y traspasar. Yo no soy Robert De Niro ni Al Pacino, pero s¨ª soy cre¨ªble¡±, a?ade.
El ¨¦xito del profesor en Cifras y letras le llev¨® en 2007 a participar tambi¨¦n en un programa infantil de TVE, T¨ªrame de la lengua, donde aparec¨ªa interpretando a Miguel de Cervantes y ejerc¨ªa un rol tambi¨¦n did¨¢ctico y por el que cobr¨® como actor. ¡°Si ah¨ª yo ten¨ªa un traje de ¨¦poca, del siglo XVII, en Cifras y letras ten¨ªa un traje de ¨¦poca del siglo XX. Puedo reconocer que en Aisge tengan sus discusiones, pero presentarme como un advenedizo es algo que me doli¨® en especial, porque hay una sentencia en primera instancia que reconoce mi derecho de actor¡±, apunta Elegido, que recuerda que su compa?era experta en n¨²meros tambi¨¦n era actriz. ¡°Se me hizo un casting de actor, yo no soy fil¨®logo, no se me hizo un casting de palabras. Claro que s¨¦ hablar, y claro que me gusta el lenguaje, pero quer¨ªan un actor¡±, sentencia.
Elegido ahora ha vuelto a la comunicaci¨®n, su pasi¨®n, con un programa autoeditado y montado con su hija, periodista, llamado Viaje a ninguna parte y que se puede ver en YouTube. En ¨¦l se dedica a ser ¡°un curioso impertinente¡± con charlas, entrevistas y visitas a lugares curiosos. Pero la gente siempre vuelve a su ¡®profesor¡¯. ¡°Una vez se me acerc¨® el viudo de Roc¨ªo Jurado y me dijo, ¡®profesor, quiero agradecerle a usted su trabajo. Los ¨²ltimos meses, con Roc¨ªo enferma, ve¨ªamos juntos tu programa¡¯. Eso me lo han dicho muchas veces. Ese personaje logr¨® adentrarse en las entra?as de este pa¨ªs¡±, cuenta, emocionado, al recordar las palabras de Ortega Cano.
¡°El caso de Elegido permite acotar con claridad los l¨ªmites de la propiedad intelectual en las apariciones televisivas. La legislaci¨®n s¨ª que protege como ¡®actuaciones actorales¡¯ otras actividades ante la c¨¢mara como interpretar canciones o mon¨®logos, contar chistes o desarrollar un personaje dentro de un programa televisivo, que generan los derechos correspondientes y, en consecuencia, son contabilizadas, gestionadas y liquidadas desde Aisge¡±, han explicado en la entidad. ¡°Estoy muy orgulloso, porque hicimos un gran trabajo para la lengua, estuvimos 11 a?os a la hora de comer, una hora de m¨¢xima audiencia, defendiendo el castellano; hicimos un trabajo extraordinario que ha quedado en la iconograf¨ªa del pa¨ªs. Lo que quiero es que los actores reconozcan que soy un actor, que sepan que ese trabajo fue un trabajo de a?os¡±, finaliza Elegido.
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