El sue?o imposible de ¡®Las chicas de oro¡¯
Es conmovedor que Betty White, la mayor del reparto, sea la ¨²nica superviviente, pues su personaje representaba la ingenuidad campesina y el candor m¨¢s c¨®mico
Es conmovedor que Betty White, la mayor de Las chicas de oro, sea la ¨²nica superviviente del reparto, pues su personaje, Rose Nylund, representaba la ingenuidad campesina y el candor m¨¢s c¨®mico. No entend¨ªa el mundo y necesitaba de la protecci¨®n constante de sus amigas, aburridas de escuchar sus batallitas de Saint Olaf, Minnesota (o Senolaf, para los espa?oles que a¨²n no ve¨ªamos las series con subt¨ªtulos). En el reparto de arquetipos del gui?ol sarc¨¢stico que era la serie, Dorothy representaba el desencanto; Sophia, una Mefist¨®feles venida a menos, y Blanche, las rosas del huerto de Ronsard, ya marchitas.
Las tres actrices que los encarnaron, Bea Arthur, Estelle Getty y Rue McClanahan, murieron hace m¨¢s de diez a?os, pero Betty White aguanta, y el domingo cumpli¨® 99 (por lo que, en rigor, esta columna deber¨ªa haberse publicado el domingo, pero no voy a dejar de escribir de Betty White por haberme enterado tarde de su cumplea?os). Dicen que los celebr¨® tan ricamente, confinada en su casa y dedicada a sus animalicos.
Alguna vez he repasado episodios sueltos de Las chicas de oro y me sorprende que un humor tan c¨¢ustico y desesperanzado triunfase en medio mundo. Por no hablar del planteamiento, que parece revolucionario: cuatro se?oras mayores se montan un gineceo en Miami. No s¨¦ qu¨¦ cadena de milagros hizo que un guion as¨ª venciese el desd¨¦n de los directivos y llegara a filmarse y emitirse, pero gracias a quien corresponda (seguramente est¨¦ muerto ya, pues nadie sobrevive a Betty White).
En esta peste en que los ancianos mueren por miles y a solas, en residencias mucho peores que Prados Soleados ¡ªel asilo con el que Dorothy amenazaba con internar a su madre Sophia cuando se hartaba de ella¡ª, Las chicas de oro parecen un sue?o imposible, la vejez digna que hemos negado a tantos viejos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.