Carlos Latre: ¡°Un d¨ªa petar¨¦, con tantas voces en la cabeza¡±
El c¨®mico, que tiene registradas unas 600 voces en su repertorio de personajes, vuelve al teatro y estrena una escuela propia porque cree que un humorista, adem¨¢s de nacer, puede hacerse
Maldito virus. Por culpa de un aislamiento preventivo, tenemos que hacer la entrevista por videollamada y me voy a perder ver en directo el recital de caracteres que lleva puesto el entrevistado adem¨¢s del suyo propio. Aun as¨ª, de pantalla a pantalla, Latre despliega su colecci¨®n de alter egos cuando viene a cuento con la naturalidad de quien cita a sus cl¨¢sicos. Por cierto, las cautelas por el virus no son por su parte. Lleva ¡°50 o 60¡± PCR hechas en la pandemia para poder mantener su incesante presencia en radios, teles y, ahora, el teatro. ¡°Hoy hacer re¨ªr es un deber y un placer. Ahora, m¨¢s que nunca, no podemos parar de hacerlo¡±, aduce. ?l, desde luego, no para.
?Por obligaci¨®n o devoci¨®n?
Mi curro es mi vida y mi vida, mi curro. Despu¨¦s de pensarlo mucho, y de hablarlo con psic¨®logos, he llegado a la conclusi¨®n que de ni?o fui un hiperactivo de libro, lo que entonces se dec¨ªa un ni?o nervioso, pero entonces no se diagnosticaba. Mi madre dice que nac¨ª con los ojos abiertos y desde entonces no he dejado de observar el mundo. Ese es mi trabajo: observar. Soy un anal¨ªtico obsesivo. Tengo memoria fotogr¨¢fica y visi¨®n de 360 grados.
Hombre, por atr¨¢s no ver¨¢.
No, pero me muevo para intentarlo. Yo entro en un sitio y te hago un esc¨¢ner de qui¨¦n est¨¢ d¨®nde, c¨®mo, con qui¨¦n y haciendo qu¨¦. Me fascina observar a la gente, sobre todo para captar el alma de los personajes, que es lo que hago, porque puedes ser buen imitador, pero si no captas lo que emana el otro, no eres completo.
Hubiese sido un gran esp¨ªa.
No me cabe la menor duda. Siempre he tenido mucha capacidad para los idiomas, los acentos, reconocer caras. Se me escapan pocas cosas. He sido muy r¨¢pido aprendiendo. Ahora, en el programa Desaf¨ªo, de Roberto Leal, aprendo a tocar un instrumento de o¨ªdo en una semana.
Para no haber estudiado una carrera, tiene muchas salidas laborales.
Nunca paro de investigar. Siempre digo que, si imitas a Punset, tienes que saber lo que es el bos¨®n de Higgs, o si imitas a Carmen Calvo, tienes que estar al tanto de las ¨²ltimas noticias pol¨ªticas. He sido muy intuitivo, muy mim¨¦tico y, eso s¨ª, un trabajador incansable. Puedo estar semanas trabajando 16 horas diarias. He acostumbrado a ese ritmo a mi cerebro. No me cuesta.
Y desconectar, ?le cuesta?
Much¨ªsimo. En vacaciones, necesito una semana solo para relajarme, porque tengo demasiadas cosas en la cabeza, y adem¨¢s, me gusta. He llegado a preocuparme, lo he hablado con psic¨®logos y dicen que a mi cerebro, cuanto m¨¢s le d¨¦, m¨¢s capaz es de asimilar, pero yo creo que un d¨ªa petar¨¦ con tantas voces en la cabeza, tendr¨¢ que haber un reseteo.
O sea, que es carne de div¨¢n.
Puede, pero sobre todo es curiosidad. Me gusta saber c¨®mo funciono. Yo no sab¨ªa qu¨¦ era lo que hac¨ªa, c¨®mo modulaba mi garganta para imitar voces. Me interesa much¨ªsimo c¨®mo se desarrolla todo eso en el cerebro. Mi foniatra dice que cuando hago a Boris [Izaguirre, cuya imitaci¨®n borda], mi garganta se pone f¨ªsicamente igual que la suya. Ahora, estoy trabajando con un neur¨®logo para ver si mi cerebro cambia cuando cambio de personaje.
Entre psic¨®logos, foniatras y neur¨®logos se le ir¨¢ un pico.
S¨ª, pero bien pagados est¨¢n. Es la eterna lucha de los gustos. Para m¨ª 140 euros por un men¨² degustaci¨®n, si puedes pagarlo, es justo. Hay quien gasta 140 euros al mes en tabaco, y yo no lo entiendo.
?C¨®mo sabe cuando un personaje le va a salir clavado?
T¨¦cnicamente, no me cuesta tanto. Conozco perfectamente mi instrumento y te puedo decir si me va a salir o no. Es m¨¢s dif¨ªcil eso de captarle la esencia, el alma. Por ejemplo, cuando vi a Fernando Sim¨®n, dije: ¡°Ya est¨¢¡±.
Ya: se ve que es una mina.
S¨ª, es un caramelito para los c¨®micos, con muchas agarraderas. Boris, sin embargo, me cost¨® la vida. Estuve a?os observando sus inflexiones, sus giros. La l¨ªnea entre la imitaci¨®n y la parodia gruesa es fina, y es f¨¢cil no llegar o pasarse. Para robar el alma tienes que tener una sensibilidad especial para captar la sensibilidad ajena, no sabr¨ªa explic¨¢rtelo. Por ejemplo, Rajoy...
... otro caramelo.
Rajoy necesitaba reafirmaci¨®n constante. Era como si ¨¦l mismo dudara de lo que dec¨ªa y cuando dudaba apostillaba la frase con un ¡®?eh?¡¯ [lo imita]. Eso, m¨¢s que un tic, era su personalidad, y captarlo y recrearlo es lo que le hac¨ªa reconocible. Eso es lo que yo intento hacer.
?Hay alguien inimitable?
En eso soy omn¨ªvoro. Todo el mundo, si no imitable, es parodiable. A m¨ª me ha ayudado mucho el filtro del humor. He hecho personajes que ca¨ªan muy mal y, de repente, con el filtro del humor, se hacen simp¨¢ticos.
Podr¨ªa ser asesor de imagen, o coach, que se llevan tanto ahora.
Totalmente: acabar¨ªa vendi¨¦ndote arena en el desierto. Ser tan observador te hace conocer muchas formas de reaccionar, de mentir, de hacer, de hablar, muchas v¨ªas y trucos. Adem¨¢s, a los espa?oles se nos suele ver todo. Cuando nos interesa algo, vamos a saco, Paco.
O sea, que es dif¨ªcil col¨¢rsela.
No es f¨¢cil. Eso no quiere decir que yo tenga la verdad absoluta, pero s¨¦ cu¨¢ndo alguien miente.
Imagino que eso le ayuda a adaptarse al medio, y a los medios.
Perfectamente, soy muy superviviente. En la jungla de los medios de comunicaci¨®n he sobrevivido por adaptaci¨®n, clar¨ªsimamente. He cambiado much¨ªsimo porque me he tenido que adaptar a los jefes, a las modas, a los c¨®digos deontol¨®gicos. Yo puedo estar en el ambiente m¨¢s chungo del mundo, o con el Rey, y me coloco f¨ªsica, verbal, e incluso emocionalmente donde quiero. Creo que ese ha sido el truco para sobrevivir 25 a?os en esto.
Hablando de c¨®digos. ?Cu¨¢les son sus l¨ªneas rojas, si las tiene?
Siempre hay cr¨ªtica en una imitaci¨®n. Pero no me gusta herir a nadie, intento darles a todos por igual y adaptarme al lugar donde estoy, y quien diga lo contrario, miente. Espa?a es el pa¨ªs de la guasa: estamos en uno de los peores momentos de nuestra historia y cada d¨ªa es maravilloso ver la cantidad de memes y genialidades que circulan. No debemos perder esa se?a. Por eso es tan peligroso la censura velada, o que se judicialice o se lapide un chiste o a un humorista por decir seg¨²n qu¨¦ cosas. El humor tiene la maravillosa ventaja de que, si no te gusta, no te r¨ªes, cambias de canal, no vuelves a verme. Entonces, ?por qu¨¦ tenemos que carg¨¢rnoslo?
Ahora, el autodidacta Latre se mete a maestro de c¨®micos. ?C¨®mo se atreve?
Me hace mucha ilusi¨®n. Hay mucha cantera de humor en este pa¨ªs. La gente cree que la comicidad es solo natural y no es verdad. Hay quien la tiene, pero con t¨¦cnicas y herramientas puedes hacer un trabajo divertido. Otra cosa es que haya que trabajar, y mucho. Creo que los j¨®venes no tienen la noci¨®n del esfuerzo, del fracaso, de los noes, de ser curioso, de levantarse. Yo, humildemente, puedo ense?arles la t¨¦cnica. A partir de ah¨ª viene la selva.
'ONE MAN SHOW'
Carlos Latre (Castell¨®n, 41 a?os) dice tener, de 0 a 10, una rapidez mental de ¡°250¡±. Lo dice sin darse pisto, como quien constata un hecho incontrovertible, y lo demuestra cambiando de voz, discurso, cara y personaje varias veces en la misma frase, y logrando que el interlocutor reconozca al imitado y al imitador al mismo tiempo. Presencia habitual y constante en radio y televisi¨®n en sus 25 a?os de carrera, ahora vuelve al teatro con el espect¨¢culo 'One man show' en Madrid y estrena Comedy Studio, una escuela donde ense?a sus t¨¦cnicas a todo el que quiera aprender a entretener al pr¨®jimo.
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