¡®Alice in Borderland¡¯, juegos de supervivencia en un Tokio postapocal¨ªptico

Tres j¨®venes huyen de la polic¨ªa en una de las zonas m¨¢s concurridas de Tokio. Para dar esquinazo a los agentes, se encierran en unos servicios p¨²blicos de la estaci¨®n de Shibuya. Cuando salen, toda la poblaci¨®n de la capital nipona ha desaparecido. Y, sin saber muy bien c¨®mo, se ven inmersos, junto a otro reducido n¨²mero de supervivientes, en un macabro juego en el que, para conseguir prolongar su vida, tendr¨¢n que superar pruebas de ingenio, habilidad y resistencia a vida o muerte. Tokio se ha convertido en un gran tablero en el que los participantes luchan por su supervivencia.

En su ¨²ltima presentaci¨®n ante sus inversores, Netflix destac¨® el buen funcionamiento en todo el mundo de algunas de sus producciones de habla no inglesa. Uno de los ejemplos que puso fue Alice in Borderland. La serie, que recoge muchos de los temas, estereotipos y g¨¦neros favoritos de la ficci¨®n japonesa, parte de un manga que traslada a sus personajes al otro lado del espejo. Las referencias a Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas son constantes ¡ªy bastante evidentes¡ª, desde el nombre del protagonista, Arisu, hasta la aparici¨®n de personajes clave apodados El Sombrerero o Cheshire. Al caer por la madriguera del Conejo Blanco, los tres amigos se incorporan a una retorcida competici¨®n comandada por un ente misterioso cuyas motivaciones son desconocidas para los jugadores. Arisu, con mucha pr¨¢ctica en los videojuegos y h¨¢bil para dar con la clave en momentos cr¨ªticos, se aliar¨¢ con otra jugadora, una alpinista con gran destreza f¨ªsica que ser¨¢ su complemento perfecto.

Con planteamientos que recuerdan a la pel¨ªcula Cube, con giros retorcidos y macabros que en ocasiones evocan la saga Saw y al estilo de los videojuegos Battle Royale, la serie mantiene la estructura de juego por episodio con buen resultado hasta que la cosa empieza a irse de madre en una segunda mitad que pierde por momentos la potencia con la que comienza. Eso s¨ª, se agradece el firme esfuerzo por resultar lo m¨¢s entretenida posible. Es consciente de que es un divertimento puro y duro y tiene muy claro el tipo de p¨²blico al que se dirige: fans del anime y los videojuegos. En eso acierta. Engancha el misterio por saber c¨®mo se resolver¨¢ cada situaci¨®n, qu¨¦ ser¨¢ lo pr¨®ximo que tengan que afrontar y si hay una explicaci¨®n a lo que ocurre. Adem¨¢s, como producci¨®n es resultona dentro de sus posibilidades.

Sin embargo, no puede ocultar algunos problemas, como la sobreactuaci¨®n de la mayor¨ªa de sus actores que hace que muchos de los momentos dram¨¢ticos terminen al borde de la verg¨¹enza ajena. Los di¨¢logos tampoco son el fuerte de una producci¨®n que se mueve mucho mejor en la acci¨®n y el gore que en los momentos en que los personajes tienen que expresar sus sentimientos. La trama discurre con ritmo irregular, con muy buenos momentos de acci¨®n que imprimen tensi¨®n al espectador, pero bajones serios en los tramos entre competiciones, las partes m¨¢s dram¨¢ticas o los flashbacks que muestran detalles del pasado de los personajes.

El resultado es una entretenida y retorcida aventura de consumo r¨¢pido (y que se otlvida casi a la misma velocidad) que ya est¨¢ preparando su segunda temporada dada la buena acogida tanto en su pa¨ªs de origen como, sobre todo, fuera de ¨¦l.

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