La revancha de Britney Spears
El documental ¡®Framing Britney Spears¡¯ reconstruye el sonado colapso de la cantante en 2007 y culpa de ¨¦l a los a?os de abusos por parte de p¨²blico y medios
La imagen de Britney Spears golpeando, enfurecida y con la cabeza rapada, un paraguas contra la furgoneta de un paparazi forma parte ya del folclore popular: la princesa convertida en monstruo. El documental Framing Britney Spears, que el lunes 22 estrena Odisea, se propone desmontarla de arriba a abajo. ?C¨®mo lleg¨® Britney hasta ah¨ª? ?Qui¨¦n particip¨® en su escarnio p¨²blico? Y, sobre todo, ?por qu¨¦ nadie hizo nada por det...
La imagen de Britney Spears golpeando, enfurecida y con la cabeza rapada, un paraguas contra la furgoneta de un paparazi forma parte ya del folclore popular: la princesa convertida en monstruo. El documental Framing Britney Spears, que el lunes 22 estrena Odisea, se propone desmontarla de arriba a abajo. ?C¨®mo lleg¨® Britney hasta ah¨ª? ?Qui¨¦n particip¨® en su escarnio p¨²blico? Y, sobre todo, ?por qu¨¦ nadie hizo nada por detenerlo?
La respuesta de consenso hasta ahora hab¨ªa sido responsabilizar al ¡°sistema¡±. La industria que le proporciona al p¨²blico estrellas de pop adolescentes sexualizadas, la prensa que juzga ese erotismo y el p¨²blico que se obsesiona con las celebridades hasta hacerlas caer. La rueda del liberalismo dicta que si el p¨²blico desea algo es l¨ªcito d¨¢rselo, que si la prensa ofrece algo es l¨ªcito consumirlo.
¡°Spears personificaba las contradicciones psic¨®ticas de Am¨¦rica en torno a la sexualidad femenina: resultar virginal y sexual al mismo tiempo¡±, dice Adrian Horton en The Guardian. En su primera portada para Rolling Stone, en abril de 1999, Spears aparec¨ªa tumbada en la cama con un sujetador negro y un Teletubbie bajo el brazo. ¡°El ratoncito P¨¦rez le ha tra¨ªdo unas tetas¡±, brome¨® entonces el presentador Conan O¡¯Brien. Framing Britney Spears muestra entrevistas de la ¨¦poca en las que hombres adultos le preguntaban a la adolescente de 17 a?os si era virgen, por qu¨¦ actuaba pr¨¢cticamente en bragas y si sus pechos eran aut¨¦nticos. Su reacci¨®n siempre era re¨ªr encantadoramente, justificarse y agradecer la pregunta al periodista. ¡°Cuando otras chicas se operaban los pechos, dec¨ªan ¡®s¨ª, ?y qu¨¦?¡¯¡±, contaba su core¨®grafo. ¡°Pero a Britney la educaron para que mintiese sobre s¨ª misma¡±. En realidad, perdi¨® la virginidad a los 14 a?os con un chico de su pueblo.
La estilista de Spears alerta en el documental: ¡°En alg¨²n momento de nuestras vidas, todas las mujeres nos cansamos de intentar agradar a los dem¨¢s sistem¨¢ticamente¡±. Britney lo hizo en clave de espect¨¢culo. Empez¨® a responder con agresividad a los fot¨®grafos que la asediaban. Se cas¨® en 2004 con un ch¨¢ndal que ten¨ªa ¡°sexy mama¡± incrustado en la espalda. Tuvo dos hijos antes de los 25. Y, de paso, confirm¨® los prejuicios que tiene la sociedad contra las chicas como ella: Britney Spears era una paleta, una golfa y una mala madre que conduc¨ªa con su beb¨¦ en el regazo. Una choni que fumaba sin parar y llevaba camisetas que dec¨ªan ¡°soy virgen, pero esta camiseta es vieja¡±. El p¨²blico deseaba eximirse de la responsabilidad de haberla sexualizado. Pero se qued¨® mirando, a confirmar hasta qu¨¦ punto ten¨ªa raz¨®n.
Los blogs de cotilleo hab¨ªan crecido a la vez que Britney. Gracias a Internet y a la telerrealidad, cualquier persona pod¨ªa ser famosa y cualquier an¨®nimo pod¨ªa fotografiarla. La actividad m¨¢s mundana ahora pod¨ªa ser noticia. Las fotograf¨ªas de Britney en 2007 llegaron a valer un mill¨®n de euros. En 2007, Britney supuso el 20% de los beneficios de las agencias de paparazis. La agencia AP declar¨® que cualquier cosa que ocurriese con Britney era noticia. El fot¨®grafo Daniel Ramos, que persigui¨® a la estrella aquellos a?os, se justifica diciendo que ¡°es que ella siempre nos sonre¨ªa, nunca dio se?ales de que quer¨ªa que la dej¨¢semos en paz¡±. ?Ni siquiera cuando dec¨ªa ¡°por favor, dejadme en paz¡±? ¡°A veces nos ped¨ªa que la dej¨¢semos de seguir ese d¨ªa, pero nunca dijo ¡®dejadme en paz para siempre¡¯¡±. En lo peor de su colapso mental, la portada del tabloide US Weekly era una foto de Spears con una ¨²nica palabra: ¡°Ayudadme¡±. Nadie ten¨ªa intenci¨®n de hacerlo.
Britney entrando en el ba?o de una gasolinera descalza. Britney saliendo del coche sin ropa interior. Britney de compras con las medias rotas y sangre menstrual cay¨¦ndole por la pierna. Era un fotorrelato de terror sobre el colapso de una celebridad que, en su momento, se asumi¨® como parte del show. Un d¨ªa de 2004, en un centro comercial, Spears sufri¨® un ataque de histeria, tir¨® su Coca-Cola contra la muchedumbre, escupi¨® al suelo y le grit¨® a una fan: ¡°No s¨¦ qui¨¦n crees que soy, zorra, pero yo no soy esa persona¡±. El 16 de febrero de 2007, se rap¨® la cabeza delante de 70 fot¨®grafos. Gru?¨® que estaba harta de que los desconocidos le tocasen el pelo: quiz¨¢ si dejaba de parecerse a Britney Spears la dejar¨ªan en paz.
Cuando se vio con la cabeza rapada se puso a llorar. Cogi¨® el coche y condujo durante 48 horas bebiendo Red Bull sin parar, aterrorizada porque cre¨ªa que unos demonios la estaban persiguiendo, que el cargador de su m¨®vil estaba grabando sus pensamientos. La melena de Britney lleg¨® a alcanzar un valor de un mill¨®n de euros en pujas en eBay, que cancel¨® la subasta al no poder verificar que el cabello fuese aut¨¦ntico.
En septiembre, la obligaron a escenificar un retorno tan triunfal como prematuro y revelador: una actuaci¨®n en los premios MTV. Estaba claramente desorientada pero sonriente, parec¨ªa querer que todo el mundo viera lo que hab¨ªamos hecho con ella. La prensa ridiculiz¨® su actuaci¨®n, sus extensiones mal puestas y su sobrepeso. Perez Hilton, el bloguero que dibujaba penes en la boca de las famosas, la conden¨® por ¡°faltarle el respeto a los fans¡±.
?ltimamente, obras como Lorena (el documental sobre la mujer que castr¨® a su marido maltratador en 1993), American Crime Story (que reconstruye el juicio contra O. J. Simpson o el asesinato de Gianni Versace) o, en Espa?a, El crimen de Alc¨¤sser y Veneno, se dedican a deconstruir la nostalgia. Y demuestran que aquellos esc¨¢ndalos tuvieron implicaciones mis¨®ginas, hom¨®fobas, racistas o clasistas que pocos se pararon a plantearse en su momento. Tras Veneno, la reacci¨®n espa?ola estuvo cargada de condescendencia: ¡°no supimos hacerlo mejor¡±. Tras Framing Britney Spears, la reacci¨®n estadounidense tiene m¨¢s de culpa: sab¨ªamos hacerlo mejor, pero no quisimos.
Por eso el documental tiene la textura de un true crime. Es una par¨¢bola sobre la cultura de la celebridad y las diversas formas que puede adquirir la misoginia: violencia era ridiculizar el sobrepeso de una chica que acababa de parir dos veces en un a?o; violencia era que su novio Justin Timberlake saliese del tr¨¢iler donde se acostaron por primera vez para que los operarios de la gira le oliesen los dedos; violencia era que el cantante de rock Fred Durst describiese la frondosidad de su vello p¨²bico. Violencia era ignorar la depresi¨®n postparto que sufr¨ªa una chica de 25 a?os acosada por cientos de desconocidos que buscaban fotografiarla en la postura m¨¢s humillante posible. Y violencia era que todo aquello formase parte del show. Britney presentaba varios s¨ªntomas de una v¨ªctima de abusos sexuales y de agresiones mis¨®ginas: autodestrucci¨®n, rebeld¨ªa irracional, escasa autoestima, relaciones con hombres t¨®xicos, desesperadas llamadas de atenci¨®n. Su depredador hab¨ªa sido el p¨²blico.
La revista Glamour, la c¨®mica Sarah Silverman o Justin Timberlake ya se han disculpado en redes sociales por su rol en la ca¨ªda de Spears. Hay un movimiento, Free Britney, que busca reivindicarla, con las secuelas mentales que todav¨ªa sufre por aquellos a?os de torbellino. Es un paso adelante en la desestigmatizaci¨®n de las enfermedades mentales. Tambi¨¦n una perpetuaci¨®n de la obsesi¨®n del p¨²blico con ellas. Del deseo de que ella sea como se la imagina uno: una princesa atrapada en un castillo esperando a que alguien (un juez, unos fans, un documental) la rescate. Nadie parece ver a Britney Spears como una adulta.