Las reinas del pop
Hace dos a?os, la prensa anglosajona se hac¨ªa eco del impacto en las listas de ventas que supuso la aparici¨®n de Lady Gaga, La Roux, Little Boots y un largo etc¨¦tera de cantantes femeninas electropop. Un dato que la industria interpretaba como una respuesta natural al retroceso global de las bandas rock de chicos, bas¨¢ndose en factores ambientales y casi esot¨¦ricos: en ¨¦pocas de crisis, la gente necesita algarab¨ªa y buen rollo. Por tanto, una chica que sale al escenario subida a horcajadas de un cohete (Katy Perry) tendr¨¢ m¨¢s posibilidades de triunfar que una panda de tipos peludos que act¨²an mir¨¢ndose a los pies.
Con todo, Nick Raphael, responsable en el Reino Unido de Epic, m¨ªtico sello absorbido por Sony BMG, alertaba en el peri¨®dico brit¨¢nico The Guardian de lo ef¨ªmero del asunto: "El mercado solo es lo bastante grande como para sostener a cuatro o cinco de ellas. En Navidad solo quedar¨¢n tres. Y en pocos a?os miraremos atr¨¢s y solo habr¨¢ una a la que consideremos realmente significativa, a la altura de Aretha, Whitney y Mariah. Todos estamos luchando por ese lugar".
Cada paso de Robyn invita a la reflexi¨®n. ?Se anticipa al futuro de la industria?
La tendencia que se desprende de las cifras poco tiene que ver con su g¨¦nero
Por un lado est¨¢n las 'pin-ups' coquetas y 'sexies', y por otro, las contestonas
Asistimos al auge de la cantautora pop que compone y decide sobre su imagen
"El mercado solo podr¨¢ sostener a cuatro de ellas", opina un esc¨¦ptico
Vivimos en la era de la dictadura del 'dance'. Hoy es casi la norma
"Algunas mujeres eligen perseguir a los hombres. Otras eligen sus sue?os"
"Es la din¨¢mica del 'yo tambi¨¦n quiero'. Como si a los cazatalentos hombres -y siempre son hombres- les hubiesen dicho que salieran a la calle y no volvieran si no era con un contrato firmado por una solista jovencita y fotog¨¦nica", corroboraba en The Observer la periodista musical y activista del feminismo Miranda Sawyer. Aunque luego matizaba: "Hay otros factores que tambi¨¦n explican este fen¨®meno. Una chica se supone que es m¨¢s f¨¢cil de manejar que una banda de chicos. Estasas tienen miembros, y esos miembros se pelean. Pero no solo te evitas los gritos. Llevar la carrera de un artista en solitario resulta l¨®gicamente m¨¢s barato". Por su parte, Leonie Cooper, del influyente semanario New Musical Express, simplificaba la ecuaci¨®n afirmando que en un momento en el que hay "m¨¢s mujeres que van a conciertos y compran revistas de m¨²sica es totalmente l¨®gico que haya m¨¢s diosas del pop".
Es pronto para enterrar cualquiera de las carreras de las arriba mencionadas, pero es evidente que el mercado actual, espoleado por el ritmo que marca el nuevo escenario digital, canibaliza las nuevas apuestas a una velocidad de v¨¦rtigo.
De las estrellas gestadas en los tres ¨²ltimos a?os, sean del sexo que sean, solo el porvenir de Lady Gaga (que dos a?os despu¨¦s de debutar ha arrasado con una gira mundial comparable en volumen a Madonna o a U2) y quiz¨¢ el de Rihanna parecen de momento fuera de toda sospecha. James Oldham, cazatalentos en uno de los sellos de la omnipresente multinacional Universal, advert¨ªa de que la saturaci¨®n del protagonismo de lo femenino era poco menos que inminente: "Los fans de Oasis siguen ah¨ª, esperando el momento en que llegue otra banda similar".
?Responde el asalto de artistas femeninas a las listas realmente a una tendencia? ?Estamos ante una moda ef¨ªmera que impepinablemente sucumbir¨¢ a la preponderancia masculina natural en el pop? ?Es inevitable que el curso de la historia obedezca a designios tan machistas? ?No ser¨ªa m¨¢s preciso pensar que, simplemente, sobrevivir¨¢n las que consoliden su propuesta, como ha ocurrido siempre con cualquier banda?
La propensi¨®n a generalizar de los medios de comunicaci¨®n lleva a?os clasificando la aparici¨®n de la mayor¨ªa de nuevas estrellas femeninas mainstream en dos apartados. Por un lado, la pin-up coqueta y sexy (Kylie Minogue, Beyonc¨¦, Britney Spears, Christina Aguilera, Duffy). Por otro, la pin-up rebelde y moderadamente contestona (Avril Lavigne, Gwen Stefani, P!nk, Lady Gaga, Amy Winehouse).
Durante casi una d¨¦cada hemos asistido a un espect¨¢culo monitorizado por blogs, televisiones y tabloides en el que tuvimos la sensaci¨®n de que la ¨²nica v¨ªa de la que dispon¨ªan estas artistas para evolucionar se limitaba a un cambio de apartado. O en el mejor de los casos, a varios, como Madonna. Pero siempre fluctuando entre las dos mismas direcciones. As¨ª, Beyonc¨¦ se redim¨ªa inventando a Sasha Fierce, su ¨¢lter ego m¨¢s falt¨®n y agresivo. La angelical Christina Aguilera llamaba al hipervitaminado fot¨®grafo David LaChapelle para que le otorgara credibilidad en un videoclip semil¨¦sbico subidito de tono de nombre Dirrty. Y Britney Spears, entre esc¨¢ndalo y esc¨¢ndalo, se rapaba el pelo al cero, regalando a los paparazzi una de la im¨¢genes m¨¢s ic¨®nicas de la d¨¦cada anterior.
Y justo en el sentido contrario, Avril Lavigne cambiaba sus zapatillas Converse All Stars de punki de centro comercial por unas plataformas y un liguero. Gwen Stefani, los pantalones hardcoretas por una alianza fashion (y m¨¢s fotografiable) con su amigo John Galliano. Y P!nk, sucumbiendo a base de tinte a la creencia universal de que los caballeros las prefieren rubias, renunciaba al rosa que le daba nombre por el platino Marilyn.
La irrupci¨®n en las listas de ventas de EE UU y Reino Unido de personalidades tan dispares como Janelle Mon¨¢e o Florence + The Machine ha demostrado estos ¨²ltimos meses que las cosas no eran tan sencillas. Y aplaza, si no desmiente, la inminencia de la saturaci¨®n. O acalla temporalmente a sus te¨®ricos.
Las verdaderas tendencias que se desprenden de las cifras poco o nada tienen que ver con el g¨¦nero de sus protagonistas. En primer lugar, asistimos al auge y la consolidaci¨®n de la cantautora pop, aquella que compone sus propias canciones y tiene la ¨²ltima palabra sobre su imagen (Lady Gaga, Jessie J, Nicki Minaj o Clare Maguire). Un modelo que se impone con fuerza al de marioneta al servicio de la industria. Algo que se hace especialmente evidente en la figura de Robyn. La sensaci¨®n sueca del electropop es propietaria de su propio sello, Konichiwa Records. Adem¨¢s, la cantante y compositora ha anticipado un posible cambio de modelo en la distribuci¨®n y promoci¨®n musical, publicando tres ¨¢lbumes en un mismo a?o a la vez que giraba ininterrumpidamente.
Exceptuando el caso de Adele, que ha arrasado, a los dos lados del charco, con su segundo disco, 21, tambi¨¦n se trasluce que el mercado ya no est¨¢ obsesionado con buscar una diva soul-pop que cubra la ausencia de Amy Winehouse. En cambio, las voces particulares e inequ¨ªvocamente reconocibles, como la de la barbadense Rihanna, se promueven en otros g¨¦neros, fundamentalmente bailables. Vivimos en la era de la dictadura del dance. Madonna sorprendi¨® al mundo cuando anunci¨® que su disco de 2005 Confessions on the dancefloor estar¨ªa completamente enfocado a las discotecas. O sea, que no incluir¨ªa ni media balada. Hoy podr¨ªamos decir que es pr¨¢cticamente la norma. Y decenas de artistas conf¨ªan en una reducid¨ªsima ¨¦lite de productores (Dr. Luke, David Guetta, RedOne, Stuart Price...) para que les fabriquen el sonido que les sacuda la caspa en la pista el m¨¢ximo tiempo posible.
Aunque hay cosas que no cambian. Que el sexo aumenta las ventas es una obviedad. Que estas f¨¦minas lo usan para incrementar las suyas, tambi¨¦n. As¨ª lo hizo Britney Spears all¨¢ por 2000 cuando, con su millonario debut Baby one more time, irrumpi¨® en escena vestida de colegiala libidinosa que andaba a vueltas con Dios. Y as¨ª lo hacen las integrantes de lo que una bit¨¢cora bastante gamberra (Hipster runoff) ha bautizado como slutwave. Un t¨¦rmino no particularmente respetuoso, pero que la blogosfera abraza con fruici¨®n y que la edici¨®n estadounidense de Rolling Stone ha nombrado g¨¦nero del a?o.
La casi ausencia de ropa y las letras expl¨ªcitas son las principales caracter¨ªsticas de esta etiqueta, cuya traducci¨®n al espa?ol m¨¢s cercana ser¨ªa "ola de fulanas". Pues menuda novedad, pensar¨¢n. Pero lo cierto es que un concepto tan arcaico como el de echar el cebo de lo carnal est¨¢ experimentando su cara m¨¢s extrema en manos de Lady Gaga, Katy Perry y, sobre todo, Ke$ha, la cantante que debut¨® con un tema orientado al p¨²blico preadolescente en el que aseguraba que se lavaba los dientes con una botella de Jack Daniels.
Entre el sujetador c¨®nico de Madonna y una foto de esta angelina de 24 a?os filtrada por la web de P¨¦rez Hilton en la que sale cubierta por lo que parece semen -mientras seduce a la c¨¢mara con mirada de ¨¦xtasis poscoital- hay la suficiente distancia como para que la suspicacia se cuele por ella. ?Es la slutwave otro fen¨®meno pop sin mayores consecuencias? Recuerden en qu¨¦ qued¨® el ¨ªnclito "girl power!" de las Spice Girls. ?O es esta nueva ola el ¨²ltimo azote del feminismo?
Por mucho que Rihanna cante "Yo nunca hago el papel de acosada / prefiero ser el acosador", hay voces que precisamente acusan a algunas de estas poderosas mujeres de ponerse al servicio del patriarcado al hacer suyos recursos de la narrativa machista. Es el caso de la rapera Nicki Minaj, que reivindica la feminidad empleando viejos chascarrillos propios del gangsta rap m¨¢s mis¨®gino. ?Pero existe una postura feminista viable en el g¨¦nero sin recurrir (o incluso, parodiar) a los t¨®picos? Seg¨²n la especialista Menda Francois, s¨ª. Y cita como ejemplo un verso de Lauryn Hill: "Mientras t¨² imitas a Al Capone / yo ser¨¦ Nina Simone y me cagar¨¦ en tu micr¨®fono". La frase, asegura, representa una cr¨ªtica leg¨ªtima a la hipermasculinidad y el falocentrismo que domina el hip-hop.
Efectivamente, si sumamos las consignas sexistas y la actitud de mujer objeto, el resultado no se ajusta precisamente a lo que el feminismo entiende por empowerment (otorgamiento de poderes) de la mujer. Pero para Enric Palau, codirector del festival de m¨²sica electr¨®nica Sonar, la cosa no ir¨ªa m¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota. El ejemplo es el grupo Yo Majesty, un tr¨ªo de hip-hop femenino de Florida que toc¨® en su festival en 2009: "Dan la vuelta a los t¨®picos masculinos reproduciendo sus actitudes. Vamos, que si 50 Cent se lleva la mano al paquete, ellas tambi¨¦n lo hacen. Eso resulta muy chocante para el p¨²blico. Aunque lo que m¨¢s interesante me parece es c¨®mo estas mujeres est¨¢n consiguiendo permeabilizar el ambiente. Lo mejor ser¨¢ que dejemos de hablar de m¨²sica hecha por mujeres y hablemos del factor femenino".
En todo caso, nadie puede negarles el alfa a estas hembras. Ya sea mimetiz¨¢ndose con el g¨¦nero masculino o haciendo lo contrario, entre todas han construido una identidad colectiva con un alentador discurso en positivo. "Algunas mujeres eligen perseguir a los hombres y otras eligen perseguir sus sue?os. Si no sabes qu¨¦ camino tomar, recuerda que tu carrera nunca te despertar¨¢ de la cama para decirte que ya no te quiere", defiende Lady Gaga.
Ser¨¢ una contradicci¨®n, pero resulta que, en estos tiempos de correcci¨®n pol¨ªtica, crear verdadera pol¨¦mica no es tan f¨¢cil. Por muy deliberadamente provocadoras que sean, las componentes del slutwave son un producto de lo m¨¢s vendible. Un caramelito del que dar buena cuenta desde distintos frentes. "Hoy en d¨ªa, para ser una estrella del pop tienes que ser una celebridad, tener exposici¨®n en los medios. Capacidad medi¨¢tica. Que si Cuore, que si Vogue...", cuenta el m¨²sico Mauro Canut. Y si algo no les falta a estas chicas es la atenci¨®n.
Protagonizan la esfera social, y las marcas no dudan en casarse con ellas en r¨¦gimen de gananciales. Cheryl Cole es la actual embajadora de L'Or¨¦al para el Reino Unido; Lady Gaga fue imagen de Mac, y en el a?o de su centenario, Nivea ha contado con Rihanna para celebrarlo.
Santiago de Mollinedo es el director de Personality Media, una agencia de asesor¨ªa para anunciantes. Desde su posici¨®n de mediador, desvela que "las marcas que utilizan estos personajes de forma m¨¢s activa son especialmente las de moda y belleza. Tienen una mayor flexibilidad creativa y capacidad de inversi¨®n. Son las artistas, por tanto, las que cuentan con un mayor presupuesto en publicidad, siendo esta la principal fuente actual de ingresos del sector musical".
"Sin ser particularmente novedosa, s¨ª es cierto que la idea de promover a una estrella del pop como icono de un estilo de vida est¨¢ m¨¢s vigente que nunca", confirma David Miah, que se ocupa de las relaciones comerciales entre artistas y marcas que establece la discogr¨¢fica Universal en el Reino Unido. Seg¨²n este insider, estamos hablando de un nivel cero en lo que a compromiso se refiere. Por ambas partes. "Las artistas femeninas se muestran especialmente predispuestas a estrechar lazos con la publicidad porque les cuesta menos encontrar el balance entre integridad y ¨¦xito comercial. No es el caso de la mayor¨ªa de artistas masculinos. Lady Gaga usa el product placement en sus v¨ªdeos, y por alg¨²n motivo pocos ponen en duda su autenticidad. Pero si los Kings of Leon hicieran algo parecido, probablemente se les tachar¨ªa de vendidos".
LAS REINAS DEL POP
JANELLE MON?E
"La comunidad l¨¦sbica ha tratado de reivindicarme. Pero yo solo salgo con androides. Nada mejor que un androide; ellos no te enga?an"
Nacida en Kansas City (EE UU) hace 25 a?os, Janelle Mon¨¢e fue conocida como protegida de Outkast, pero la reciente irrupci¨®n de esta cantante y compositora puede tomarse como una revelaci¨®n. Su conceptual segundo ¨¢lbum, The ArchAndroid, repasa de un modo tan sofisticado la historia de la m¨²sica negra que consigue sonar futurista. Su registro es inconfundible, y su gusto para los arreglos, nada convencional. Dulce y contundente, cl¨¢sica y contempor¨¢nea, extra?a y accesible a partes iguales, por la capacidad interpretativa que muestra en sus videoclips es f¨¢cil vaticinar que estamos ante una de las grandes artistas para la nueva d¨¦cada.
RIHANNA
"Hay poder en mi nombre. Lo sueltas en un estadio y la gente hace la ola"
La gran triunfadora de la temporada oto?o-invierno. En los ¨²ltimos meses ha publicado cinco bombazos pr¨¢cticamente simult¨¢neos: Only girl (in the world) (de su ¨²ltimo ¨¢lbum, Loud), Love the way you lie (un dueto con Eminem), All of the lights (con Kanye West), What's my name? (con Drake) y Who's that chick (con David Guetta). ?Saturaci¨®n? Los popes de la industria, Jay-Z a la cabeza, no pueden estar menos de acuerdo. Hasta Bisbal ha reclamado un cachito de este talism¨¢n barbadense de 23 a?os y voz particular.
ROBYN
"No soy solo una artista pop, me veo como alguien que tiene un significado mayor. Hago esto porque es mi destino"
Producida por Max Martin (creador del primer sonido de Britney Spears), la artista pop contempor¨¢nea m¨¢s importante de Suecia ya conoci¨® la popularidad global a finales de los noventa. Un posterior fracaso y su af¨¢n por experimentar con m¨²sicos alejados del mainstream la apartaron de su discogr¨¢fica. Desde 2004 compone y edita sus temas en su propio sello, Konichiwa Records, controlando personalmente la distribuci¨®n, la imagen y la promoci¨®n. Inmersa en una gira interminable, grab¨® y public¨® tres discos en 2010 que fueron aclamados por la cr¨ªtica. El suyo es un electropop que gusta a la ¨¦lite rockista. Con 31 a?os, cada paso que da invita a la reflexi¨®n. Para muchos, Robyn se anticipa a las reglas del negocio musical del futuro.
LADY GAGA
"Solo trato de cambiar el mundo. Lentejuela a lentejuela"
Esta neoyorquina de 24 a?os es la mayor estrella gestada en el siglo XXI. Sin embargo, el primer single de su pr¨®ximo disco, Born this way, no ha colmado las (alt¨ªsimas) expectativas. Pero Stefani Germanotta sigue controlando los tiempos como el gran genio del marketing de su era. Planeando y dosificando h¨¢bilmente sus apariciones, ya sea una gala, un v¨ªdeo o la colaboraci¨®n con una firma de moda. Su pr¨®ximo examen: el sencillo Judas. "Algunas mujeres optan por seguir a hombres. Otras, por seguir sus sue?os", explica. "Si dudas qu¨¦ camino seguir, recuerda que tu carrera nunca te despertar¨¢ de la cama para decirte que ya no te quiere m¨¢s".
BRITNEY SPEARS
"Que salga 'sexy' en la portada de 'Rolling Stone' no significa que sea traviesa"
La princesa del pop lo tiene complicado para reinar alg¨²n d¨ªa. Con todo, la aparici¨®n de un fen¨®meno global como Lady Gaga parece haber sido un revulsivo para varias de las eternas aspirantes, Spears incluida. Nacida hace 29 a?os en un pueblecito de Misisipi (EE UU), esta exestrella de El Club Disney ha tocado fondo y se ha recuperado tantas veces que es improbable que llegue nunca a tirar la toalla. El sencillo de presentaci¨®n de su pr¨®ximo disco, Hold it against me, es la ¨²ltima prueba. Un trallazo con cuota de riesgo (coquetea con el dubstep, un subg¨¦nero electr¨®nico impensable en la radiof¨®rmula) que ha arrasado en descargas digitales en todo el mundo.
NICKI MINAJ
"Lucho por las chicas que nunca pensaron que podr¨ªan ganar"
Nacida en Trinidad y Tobago y residente en Nueva York, esta cantante y compositora de 26 a?os se hizo un nombre a base de colaborar con buena parte de las estrellas del pop negro americano, desde Will.i.am (l¨ªder de The Black Eyed Peas) hasta Drake. Exuberante y extremadamente teatral, sus fotos y sus videoclips son una explosi¨®n de color y de expresiones faciales imposibles. En su anticipad¨ªsimo ¨¢lbum de debut, Pink friday, hay sitio para varios ¨¢lter ego: un hermano gemelo gay, una madre con acento ingl¨¦s y hasta una barbie del barrio tokiota de Harajuku. Su mayor activo es ser capaz de aunar la dulzura de Rihanna con la fiereza de Lil' Kim, con la que habitualmente se la compara. Destacan especialmente sus raps, y muy en particular el que prepar¨® para Monster, el tercer sencillo de My beautiful dark twisted fantasy, el aclamado ¨²ltimo disco de Kanye West.
CLARE MAGUIRE
"Lo dijo Marilyn: la locura es genialidad, y es mejor ser absolutamente rid¨ªcula que absolutamente aburrida"
Con 23 a?os, esta brit¨¢nica es una de las grandes apuestas de la industria para este a?o: las discogr¨¢ficas se la rifaron para conseguir su firma en un contrato. El medio mill¨®n de escuchas que recibi¨® Strangest thing, uno de los temas que ten¨ªa colgado en su MySpace, despertaron el inter¨¦s de las figuras m¨¢s diversas, desde Jay-Z hasta el l¨ªder de Pulp Jarvis Cocker. Con un perfil m¨¢s comercial y electr¨®nico que el de Florence & The Machine, pero un p¨²blico potencial similar, Maguire acaba de publicar un debut que suena como si Texas fuesen producidos por Stuart Price. Aunque en principio parezca una artista de largo recorrido, todav¨ªa debe encontrar su sitio entre el p¨²blico adulto para no resultar una sonada decepci¨®n.
JESSIE J
"Mis prop¨®sitos este a?o: ir al gimnasio y blasfemar menos en el escenario"
Compositora londinense de 23 a?os, reciclada en estrella del pop. A los 18 a?os sufri¨® un peque?o derrame cerebral, por lo que prometi¨® cuidar su cuerpo. Coescribi¨® el ¨¦xito Party in the USA, de Miley Cyrus, as¨ª como algunas canciones de Alicia Keys, Justin Timberlake y Christina Aguilera. Como int¨¦rprete, gusta de la exuberancia y los gorgoritos. Es considerada la futura Katy Perry brit¨¢nica, aunque a veces recuerde m¨¢s a Linda Perry o P!nk. Su segundo sencillo, Price tag, le vali¨® el primer puesto en las listas brit¨¢nicas. Ha liderado Sound of 2011, la prestigiosa lista que la BBC elabora cada a?o para se?alar a futuribles popstars.
ADELE
"No te creas el fen¨®meno. No leas la prensa. Hazlo solo por los mismos motivos por los que empezaste"
Cantante y compositora soul londinense, de 22 a?os, que ha conseguido salirse del grupo de aspirantes a nueva Amy Winehouse del mismo modo en que interpreta sus canciones en directo: con maestr¨ªa y sin aparente esfuerzo. Como Jessie J, lider¨® la respetada lista Sound of de la BBC. Fue en 2008. Con su arrebatadora actuaci¨®n en la gala de los Premios Brit el pasado febrero ha conseguido que su sencillo Someone like you sea la canci¨®n oficial de todas las rupturas de 2011. Una canci¨®n que, junto con su reci¨¦n publicado segundo ¨¢lbum, 21 (el quinto m¨¢s descargado en la historia del Reino Unido y n¨²mero uno del Billboard en su semana de debut estadounidense, despachando solo en ese pa¨ªs 352.000 copias en una semana), le asegura por bastante tiempo el puesto de honor como diva para toda la familia.
KATY PERRY
"La l¨ªnea que separa ser una zorra de tener clase es fina. Y yo camino sobre esa l¨ªnea"
Esta californiana de 26 a?os, hija de pastores metodistas, se dio a conocer en 2007 cuando alarm¨® a algunas mentes pacatas con 'singles' como 'Ur so gay' o 'I kissed a girl'. Parec¨ªa flor de un d¨ªa, pero una gala como presentadora en la MTV descubri¨® su potente bis c¨®mica, que, unida a su matrimonio con el incorrect¨ªsimo humorista brit¨¢nico Russell Brand, la catapult¨® a la dimensi¨®n de 'celebrity'. Su arrollador ¨¦xito veraniego 'California gurls', puro 'bubblegum-pop' de nueva hornada, la confirma como una favorita tanto del p¨²blico gay como del adolescente.
FLORENCE + THE MACHINE
"Soy una chica del coro que se ha torcido horriblemente"
Esta pelirroja londinense de 24 a?os y aire prerrafaelita empez¨® con fuerza en los c¨ªrculos indies brit¨¢nicos como alternativa con credibilidad frente al aluvi¨®n de estrellas mainstream de finales de d¨¦cada. Con todo, fue una versi¨®n de un cl¨¢sico de baile de 1986, You've got the love, de The Source Feat. Candi Staton, la responsable de que Florence Welch aumentara su reconocimiento exponencialmente. Un segundo disco en ciernes y su exitosa introducci¨®n en el mercado americano hacen de su carrera una de las m¨¢s prometedoras del lote.
ALEXIS JORDAN
"Participar en un 'reality' musical te endurece la piel"
Nacida en Carolina del Sur (EE UU) hace 18 a?os, se dio a conocer a los 14 a?os en el programa televisivo estadounidense America's got talent. En oposici¨®n al perfil de cantautora pop, Jordan es una de las mayores promesas como int¨¦rprete de bubblegum-pop contempor¨¢neo. Apadrinada por los superproductores Stargate y fichada por Jay-Z para su sello StarRoc/RocNation, acaba de publicar su debut y se postula como la nueva Rihanna. Sus sencillos Happiness y Good girl dan fe de su capacidad para despachar pop bailable e instant¨¢neo.
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