Cant¨®
Al pol¨ªtico se le ve permanentemente encabronado, artificiosamente agresivo, chungo, desprendiendo el tufo del teatro malo
Es muy popular, aunque inexacto, el concepto de que todos los pol¨ªticos son iguales. Sospecho que existe id¨¦ntica cantidad de mediocres, vagos, falsarios, corruptos e incompetentes que en el resto de las profesiones. Pero la suya, consistente en lograr la felicidad del pr¨®jimo, se expone en un permanente escaparate, su actuaci¨®n ocupa la primera plana. Tal vez los fr¨ªvolos ciudadanos que no votamos nos planteemos para qu¨¦ demonios sirven, pero ah¨ª est¨¢n, como la Puerta de Alcal¨¢. Incluso aparecen en la pol¨ªtica personas inteligentes, sensatas, legales, en posesi¨®n de ideas y de modales, que deciden un d¨ªa abandonar profesi¨®n tan golosa, como el socialista Eduardo Madina y el popular Borja S¨¦mper. Nunca es tarde para constatar el lodazal que inunda a tu oficio y salir corriendo.
El contrapunto a los dos se?ores citados podr¨ªa ejemplificarse en un trepa vocacional como Toni Cant¨®. No tengo memoria alguna de sus m¨¦ritos como actor. Miento, recuerdo su grotesca aparici¨®n en el desenlace de Todo sobre mi madre, dando agon¨ªa a un transexual que embaraza a una monja y le contagia el sida, que deja enamorada huella en otra mujer que fue su pareja, la madre de su hijo y a la que pute¨®. Almod¨®var se empe?aba pat¨¦ticamente en convertirle en el Harry Lime de El tercer hombre y el Kurtz de Apocalypse Now.
Si como int¨¦rprete me resulta inexistente, como servidor de la cosa p¨²blica siempre me ha provocado grima. Permanentemente encabronado, artificiosamente agresivo, chungo, desprendiendo el tufo del teatro malo. Escandalizarse por su ancestral facilidad para saltar de barcos en naufragio, que al parecer eran la principal raz¨®n de su existencia, y enrolarse a toda hostia en el trasatl¨¢ntico que hab¨ªa embestido a estos, ser¨ªa rid¨ªculo. Es la naturaleza de un pol¨ªtico como Dios manda.
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