Muere Juan Joya, ¡®El Risitas¡¯, que alcanz¨® la fama con Jes¨²s Quintero

El popular personaje televisivo Juan Joya, conocido como El Risitas por sus intervenciones en el programa Ratones Coloraos, ha fallecido este mi¨¦rcoles por la tarde a los 65 a?os en el Hospital Universitario Virgen del Roc¨ªo de Sevilla, seg¨²n han informado fuentes del complejo sanitario, que no han especificado la causa de la muerte. La enfermedad cardiovascular que sufr¨ªa, que hab¨ªa provocado que le amputaran una pierna el pasado septiembre, se agrav¨® y forz¨® su traslado en la ma?ana del mi¨¦rcoles desde el Hospital de la Caridad, tambi¨¦n en Sevilla, hasta el Virgen del Roc¨ªo. All¨ª muri¨®. La Caridad es una residencia para hombres sin recursos que funciona desde el siglo XVII en pleno centro de Sevilla y en la que Joya ingres¨® en septiembre de 2020 tras la amputaci¨®n.

Nunca tuvo otra se?a de identidad que su risa, tampoco le hizo falta. Esa risa, una carcajada ¨²nica y sibilante capaz de prolongarse durante eternidades, le gan¨® su mote: El Risitas. Todo lo que hizo en p¨²blico fue re¨ªrse. Empez¨® a hacerlo en televisi¨®n en el 2000, en El Vagamundo, el programa de entrevistas que Jes¨²s Quintero tuvo en Canal 2 Andaluc¨ªa entre 1999 y 2002. Joya debut¨® en la cadena andaluza junto a Antonio Rivero, El Pe¨ªto, otro personaje que Quintero sac¨® de la calle y que falleci¨® en 2003, a los 44 a?os. La carrera del Risitas continu¨® entonces en solitario. Ah¨ª, frente a ese presentador, que no dejaba de ser su opuesto, un hombre de silencios, pausas y tono controlado, la forma de re¨ªr de Joya Borja se convirti¨® en toda una f¨®rmula c¨®mica.

Era un juego de contrastes: Quintero, casi siempre serio como una inspecci¨®n de Hacienda, le lanzaba preguntas para que ¨¦l fuera armando una historia, como aquella de cuando era lavaplatos de Chipiona; ¨¦l la arrancaba ya con risa floja, perd¨ªa el hilo entre carcajadas cortadas, y, menos de 10 minutos despu¨¦s, su cara era solo una gran sonrisa de la que solo sal¨ªa la famosa carcajada. Nadie llegaba nunca al fin del cuento, ni ¨¦l ni el p¨²blico, pero tampoco era ese el objetivo. Era la imagen ic¨®nica: la boca bien abierta, desdentada salvo por ese diente que le sobresal¨ªa a veces en el lado izquierdo; la risa aguda; el gemido de ¡°Cu?aaao¡±, que le vali¨® su segundo mote, El Cu?ao. El inmenso placer de re¨ªr con alguien que se hace gracia a s¨ª mismo.

De la televisi¨®n regional pas¨® a la nacional y fue igualmente infalible. Acompa?¨® a Quintero por Ratones Coloraos en Canal Sur (2002-2005) y luego al Loco de la Colina en La 1 (2006-2007) de vuelta a Canal Sur con El Gatopardo, donde estuvo hasta 2012. Santiago Segura dio fe de su fama cuando le fich¨® como miembro de su equipo de frikis de Torrente 3: El Protector en 2005. Trabajaba con el se?or Barrag¨¢n, en un papel corto que, en el montaje final, apenas ten¨ªa di¨¢logo. ¡°No me estudie el gij¨®n [sic] que me dieron¡±, le confesar¨ªa a Quintero a?os despu¨¦s.

Despu¨¦s, se alej¨® de los focos y se dedic¨® al humor, ofreciendo mon¨®logos y contando chistes en locales de Punta Umbr¨ªa (Huelva). Nunca recuperar¨ªa aquellos niveles de fama dentro de Espa?a, pero fuera fue otra cosa. A mediados de la d¨¦cada pasada se convirti¨® en un icono de internet en Francia o Finlandia: en este ¨²ltimo pa¨ªs su popularidad lleg¨® a ser tal que protagoniz¨® un anuncio de pizzas.

En 2014, un programa de humor egipcio us¨® uno de los v¨ªdeos de sus an¨¦cdotas, la de cuando era lavaplatos en Chipiona y perd¨ªa unas paelleras, para ponerle unos subt¨ªtulos no ten¨ªan nada que ver. La risa y la boca desdentada de Borja eran solo recipientes para lo que quisieran ponerle en el texto. En el primer v¨ªdeo, el egipcio, hablaba (y se desternillaba) del presidente Andel Fattah el-Sisi. La pr¨¢ctica pas¨® a otros pa¨ªses (en ingl¨¦s se llama The Giggles¡­ precisamente, El Risitas), como Reino Unido o Finlandia y sobre todo a Francia en el entorno de la ultraderecha. En 2017, el portal Verne rescataba uno de 2015 donde se le doblaba como si fuera el padre del entonces primer ministro, Manuel Valls. En Francia, donde es conocido nacionalmente, no se le llama Risitas sino Issou (posiblemente c¨®mo r¨ªe diciendo ¡°Jes¨²uuus¡±, refiri¨¦ndose a Quintero). La localidad playera Issou, en ?le-de-France, se hart¨® de recibir bromas en forma de comentarios en Google sobre lo buenas que estaban sus paellas.

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