Javier Guti¨¦rrez: ¡°Mi gran baza es mi f¨ªsico¡±

Llega al imponente edificio hist¨®rico de Telef¨®nica en la Gran V¨ªa de Madrid donde hemos quedado, que para eso es la productora de su ¨²ltima serie, y lo reciben a cuerpo de rey, que para eso la serie se llama Los reyes de la noche, y el entrevistado viene con las credenciales de protagonizar Bajo cero, Estoy vivo y Verg¨¹enza, grandes pelotazos de audiencia dentro y fuera de la casa. Cierto que, a¨²n conoci¨¦ndola de le¨ªdas, choca su escueta estatura f¨ªsica, pero a¨²n sorprende m¨¢s su absoluta falta de ¨ªnfulas. Conserva, dice, los p¨¢jaros en la cabeza y los pies en la tierra del chaval que vino de Galicia a Madrid y se gast¨® sus ¨²ltimas 150 pesetas en ir a ver a un anciano Jos¨¦ Mar¨ªa Rodero hacer del Cid en escena. ?l, como el Cid, y como Rodero, tambi¨¦n quiere morir con las botas puestas.

?Cu¨¢ndo percibe uno que ha llegado en la mirada del otro?

Muchas gracias, pero yo no me veo as¨ª. No s¨¦ muy bien lo que es llegar. Mi objetivo, si ha habido alguno en mi vida, ha sido trabajar de continuo de actor y llenar la nevera. Esta es una profesi¨®n de dientes de sierra. Un d¨ªa est¨¢s y otro, no. Lo que s¨ª he tenido es perseverancia, paciencia y creer mucho en m¨ª mismo.

?Nota cu¨¢ndo est¨¢ cumbre?

Casi de inmediato. Igual que noto cuando he fallado.

?C¨®mo? ?Levita, o se hunde?

No s¨¦, hay algo especial. Luego, desde fuera, igual no es para tanto, ni tu acierto ni tu fallo, pero la sensaci¨®n no te la quita nadie. Antes sufr¨ªa much¨ªsimo con las cr¨ªticas. Ahora, me divierto con las malas y no me creo del todo las buenas. Soy mi primer cr¨ªtico. Tengo mucha verg¨¹enza y amor propio y, cuando no estoy contento con mi trabajo, meter¨ªa la cabeza bajo tierra. Siempre pienso que se han equivocado eligi¨¦ndome, que no voy a dar la talla ni a entender al personaje.

En Reyes de la noche encarna a un locutor deportivo sin escr¨²pulos. ?Lo ha entendido a ¨¦l?

Bueno, que cada uno apechugue con lo suyo. Y eso que le hemos quitado hierro. Era un mundo y una fauna mucho m¨¢s salvaje de lo que podemos intuir. Era una ¨¦poca oscura, pero, quiz¨¢ tambi¨¦n m¨¢s aut¨¦ntica, m¨¢s sin filtros. Hoy se echa de menos un poco m¨¢s de aquel salvajismo, en otro sentido. Hoy vamos con el bozal de la correcci¨®n pol¨ªtica puesto. No pretendo imitar a nadie, si acaso, que quede cierto perfume. Que la gente que no conoci¨® aquella ¨¦poca tenga una idea de c¨®mo eran los comunicadores de entonces, sus egos, su ambici¨®n, su falta de escr¨²pulos. No los justifico, trato de recrearlos.

?C¨®mo clava a seres despreciables sin serlo, presuntamente?

Me considero buena persona, pero es cierto que ¨²ltimamente me estoy especializando en tipos retorcidos. No me gusta hablar de la cocina del actor, de c¨®mo llega uno a abrir ciertas puertas para llegar al personaje o conquistar al p¨²blico. Pero trato de que siempre tenga un poco de humanidad, por muy cabr¨®n que sea. Todos tenemos una grieta por donde entra la luz. Mi trabajo es hallarla e iluminarla.

Y eso que tiene dicho que no se llevaba bien con la c¨¢mara.

En esta profesi¨®n ves a hombres y mujeres bell¨ªsimos que, solo con eso, tienen mucho terreno ganado. Pero hay otros, y pienso en los grandes: Rodero, Sacrist¨¢n, L¨®pez-V¨¢zquez, que, sin serlo, se quedan en la retina. Yo cre¨ªa que, con mi estatura, nunca podr¨ªa triunfar en el cine. Hasta que me di cuenta de que mi gran baza es mi f¨ªsico: mi apariencia de hombre normal, de espa?olito medio. Comprend¨ª que la c¨¢mara es una aliada, que saca todo de ti, que ante ella menos es m¨¢s, que no hay que hacer mucho m¨¢s que mirar, porque todo lo que te pasa tiene que estar por dentro.

En las entrevistas habla de lo dif¨ªcil que resulta conciliar su oficio con el cuidado de sus hijos, uno de ellos discapacitado. Los hombres no suelen hacerlo...

Bueno, a la fuerza ahorcan, no me considero mejor ni peor, pero s¨ª he restado horas de sue?o, y he ido muchas veces a trabajar sin dormir, y tambi¨¦n he gozado mucho, no todo son malos momentos. En las entrevistas hablo desde la sinceridad y la honestidad. No pretendo caer bien ni mal. Si no tengo nada que promocionar, me quedo en casa. Soy una persona de perfil bajo [sonr¨ªe].

?Conoce bien la culpa?

S¨ª. Durante un tiempo de mi vida he priorizado lo profesional por encima de lo personal y, no me arrepiento, pero, si pudiera rebobinar, cambiar¨ªa ciertas cosas. Me habr¨ªa perdido muchas menos cosas que, con el paso del tiempo, considero importantes.

En Instagram declara su amor a su nueva pareja. ?Se enamora uno a los 20 como a los 50?

En mi caso, no. Vas quemando etapas, y ahora s¨¦ que la vida va en serio. Cuando vas cumpliendo a?os cuesta m¨¢s enamorarse porque vienes de fracasos, batacazos, desamores que te hacen da?o, y, cuando tienes hijos, piensas m¨¢s con qui¨¦n quieres compartir la vida. Cuando ocurre, ocurre, pero ya sabes a qu¨¦ te expones.

?Vamos con la coraza puesta?

Creo que tenemos miedo a enamorarnos, a que alguien nos haga temblar el piso, pero a la vez lo estamos deseando y, cuando llega, no sabemos gestionarlo. Creo que tiene que ver con nuestra falta de saber darnos al otro. No estamos educados para amar.

?Con qu¨¦ se parte de risa?

[Piensa 15 segundos] ?Sabes qu¨¦ pasa? Que me cuesta much¨ªsimo re¨ªrme. S¨ª que me enternezco, soy muy sensible, no soy un llor¨®n, pero es muy f¨¢cil tocarme la patata. Soy de fibra sensible.

Y cabrearse, ?le cuesta?

Nada. Me cabreo a diario. Soy muy temperamental. Creo mucho en la justicia, y en la justicia social, y estamos viviendo un tiempo que saca lo peor de m¨ª como ciudadano. Tenemos unos pol¨ªticos que no nos merecemos. Desde el comienzo de la pandemia no han estado a la altura y nos han embarcado en un clima asfixiante, insoportable. Espero que no tengan que arrepentirse de habernos tra¨ªdo hasta aqu¨ª, porque nos est¨¢n colocando en una tesitura muy complicada.

?Cu¨¢nto se crece en escena?

No s¨¦, estar¨ªa mal que yo lo dijera. Depende del proyecto, ya te he dicho que cuando tengo un pepino entre manos, soy muy consciente de ello. Pero no es tanto que me crezca, sino que me siento fuerte. Mi madre tiene la costumbre de abrazar a los ¨¢rboles para sentir su energ¨ªa y llenarse de ella. Yo siento eso. Que ser una persona bien plantada, con buenas ra¨ªces, independientemente de tu altura o tu envergadura, te puede hacer aguantar todos los envites que vengan.

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