Ayuso bebe colacao sin mancharse

Habr¨ªa sido m¨¢s apropiado que compartieran unas ca?as, pero la ley proh¨ªbe tajarse en antena y estaban en una panader¨ªa cuqui, as¨ª que Gonzo e Isabel D¨ªaz Ayuso tomaron lo que parec¨ªan unos colacaos, que es una bebida rara en televisi¨®n desde que las Cacao Maravillao dejaron de bailar en aquella Telecinco. Tambi¨¦n deja un rastro feo en el vaso de cristal, tal vez por eso Gonzo apenas prob¨® el suyo a lo largo de la entrevista que vertebr¨® el espl¨¦ndido estreno de temporada de su Salvados. Ayuso s¨ª bebi¨® con ganas, quiz¨¢ porque ven¨ªa sedienta de la campa?a. Con mucho m¨¦rito, evit¨® mancharse con el bigote que deja la leche y conserv¨® impecable el pintalabios. Tampoco se le movi¨® un pelo del sitio ni se trastabill¨® en ninguna pregunta.

Al comienzo del programa, que presentaba una cr¨®nica de seguimiento desde dentro de la campa?a, Ayuso llega a un mitin y se?ala que cada vez hay m¨¢s ni?os entre el p¨²blico, lo que lo pone ¡°cada vez m¨¢s dif¨ªcil¡±. ?Explica eso el tono infantil de sus lemas y lo rico que le supo el colacao? Gonzo desgran¨® con mucho tino las tres claves del discurso ayusista: madrile?ismo, victimismo y contrasanchismo. El programa dedic¨® poco tiempo al tercero, siendo quiz¨¢ el que explica m¨¢s cosas, y abord¨® con gracia la debatida sombra de Miguel ?ngel Rodr¨ªguez. Antes de un acto, el presentador charla con un colega de la Sexta sobre el peso de MAR [como se conoce al jefe de gabinete de la presidenta madrile?a] en el fen¨®meno Ayuso. La aludida se mete espont¨¢nea en la conversaci¨®n y acaba a su vez interrumpida por MAR, cuya figura acechaba en segundo t¨¦rmino, como un animal territorial y celoso. Fue uno de esos momentos rar¨ªsimos en que la tele es m¨¢s profunda que los textos.

No s¨¦ si conocemos mejor a Ayuso tras este Salvados, pero s¨ª confirma que hay Ayuso para rato.

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