¡®Feminista¡¯, ¡®Nigeriano¡¯; va por ustedes
Los desafortunados y ?casuales? nombres de dos toros han propiciado lo que no consiguieron lustros de manifestaciones antitaurinas. Bendita serendipia
Para aclarar el disparate de Gij¨®n, La hora de La 1, esa 1 que volver¨¢ a promocionar el maltrato animal, mostr¨® a los legos en crueldad c¨®mo se eligen los nombres de los toros y sus matarifes. Lo primero llega por herencia, lo segundo lo deciden unas bolas como esas que siempre adjudicaban al Madrid el Grasshopper de turno.
Puede que todo haya sido una infeliz serendipia, incluso que el ganadero baptizador sea un devoto de Mary Wollstonecraft. Aunque resulta dif¨ªcil no imaginar la risa, gui?o, codazo que seguro provoc¨® en la turba descubrir los nombres de esos a los que el torero favorito de los menos afines a feministas o nigerianos iba a asesinar art¨ªsticamente.
Es incuestionable que hay quien disfruta contemplando agonizar a un ser vivo, como hay quien se enamoraba de Manson o veranea en Columbine, lo rid¨ªculo es que busquen una coartada cultural cuando, como escribi¨® Manuel Vicent, solo es ¡°una mezcla sustancial de mugre, sangre, muerte, se?oritismo y caspa.¡±
Que en 2021 convivan vuelos espaciales, vacunas de ARNm y maltrato subvencionado es incomprensible, que su final en Gij¨®n no haya sido provocado por el rechazo a la crueldad, sino por la amenaza indisimulada a las mujeres que luchan por la igualdad, otra serendipia. Porque la multitud que se manifestaba ¡ªqu¨¦ placer el pret¨¦rito imperfecto¡ª anualmente pidiendo el fin de la feria era abrumadoramente femenina. Y feminista.
La presidenta madrile?a ha vinculado tauromaquia con libertad; la alcaldesa de Gij¨®n le ha dado a los hijos de Feminista la libertad verdadera: la de no asistir a su propio asesinato. Pero que no sufran los fans del dolor ajeno, si alg¨²n d¨ªa la sensatez de Gij¨®n se extendiese siempre podr¨¢n ir a divertirse a un matadero. O a Vivotecnia. Seguro que les parece cultura. Y a TVE tambi¨¦n.
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