Doctora Forqu¨¦ y Ms. Vero
Espa?a cre¨ªa que conoc¨ªa a Ver¨®nica Forqu¨¦ y no soporta la idea de haber sido enga?ada. Ya no sabe qu¨¦ Forqu¨¦ es la verdadera, si es que alguna lo es
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Hay tres sabios en la televisi¨®n espa?ola: Mat¨ªas Prats, Jordi Hurtado y el Gran Wyoming. En un medio fugaz que decapita a cualquier estrella en cuanto pierde un par de decimillas de audiencia, ellos protagonizan carreras m¨¢s que eternas, inveros¨ªmiles en su oficio. Sus bustos son ya de pr¨®cer, historia viva, medio bronce, medio carne. ?C¨®mo lo han logrado? Ci?¨¦ndose a sus personajes, no desvi¨¢ndose del telepr¨®mpter m¨¢s que para contar un chiste malo. Son sabios porque saben que el secreto de la popularidad eterna es no defraudar nunca al pueblo: cuando la audiencia se ha hecho una imagen de ti, af¨¦rrate a ella y no dejes que descubran a la persona tras el busto. Por eso nunca los veremos en un reality ni sincer¨¢ndose demasiado en una entrevista con Broncano. Ni, por supuesto, cocinando en MasterChef con Ver¨®nica Forqu¨¦.
La actriz se ha transformado en Vero, y Espa?a entera ha vivido la metamorfosis como la del Doctor Jekyll en M¨ªster Hyde. ?Qu¨¦ le ha pasado a la dulce diva pop de aquel cine espa?ol?, se pregunta la turba tuitera. ?De d¨®nde le ha salido esa mala hostia a la alegre fumeta de Bajarse al moro? La audiencia anda m¨¢s desconcertada que los del equipo rojo bajo los gritos de Forqu¨¦.
Espa?a cre¨ªa que conoc¨ªa a Ver¨®nica Forqu¨¦, como cree que conoce a Prats, Hurtado y Wyoming, y no soporta la idea de haber sido enga?ada. Ya no sabe qu¨¦ Forqu¨¦ es la verdadera, si es que alguna lo es. Lo que se ha roto no es el amor que un pa¨ªs sent¨ªa por una actriz, sino la ilusi¨®n del fan que se acerca a su ¨ªdolo con la certeza de que lo sabe todo sobre ¨¦l y descubre que es un extra?o. Esa decepci¨®n lleva siempre carga at¨®mica, por eso los sabios se blindan contra ella.
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