Iv¨¢n Redondo fuera de su Camelot
La Moncloa no es Camelot. Ni Iv¨¢n Redondo es Jackie Kennedy, pero tienen algo m¨¢s en com¨²n que la laca
Cuando Iv¨¢n Redondo, al comenzar su entrevista en Lo de ?vole, dijo que hab¨ªa salido del mejor lugar del mundo, record¨® a Jackie Kennedy. Poco despu¨¦s de que los sesos de su esposo se le desparramaran por su dos piezas de Chanel, la viuda de Am¨¦rica le cont¨® al periodista Teddy White que no se pod¨ªa quitar de la cabeza la estrof...
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Cuando Iv¨¢n Redondo, al comenzar su entrevista en Lo de ?vole, dijo que hab¨ªa salido del mejor lugar del mundo, record¨® a Jackie Kennedy. Poco despu¨¦s de que los sesos de su esposo se le desparramaran por su dos piezas de Chanel, la viuda de Am¨¦rica le cont¨® al periodista Teddy White que no se pod¨ªa quitar de la cabeza la estrofa de la canci¨®n final del musical Camelot, una de las preferidas de su marido: ¡°No olvidemos / que una vez existi¨® un lugar / que durante un breve pero brillante momento fue conocido como Camelot¡±.
Redondo intent¨® contar su historia para seguir vivo ¡ªel relato, como les gusta decir¡ª y ?vole jug¨® a que ¨¦l la controlaba ense?ando a su equipo a comentar la jugada. Ay, qui¨¦n maneja mi barca, qui¨¦n. ¡°Yo no soy una persona que necesite estar en primera l¨ªnea¡±, dijo el entrevistado desde la primera l¨ªnea. ¡°Ahora tengo que estar en un discreto segundo plano¡±, afirm¨® desde un primer plano.
Se le escap¨® un ¡°in my opinion¡± quiz¨¢ porque lo oy¨® en The Good Wife, volvi¨® a citar El ala oeste ¡ª¡±Para usar lenguaje presidencial hay que ser presidente¡±¡ª y puso en la mesa una dama y un pe¨®n que lo mismo sac¨® de Gambito de ¨ªdem, que de House of Cards, o de la serie de Sorkin. Va a tener una tribuna en La Vanguardia, pero tal vez, aunque eche piedras sobre mi propio tejado, podr¨ªa escribir esta columna de tele.
La Moncloa no es Camelot. Ni Iv¨¢n Redondo es Jackie Kennedy, por mucho que compartan laca. Pero su relaci¨®n con el presidente, tal y como la defini¨® ¡ª¡°sagrada¡±¡ª, remite a la de JFK y su esposa, solo que en este caso, aun despu¨¦s de la entrevista, seguimos sin saber qui¨¦n puso cuernos, qui¨¦n es el viudo, ni d¨®nde est¨¢n los sesos.
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