Una gran pilila conlleva una gran responsabilidad
En Dinamarca, la nueva serie de Filmin consigui¨® cabrear por igual a derecha e izquierda, eso s¨ª, ha agradado a los que se ofenden porque alguien se ofenda
Si hoy me hiciesen una de esas encuestas que preguntan con qui¨¦n te tomar¨ªas unas ca?as no dudar¨ªa: Margrethe Brun Hansen, la psic¨®loga que avala los valores pedag¨®gicos de Juan Pilila, la historia de un nini bigotudo que vive con su bisabuela y pasa el d¨ªa jugando con su ¨²nico amigo: su gigante y traviesa pilila. Nadie despierta m¨¢s mi curiosidad ahora mismo que Margrethe. En Dinamarca, la nueva serie de Filmin consigui¨® cabrear por igual a derecha e izquierda, eso s¨ª, ha agradado a los que se ofenden porque alguien se ofenda.
Como solo espero bondades del pa¨ªs de Isak Dinesen, Laudrup y las pastas de mantequilla ¡ªy eso de los valores me intrig¨®¡ª, la aguardaba impaciente, pero sus mensajes positivos me han resultado imperceptibles. Juan es tramposo, inconsciente y vago y su bisabuela una clasista que le incita a relacionarse con ¡°m¨¦dicos y abogados¡± y lo despacha con frases gloriosas como ¡°vete para que nadie m¨¢s sufra un golpe de tu pilila¡±. Porque su pilila va por libre: dispara, roba, destruye, y Juan solo se responsabiliza, remoloneando, cuando le recuerdan que un hombre con superpilila debe comportarse heroicamente. La serie que emocionar¨¢ a John Waters, est¨¢ m¨¢s cerca de ?lvarez Rabo que de los Teletubbies, del Chris Peterson de B¨²scate la vida que de los Barbapap¨¢ a los que hace parecer una panda de calvinistas amargados.
Si la moraleja es que hay hombres que no pueden controlar su miembro no eran necesarios 20 cap¨ªtulos; ya ten¨ªamos pistas. Pero no, parece que la cosa va m¨¢s de enfrentar complejos. Cuesta entender entonces por qu¨¦ han elegido como protagonista a un se?or de pene gigante, no parece el sector que necesite m¨¢s refuerzo positivo.
Como broma, Juan Pilila es lo m¨¢s descacharrante desde que el vibrador The Magic Finger se anunciaba en la Teletienda simulando ser un masajeador de cuello, pero como artefacto pedag¨®gico resulta m¨¢s decepcionante que abrir una lata de pastas y encontrar hilos y dedales.
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