Algo chiquitito

El despecho es un estado, pero no un asunto de Estado. Por eso la docuserie Juli¨¢n Mu?oz: No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad no ha logrado ni remotamente la repercusi¨®n que tuvo Roc¨ªo: contar la verdad para seguir viva. Por eso y porque su protagonista no ha sufrido su dolor en silencio como s¨ª hab¨ªa hecho Roc¨ªo Carrasco. C¨®mo olvidarnos de ¡ªpor elegir una de sus intervenciones televisivas¡ª aquel careo entre Gil y Mu?oz en Salsa rosa, arbitrados por el el mismo Santi Acosta que ha entrevistado a Mu?oz junto a Paloma Garc¨ªa Pelayo para esta docuserie.

Ning¨²n ministro entrar¨¢ en ning¨²n programa para hablar del asunto. No hay arenga posible ante el testimonio de un preso excarcelado por razones de salud que a su merecida condena a?ade su verg¨¹enza propia por haber perdido la cabeza por Isabel Pantoja ¡ªdeber¨ªa consolarse, mal de muchos¡­¡ª, y se sube al carro de los pobres diablos que se presentan manipulados por h¨¢biles amantes (vale, a veces es asunto de Estado).

El exalcalde de Marbella a?adi¨® a sus delitos la cursiler¨ªa del diario que escribi¨® en la c¨¢rcel para mitigar su obsesi¨®n por su amada. Ley¨® en voz alta algunos fragmentos, no se sabe si solo por dinero o tambi¨¦n como penitencia ¡ª¡±que publiquen mi pecado y el pesar que me devora¡±¡ª. Frases plagadas de diminutivos, tanto en su cuaderno como en las cartas que le mandaba: ¡°Mi gitanita¡±, ¡°Mi chiquitito¡±, ¡°?Te guardas el cuerpecito para m¨ª?¡±. Ya lo cant¨® Mecano, con perd¨®n de OT, ¡°Siempre los cari?itos me han parecido una mariconez, y ahora hablo contigo en diminutivo, con nombres de pastel¡±. Diminutivos superlativos que pertenecen a esa lengua ¨ªntima que crea cada pareja y que muere con ella. A Juli¨¢n dan ganas de cantarle no por Pantoja, sino por Agnetha: ¡°Chiquitito, sabes muy bien que las penas vienen y van y desaparecen¡±. Al menos las de c¨¢rcel.

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