¡®SloMo¡¯, una canci¨®n de laboratorio que no nos representa tanto
Era la gran oportunidad para llevar a Eurovisi¨®n un tema original y reivindicativo, pero con Chanel nos conformamos con algo aburridamente aceptable
En la puesta en escena llena de simbolog¨ªa de Rigoberta Bandini hay un momento especialmente emocionante. Cuando Bandini y sus tres bailarinas/cantantes se agarran los brazos mientras entonan por primera vez: ¡°Sacando un pecho fuera al puro estilo Delacroix¡±. Las cuatro miran desafiantes, la expresi¨®n de todas las mujeres que luchan contra una sociedad que siempre las ha discriminado. Igual de poderosos son los ¡°airalalala¡± de las gallegas Tanxugueiras, donde se mezcla tribalidad, orgullo de la tierra, empoderamiento y respeto a las tradiciones.
Ninguna de las dos conmovi¨® lo suficiente al jurado profesional de Benidorm Fest, del cual depend¨ªa el 50% del desenlace (se completaba con un 25% del voto demosc¨®pico y otro 25% del televoto) y que prefiri¨® la propuesta latina de Chanel otorg¨¢ndole la m¨¢xima puntuaci¨®n. Seguramente estos jueces, dos de ellos internacionales (el austriaco Marvin Dietmann y el island¨¦s Felix Bergsson), vieron en SloMo, la canci¨®n de Chanel, lo que se dice ¡°un tema eurovisivo¡±, argumento utilizado tantas veces por la delegaci¨®n espa?ola y que tan pocos ¨¦xitos nos ha reportado. Pocos minutos despu¨¦s de terminar el concurso se contabilizaban 45.000 mensajes en Twitter bajo el ep¨ªgrafe ¡°tongazo¡±. Todos mostraban indignaci¨®n, unos con humor, otros con pena y rabia. Hab¨ªa entre las tres favoritas dos propuestas originales, modernas, poderosas, diferenciales, reivindicativas, identificadas con la pluralidad de Espa?a y feministas, Rigoberta Bandini y Tanxugueiras, pero triunf¨® una canci¨®n fabricada en el laboratorio de churros musicales de Miami. No es para sentirse satisfechos.
Chanel, nacida en Cuba pero que vive en Espa?a desde los tres a?os, canta bien y baila de maravilla. Transmite buena profesionalidad y probablemente no va a tener problema para ganarse la vida en la industria del entretenimiento. Pero su propuesta de Benidorm Fest ya la hemos visto mil veces en la ¨²ltima d¨¦cada. Ella asegura que le gustar¨ªa ser la nueva Beyonc¨¦, aunque por ahora recuerda mucho m¨¢s a Jennifer Lopez. Puestos a enviar algo de corte latino, parece mucho m¨¢s interesante Lo malo, aquella canci¨®n combativa de Aitana y Ana Guerra que no nos pareci¨® suficiente como para frenar el romance que viv¨ªa toda Espa?a por Amaia y Alfred all¨¢ por 2018.
Detr¨¢s de SloMo se encuentran cerebros del marketing musical que han trabajado para Britney Spears, Black Eyed Peas o Nicki Minaj, profesionales acostumbrados a embotellar canciones ausentes de car¨¢cter. Latinas s¨ª, pero mucho m¨¢s cerca de Estados Unidos que del sur de Europa. SloMo est¨¢ en la l¨ªnea de calidad de los temas que ha mandado Espa?a muchas veces, e incluso si no se hubiese optado por este sistema de eliminatorias del Benidorm Fest nos hubiese parecido una propuesta aburridamente aceptable. Pero este a?o hab¨ªa ilusi¨®n por algo original, que nos representase, algo que iba m¨¢s all¨¢ de lo musical, que apelaba a principios que nos remov¨ªan por dentro. Llorar y bailar, como dijo Rigoberta Bandini.
Nos daba incluso igual quedar los ¨²ltimos: defender¨ªamos siempre Terra y Ay Mama y las seguir¨ªamos disfrutando. Con SloMo solo vamos a bailar perezosamente y a cantar por lo bajini eso de: ¡°Y no se confundan, se?ores y se?oras, yo siempre estoy ready para romper caderas, romper corazones¡±.
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