Fof¨®

?A qui¨¦n le pueden interesar las fr¨ªvolas noticias sobre entretenimiento cuando hay una guerra en curso tan cerca que casi puedes o¨ªrla? Una vez vi marchar a un grupo de escolares hacia el entierro de un ni?o. El director del colegio les dec¨ªa que ya estaba bien de ocultar la muerte. Y lo dijo muy serio. Y hasta el mismo cementerio fueron todos esos ni?os, a mirar de frente a la muerte.

Algunos de ustedes habr¨¢n o¨ªdo a sus padres y a sus abuelos hablar de la Guerra Civil. Hubo un tiempo no tan lejano en el que los supervivientes hablaban de lo que hab¨ªan vivido, pero no hablaban de pol¨ªtica, porque la pol¨ªtica se llev¨® sus vidas y les dej¨® un triste remedo con el que se tuvieron que conformar. Miguel Delibes hizo tan real a Menchu en esas cinco horas con Mario que en una aparente fr¨ªvola confesi¨®n entendimos por qu¨¦ los a?os de la guerra fueron para ella, de alg¨²n modo, felices. Porque bailaba, porque sal¨ªa, porque era ella misma entre el miedo y la incertidumbre.

Y de esto le quer¨ªa hablar yo. Un d¨ªa de junio de 1976, el payaso Fof¨® perdi¨® la vida. Y los payasos de la tele salieron en directo a decirle a los ni?os que no se pusieran tristes, que se hab¨ªa ido al cielo a hacer re¨ªr a los peque?os que estaban all¨ª, que en el cielo tambi¨¦n quer¨ªan re¨ªr. Los ojos de Gaby no sonre¨ªan; m¨¢s bien lloraban. Pero su voz fue a animar a todos los ni?os que en ese momento lo necesitaban. Quiz¨¢s en los pr¨®ximos a?os deba recordar, de tanto en cuanto, que hacer que los dem¨¢s no se hundan es, sin entrar en geopol¨ªtica, lo ¨²nico que individualmente puedo hacer.

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